La pronunciada caída de los precios del petróleo ayer, como resultado del mayor aumento en los inventarios en 34 años y el anuncio hoy de que las solicitudes del seguro de desempleo en Estados Unidos han crecido a un pico no visto en tres meses cuándo estamos a vísperas de la mayor temporada de venta de productos y servicios son una señal clara de que estamos entrando a una nueva recesión, que tan severa será esta es difícil de predecir. Suponer que esta será una recesión que afectará sólo a Estados Unidos y no al resto del mundo, es por decir lo menos ingenuo. Por el contrario la única economía que venía creciendo en los últimos años era la estadounidense y entrando en recesión todo el planeta entraría en una recesión, algo no visto desde el 2008-2009.
Pero esta recesión será mucho más difícil de lidiar por varias razones:
- Un gran número de boomers están quedando fuera de la fuerza laboral porque sencillamente no poseen habilidades relevantes que los hagan empleables y lo peor de todo es que no tienen ahorros y sólo dependerán de su cheque de seguro social, esto de por sí ya es una gran crisis. Aquí pueden ver más detalle sobre ese problema.
- No hay espacio de maniobra para que la Reserva Fereral (FED) baje intereses, estos ya son del 0.25% e incluso si se hicieran negativos eso no resolverá el problema. Ya que la gran mayoría de las personas está sobre endeudada y no puede tomar más créditos.
- La pirámide demográfica estadounidense muestra que hay una verdadera avalancha de personas de más de 55 años que están próximas a retiro (la edad de retiro es 65), que consumen cada vez menos ya que los hijos partiron de casa hace ya buen tiempo y están enfocadas en ahorrar lo más posible para el ya muy próximo retiro. Esto es una gran fuerza negativa sobre el consumo.
Como lo veo, esta nueva recesión puede durar un largo tiempo, puede que hasta más que la que experimentamos entre el 2008-2012, con la consiguiente destrucción masiva de riqueza (ahorros).