Caníbales y Reyes

Uno de los líbros que más ha influído mi forma de ver y entender la dinámica social ha sido la obra del antropólogo norteamericano Marvin Harris, "Caníbales y Reyes: Origen de las cuturas". Y puesto que he descubierto que tenía algunos puntos por redimir en mi tarjeta de crédito de Amazon, he decidido comprarme la versión en inglés ya que la lectura que hice cuando tenía 17 o 18 años de edad fue en español y siempre hay la posibilidad de que algo se pierda en la traducción. Lo que más me gustó del análisis y método propuesto por Harris para explicar la dinámica social de la "división del trabajo" fue el ciclo de presión poblacional, intencificación de la producción con la tecnología existente, agotamiento del recurso y colapso del orden social existente para finalmente dar paso a un nuevo ordern social basado en una nueva tecnología que redefine la "división del trabajo" y como consecuencia el orden social.

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No hay futuro

El día de ayer mi amigo +Sergey Milanov compartió el video titulado "No hay futuro", producido por el Post Carbon Institute sobre un tema del  cual ya hemos hablado en este blog el final de la era del crecimiento y el peak oil (en realidad peak everything). Este video sin embargo tiene dos cosas importantes, uno está hecho con "figuritas", no se por qué si no es así las personas no suelen prestar atención y segundo ofrece subtítulos en español, lamentablemente en latinoamérica y españa la gran mayoría de la población sólo habla un idioma (creo que es el resultado de haber sido un imperio global como lo es hoy los Estados Unidos donde difícilmente se puede encontrar un ciudadano nacido aquí que habla más de un idioma).

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¿Es la ciencia un asunto de fé?

Desde que tengo uso de razón he visto un constante debate entre los partidarios de la "ciencia" y los partidarios de la "religión", similar batalla he visto replicada entre los partidarios del sofware libre y propietario, los fanáticos del PC y los de la Mac. Es siempre lo mismo ante una realidad muy compleja el ser humano busca una explicación, es parte de nuestra naturaleza y eso está reflejado en nuestro idioma donde el qué, cómo, quíen y por qué son componentes básicos de nuestra comunicación. Pero si bien es cierto nuestra naturaleza curiosa nos lleva a querer entender el universo y la razón última de que las cosas pasen, eso no quiere decir que nuestros cerebros tengan la capacidad de entender al universo. Después de todo nuestros cerebros son el resultado de un proceso evolutivo en el cuál la selección natural favoreció a aquellos que reaccionaban rápido y se adaptan mejor ante un medio ambiente altamente cambiante.

Los seres humanos y nuestros cerebros son pues el resultado de este proceso de selección natural que nos ha hecho mucho mejores haciendo cosas que entendiendo cosas. Imaginen está situación hace varios millones de años dos primates cerca del fuego y un león se aproxima a ellos, uno corre inmediatamente a buscar refugio y el otro sencillamende decide tratar de entender la situación antes de hacer algo, este último fue la cena del león y definitivamente no es parte de nuestra herencia genética. Por eso es que los hombres somos mucho mejores haciendo cosas y actuando, que entendiendo el mundo a nuestro alrededor. Un ejemplo típico del punto anterior es la microelectrónica, aún no terminamos de entender qué es la física cuántica, pero eso no nos ha impedido el contruir transistores, microprocesadores o rayos laser. Mucho antes de que Newton formulara las leyes de la mecánica y que Einstein las transformara con su teoría de la relatividad, ya las primeras culturas sabían como usar las posiciones de las estrellas y los planetas para medir el tiempo (determinar el mejor momento para sembrar y cosechar), podían predecir eclipses, y usar las estrellas como puntos de referencia para la navegación. Todo lo anterior sin comprender el por qué, pero definitivamente obteniendo resultados muy provechosos, y es justamente por eso que somos la especie dominante de este planeta.

La pequeña intrducción anterior es porque he encontrado un post muy interesante en el blog Partial Objects, que lleva por título el mismo que el presente post y que hace una reflexión sobre la sociedad en la que vivimos y su relación con la ciencia y la religión. O tal vez deberíamos decir que la ciencia se ha convertido en la nueva religión universal (como diría Arnold Toynbee) de la sociedad globalizada. Voy a traducir la que considero es la parte que pone de manifiesto el conflicto:

¿Quién dice qué dice la ciencia?

En las grandes preguntas de la cosmología y la biología, las cuestiones sobre la vida, el universo, y todo lo demás (como ha dicho un ateo famoso), la religión tiene una muy simple, reconfortante y accesible respuesta, Dios creó los cielos y la Tierra, Él nos creó a su imagen y por eso los hombres somos inteligentes y los animales son nuestra comida, y un día él va a volver y vamos a vivir juntos en el paraíso. Para más detalles, preguntale a tu interior.

Por supuesto, la ciencia tiene respuestas a estas grandes preguntas también. Y eso es precisamente lo que estos libros y otros similares. Tienen que ver con la ciencia las respuestas a las preguntas de los orígenes del universo, la evolución del hombre y la naturaleza fundamental del cosmos. Y la mayoría de los no científicos quieren saber las respuestas. Lamentablemente, las respuestas científicas reales implican cosas como ecuaciones de onda y la electrodinámica cuántica y la biología molecular que son muy pocos los no científicos que puedan esperar comprenderlo. "Creo que puedo decir con seguridad que nadie entiende la mecánica cuántica." Richard Feynman se incluyó a él mismo cuando dijo eso,  y es desconcertante teniendo en cuenta los muchos libros que escribió sobre ese mismo tema [y el premio nobel de física que gano].

Considere cómo ve la ciencia la persona común, el ciudadano medio, que nunca avanzó más allá de las matemáticas de secundaria. Estas teorías científicas, estas verdades científicas son extremadamente densas y esotéricos. Para ellos, las teorías son incognoscibles en sus formas nativas científicas y matemáticas. Estas teorías están escritas en su propio idioma arcano con su simbología propia y única. Para la mayoría de las personas, esto:

es indistinguible de la siguiente:

En ambos casos, el laico necesita un intérprete. El hecho es que se necesitan años de estudio especializado antes de que la verdad científica en su más verdadera forma matemática y simbólica puede ser entendida. El resto de nosotros dependemos de los expertos para explicarlas, alguien que ha visto y comprendido la verdad y la puede simplificar a un idioma que pueda ser entendido.

¿Cómo aprendemos la ciencia que conocemos?

Y ahí reside el gran problema para la ciencia y los científicos. Para la mayoría de la gente, la ciencia es realmente una cuestión de confianza en lo que les dice el experto  y creer aquello que les dicen. Es la confianza y la creencia. La fe. No el entendimiento. ¿Cómo podemos entender la ciencia, si no podemos entender el lenguaje de la ciencia? Feynman dijo: "Nuestra imaginación se estira al máximo y no, como en la ficción, de imaginar cosas que no están realmente allí, sino sólo para comprender las cosas que están ahí." Él también dijo: "Para aquellos que no saben matemáticas es difícil que interioricen un real sentimiento de cuanta belleza, la profunda belleza de la naturaleza". Eso es lo que decía uno de los grandes divulgadores de la ciencia que sin una sólida formación en la horrible matemática de postgrado y una imaginación activa, nunca realmente se entenderá lo que la ciencia tiene que decir acerca de las verdades profundas de la naturaleza de la forma en que un científico hace. Todo lo que podemos conseguir es la interpretación del científico de lo que las ecuaciones y las teorías significan. Simplemente no hay otra manera de aprender los conceptos. Sin las matemáticas, "aprender" la ciencia, tomando por válido lo que dicen los científicos es fe. Usted no sabe que la ecuación de Schroedinger es un hecho científico, cree que lo es.

Si somos honestos con nosotros mismos, debemos admitir que aceptamos los fenómenos científicos muy complejos en la física, la astronomía y la biología a través del proceso de la fe, no por la razón. Nosotros no practicamos el método científico. No racionalmente examinamos las pruebas presentadas para una teoría. No aprendemos la ciencia haciendo ciencia, nos enteramos de la ciencia mediante la lectura y la memorización. De la misma manera que aprendemos de la historia. ¿Sabes realmente lo que es un átomo, o que un bosón de Higgs es una cosa bastante importante, simplemente lo aceptamos porque alguien le dijo que lo eran?

Básicamente los argumentos que esgrimen la gran mayoría de partidarios de la "ciencia" y que se declaran públicamente ateos, son simplificaciones, aunque muchas veces sólo opiniones sobre teorías científicas. Es casi lo mismo que he visto de aquellos que son fervorosos defensores del software libre, pero jamas han escrito una sóla línea de código y no tienen la más remota idea de como hacer un programa. O como las recomendaciones sobre como administrar eficientemente una empresa, de "expertos" que jamas han arriesgado su propio dinero en una aventura empresarial. Somo mucho mejores haciendo (y dar opioniones es una forma de hacer) que comprendiendo realmente como funcionan las cosas, es parte de nuestro proceso evolutivo.

El problema del azar

En los días pasados no he tenido el tiempo suficiente para escibir, a pesar de que he encontrado infinidad de temas interesates sobre los que comentar. Es más había pensado escribir un extenso post detallando la gran cantidad de señales que indican un inminente cambio de dirección en los mercados. Pero en parte me parece que ha sido mejor así, he tenido tiempo de encontrar cosas mucho más interesantes aún.

La primera de esas cosas ha sido el video de una conferencia de Nassim Taleb en FORA.tv, sobre la impredictibilidad de los eventos importantes y la humana necesidad de explicar los eventos luego de que estos ocurren. Como consecuencia de ver ese video y de no escribir sobre cosas que sé, sino pensar sobre las implicaciones del mismo y sobre la importacia de las cosas que no sé, es que para clarificar mis ideas comienzo a escribir el presente post.

Una de las críticas más importantes que hace Taleb al "establishment" de la ciencia es que en lugar de almacenar "hechos" lo que hace es almacenar "teorías", que no son más que visiones simplificadas y resumidas de la realidad, obtenidas la mayor parte de las veces a través de la "inducción". O para ser más especifíco, de la extrapolación de una regla basado en un conjunto finito de datos, de los cuales se han extraído convenientemente los valores extremos que pudieran hacer difícil la formulación de dicha regla.

El problema básico como explica Nassim en una entrevista dada a Charlie Rose, en agosto del 2007, es que psicológicamente los humanos no estamos preparados para lidiar con la complejidad del mundo que nos rodea. Además propone que a diferencia de como nos vemos a nosotros mismos como humanos, estamos hechos por selección natural para "hacer cosas" y no para "entender cosas". Sin embargo debido a que tenemos un profundo temor por la incertidumbre hemos invertido la forma natural en que debemos operar, por ello hemos creado este conjunto de "conocimientos" que luego tratamos de "aplicar".

Contradictoriamente, la idea que nos propone Nassim, es obtenida por "inducción" también. Pero eso no le resta validez, por el contrario es como un momento de inspiración, de esos que nos han permitido pasar de un nivel a otro. Básicamente la idea que nos propone Nassim tiene consecuencias en un mundo de Exabytes.

Dejenme explicarles mi conclusión, en el mundo pre-digital o el mundo de la escasez, almacenar y transmitir información a lo largo del tiempo era costoso. Por lo tanto con la finalidad de ahorrar recursos, sólo almacenábamos y transmitíamos de una generación a otra aquellos que era "relevante", mejor dicho sólo se almacenaba y transmitían los "casos de éxito", aunque hubieran miles de millones de "casos de fracaso", por simple economía del mundo pre-digital, todos los errores se olvidaban por pura eficiencia. Nuestros cerebros operan de esa manera también, ya que somos criatura analógicas.

Sin embargo nos encontramos ahora al principio de la era digital, la escasez de medios para almacenar y transmtir información es cosa del pasado, lo irrelevante, lo cotidiano puede ahora ser almacenado y compartido con el mundo entero si queremos. Una prueba de ello son las redes sociales que nos ofrecen petabytes de "irrelevancia".

Por favor,  no me tomen a mal, uso el término "irrelevancia" no en un sentido despectivo, sino en un sentido descriptivo del impacto que tiene en la sociedad en su conjunto esta información. Por ejemplo el día de mañana el Sr. Juan Pérez puede decidir subir fotos de la vecina en ropa interior a Facebook, y esto tan sólo afectará a lo mucho la vida de un puñado de personas. En contraste la famosa fórmula de Einstein E=mc2 es relevante porque afectó y afecta la vida de millones.

Nassim nos habla de dos dominios "Mediocristán" y "Extremistán", el primero dominado por la ley de los grandes números, el segundo dominado por las excepciones, describiendolo como el dominio en el cual un cambio en una pequeña parte del conjunto, produce un gran impacto en el conjunto. Bajo esa premisa Nassim dice que somos buenos haciendo predicciones en "Mediocristán", pero al querer extender esos modelos a "Extremistán", fallamos terriblemente.

Me parece que Nassim está absolutamente en lo correcto con respecto a eso y muestra a los científicos sociales (especialmente, aunque también refleja a la comunidad científica en general) como aquella persona buscando algo cerca de un poste de alumbrado público y al cuál un amigo se le acerca preguntándole: "¿Se te ha perdido algo?". A lo cual el sujeto que estaba buscando responde que busca su billetera, entonces el amigo pregunta: "¿Dónde se te cayó?". Entonces el sujeto señala un lugar oscuro más alla del alcance de la luz proporcionada por la lámpara. A lo cuál sorprendido el amigo cuestiona: "Entonces, ¿por qué estas buscando aquí?". El afligido sujeto responde: "Es que aquí hay más luz".

Los ingléses tienen un refrán que refleja lo mismo que la historia anterior: "Para aquel cuya única herramienta es un martillo, todo problema es un clavo". Estamos en la era digital usando herramientas de análisis de la era analógica.

El problema de la dicotomía Mediocristán/Extremistán, no parece tan insoluble si en lugar de continuar extendiendo nuestros modelos analógicos pasamos a modelos digitales. Pero ¿qué es un modelo digital?. Pues bien un modelo digital lo veo como un conjunto de datos en el orden los Exabytes o superior que son analizados estadísticamente en búsqueda de patrones cause/efecto.

Como dice Nassim, la historia de la ciencia y del hombre en general, es la historia del descubrimiento fortuito, de una sucesión de "Cisnes Negros". Hechos difíciles de predecir antes de que ocurrieran, pero que una vez ocurridos cambián completamente el mundo (hay un antes y un después), pero que luego de que pasan tratamos de buscarles una explicación racional y justificar su inevitabilidad.

En una gran población que juega a la lotería, debe haber al menos un ganador. El método científico hasta ahora, al menos para los economístas, consistía en explicar por qué ese ganador había tendido éxito, ignorando el hecho de que millones habían perdido. En un programa de PBS sobre las subprime llamado "Crisis y Credibilidad" uno de los involucrados en la crisis de las subprime dice que si bien es cierto los métodos usados para hacer las evaluaciones de riesgo eran "metodológicamente" correctos, estaban aplicados a un conjunto muy pequeño de datos. La clásica historia de buscar en donde hay luz y no donde está el objeto perdido.

Nuestra memoria es débil y limitada, producto de la selección natural y orientada a resolver problemas inmediatos (salir corriendo si vemos un leon). En la era digital la memoria puede crecer tanto como lo deseemos no sólo en capacidad, sino también en tiempo. A más data pongamos en el modelo, más precisas serán las predicciones.

Podemos predecir el clima de mañana o de la próxima semana porque tenemos un conjunto de datos de los últimos 100 años que nos permiten ser precisos respecto a los próximos 5 días. El problema es que usemos esos 100 años de datos para predecir el clima de los próximos 1000 años.

Ahora pongamonos las botas al revés cada vez que deseemos responder una pregunta sobre el futuro, no usemos la data existente para responderla. Hagámonos la pregunta, ¿cuánta data necesito colectar, para responder satisfactoriamente esta pregunta?

Básicamente por limitaciones económicas en el mundo pre-digital debíamos de usar el método inductivo, dado el alto costo del alamacenamiento y transmisión de todos los "hechos". En el mundo digital debemos de ir hacia una metodología deductiva, en la cuál debemos formular un conjunto de de reglas de inferencia que verifiquemos experimentalmente es cierta (el algoritmo, a más simple mucho más fácil de verificar su certeza) y luego aplicarlo a un universo de datos creciente en el tiempo.

La idea anterior no es nueva y tampoco es mía. Google ha tenido el éxito que tiene en el mercado de las búsquedas porque ha aplicado esta simple estrategia. Inventó un algoritmo (muy simple) que le permitía dar un cierto ranking a las páginas basado en una serie de palabras claves y enlaces entrantes. Pero adicionalmente alimentó una gran base datos (el universo de datos disponible) sobre la cual corría su algoritmo. A más grande sea la base de datos de Google, más difícil será derrotarlo y ellos lo saben, de alli el gran esfuerzo de la compañía por mantener esa base datos creciendo contínuamente.

Mi conclusión es que a lo que llamamos azar, no es más que a nuestra incapacidad de entender a la realidad en toda su complejidad. La mejor respuesta a esta sensación de frustación no es volvernos religiosos o aceptarla estóicamente. La mejor respuesta es continuar la recolección, almacenamiento y transmisión de datos a lo largo del tiempo, perfeccionando los algoritmos con los nuevos datos y esperando que los hombres del mañana tengan el suficiente universo de datos disponibles para hacer una proyección más ajustada a la realidad.

El impacto de estar en línea 24/7 en nuestro cerebro

El día de ayer en el diario The New York Times, apareció un interesante artículo escrito por Matt Richtel llamado "Creciendo digital, conectado a la distracción", en el cual analiza el terrible impacto que tiene entre los jóvenes de los últimos años de la secundaria en las escuelas de Silicon Valley el tener un acceso ilimitado a Internet, tanto en casa como en las escuelas. El problema consiste en que los cerebros en formación como el de los jóvenes se están acostumbrando a cambiar rápidamente entre actividades y no pueden mantener la atención en las tareas que les son asignadas en la escuela resultando en un rendimiento escolar, el caso de Vishal Singh, es un ejemplo típico mientras le agrada desarrollar cortos de video usando tecnología digital, tiene serios problemas para poder leer un libro, sus padres han comprendido que sencillamente el no puede estar en una escuela convencional porque sus notas siempre serán muy bajas debido a que no puede concentrarse en una actividad a pesar de que es una persona autodicata y muy inteligente ya que ha aprendido a manejar complejos programas de edición de video tras largas horas de ensayo y error.

Un caso en el cual no hay nada positivo que rescatar es el de Ramon Ochoa-Lopez un adolescente de 14 años, que sufre de una adicción a los videojuegos a los cuales dedica hasta 6 horas diarias, y casi todo el tiempo los finaes de semana, con lo cual no tiene tiempo de hacer las tareas de la escuela, las cuales terminan siendo hechas pocos minutos antes de clase en el baño de la escuela.

También en este artículo se cuenta la historia de una adolescente llamada Allison Miller de 14 años de edad que llama a su iPhone su bebe y que envía una media de 27,000 mensajes de texto (SMS) desde su celular al mes, lo que equivale a un promedio de 900 mensajes diarios. Ella envía mensajes de texto desde el salon de clases, al terminar sus prácticas de fútbol, mientras va y vuelve de la escuela, llegando a mantener hasta 7 conversaciones diferentes a la vez mientras está texteando. Como es obvio esto también ha afectado negativamente sus calificaciones.

Los profesores deben de comprender que el estar en línea es a la vez el mayor de los distractores frente al cual no tienen muchas oportunidades de competir y el decomisar los celulares ha probado ser una práctica poco eficiente y que termina causando más problemas de los que resuelve. Es por ello que la actitud de los profesores frente a la tecnología debe de cambiar radicalmente y deben de usar el poder que está tiene de atraer la atención de los jóvenes para poder transmitir a través de estos medios los contenidos que los alumnos necesitan asimilar. El clásico modelo de yo soy el profesor, sientate y escucha lo que te voy a enseñar ha quedado rápidamente obsoleto y necesita ser actualizado lo antes posible.

Me pregunto si todos estos efectos negativos de incluir gadgets y conexiones a Internet, han sido considerados al momento de implementar el famoso programa Una Laptop Por Niño en el Perú. Ya que a menos que tengamos una generación capaz de autocontrolarce lo único que obtendremos repartiendo estas laptops entre los niños del Perú será una generación de adictos al Internet, incapaces de concentrarse y aprender materias que son importantes para que puedan tener éxito en su vida adulta. Lo peor en el caso peruano sería que está adicción digital no sería pagada por los padres como es en el caso de los estudiantes estadounidenses sino que sería el estado peruano en su afan de cerrar la brecha digital el que la haría más grande aún. Pienso que este es uno de los factores por los cuales no se desea hacer una medición seria del impacto de las XO-1 en las notas de los niños que ya las han recibido, ya que la verdad puede intuirse y se prefiere hablar de otros indicadores como mayor asistencia a clases o una mayor familiaridad con la tecnología.

Aquí les dejo un video basado en el extenso reportaje de Matt Richtel (debido a que es nuevo no hay versión en español disponible aún):