En una nueva entrevista a Santiago Niño Becerra, el economísta español al cual este blog le ha dedicado varios post, ha dado unas declaraciones sorprendetes, aquí sus palabras textuales:
"Es procedente económicamente, yo ya no digo ético, por que la ética, o sea. ¿Es procedente económicamente que una persona contribuya a salvar a un banco, con sus impuestos? Porque en el fondo sus sus impuestos. A ver. Desde una perspectiva puramente lógica la respuesta es que no. Un baco es una empresa y se ha equivocado, que apechugue con sus consecuencias. Lo que pasa es que un banco a pesar de ser una sociedad anónima, no es una empresa cualquiera. Quiebra una empresa que fabrica sillas y no pasa nada. Quiebra un banco y puede haber un desastre."
Al menos en esta parte de las declaraciones Santiago Niño confunde conceptos, el problema no es que quiebre un banco cualquiera, el problema es que quiebre un banco que tiene depósitos por varios millones de millones de dólares de dinero que pertenece a fondos de retiro, ahorros de personas comunes y corrientes, etc. El problema no es que se debe salvar a un banco por el hecho de serlo, o porque sea un tipo especial de empresa. Se cometió un error garrafal cuando se permitó la consolidación en megabancos que son muy grandes para dejarlos quebrar (too big to fail).
Claro, cuando se dipone de inmensas cantidades de dinero para jugar a la especulación cuando el mercado está en expansión, las ganancias son muchas, pero cuando se tiene ese tamaño fabuloso en unas condiciones de un mercado que se contrae cada vez más resulta una grave desventaja. Eso es precisamente lo que están experimentando todos los bancos (tanto europeos como americanos) en estos momentos, el desapalancamiento financiero que están forzados a realizar personas y empresas, hace que el negocio de los bancos se vaporice y que mucho del dinero prestado esté en riesgo de perderse en muchos casos por completo.
¿Cuál es la salida?, pues ciertamente no es endeudar más a los estados para salvar a los bancos que jugaron a ser Dios, como está ocurriendo con Grecia, Irlanda, Portugal y España. La salida parte por intervenir los bancos, declararlos en quiebra, liquidar activos, devolver el dinero a los ahorristas y comenzar a cobrar las deudas que sean cobrables. Los accionistas de los bancos deben de asumir la pérdida total, como ocurre en toda empresa privada.
Para que no digan que estoy tomando fuera de contexto las palabras de Santiago Niño Becerra, aquí les dejo el video completo de la entrevista realizada en La 2, el pasado 16 de junio: