Cuando entramos es este tercer milenio (año 2001), Microsoft era el amo indiscutible de la industria TIC. Nadie tenia el suficiente dinero, ni un modelo de negocios equivalente. El anterior rey IBM, había caído derrotado y se refugiaba en su último bastion para sobrevivir, las mainframes.
El gigante de Redmond despertó iras y sospechas en todo el mundo, muchos comparaban la estrategia de abarcar todos los rincones de la industria TIC que utilizaba Microsoft, a la estrategia de asimilación de los borgs. El mundo TIC parecía haber caído en las manos de Microsoft por siempre, sin embargo con la aparición de los smartphones, en donde RIM con su popular Blackberry redifinió que se podía hacer con un teléfono móvil y una conexión a Internet, algo cambio en el mundo. Una tendencia que el iPhone a vuelto bastante notoria.
Cuando se trataba de desarrollar aplicaciones, todos tenían que desarrollar para Windows, si no tenías una versión de tu aplicación para Windows, pues difícilmente podrías hacer dinero. Todo un circulo virtuoso para Microsoft lo mantenía como líder. Dejenme explicar a lo que me refiero. Los desarrolladores de aplicaciones debian hacer su producto compatible con el sistema dominante del mercado (Windows), pues era la única forma de acceder a un gran público, debido a que tenía muchas aplicaciones disponibles Windows atraía a más usuarios, siendo el resultado neto una expansión contínua del número total de usuarios del sistema operativo Windows, lo que a su vez también hacía crecer el número de aplicaciones disponibles.
Sin embargo diversos factores, muchos de ellos externos al sector TIC, han cambiado la dinámica del mercado. iPhones, netbooks, redes sociales (Twitter, Facebook), tecnologías de gran ancho de banda para celulares como GPRS/EDGE/3G, han cambiado la forma como las personas desean usar la mayor de todas las aplicaciones que hemos desarrollado la web.
Justamente, el hecho que Microsoft desatendiera la web y considerara que la dominaba sólo porque controlaba el navegador, recordemos que en un momento entre el 2002 y el 2003 Internet Explorer llego a tener el 95% del mercado de navegadores. Es lo que permitió que empresas como Apple (iPhone), Google (Android), MySpace, Facebook o Twitter hicieran un disrupción del mercado. Ahora ya no es necesario un PC para poder usar la web, para comunicarnos con los amigos o para poder jugar, ese es el principal problema de Microsoft.
Ahora incluso la Union Europea ha hecho un acuerdo con Microsoft y le ha permitido poner al Internet Explorer como una de las opciones que los usuarios pueden elegir entre otros browsers como por ejemplo Google Chrome, Safari, Opera, Firefox, al momento de instalar su sistema operativo Windows 7. Tal vez una de las razones que los reguladores europeos han considerado para cerrar este trato de Microsoft es de que incluso ahora que no es posible ese tipo de configuraciones cuando se instala un Windows, la participación de Internet Explorer en el mercado esta cayendo sostenidamente desde principios del 2008. Aquí les dejo un interesante cuadro que he encontrado en Silicon Alley Insider:
La perdida constante de mercado por parte del Internet Explorer, es básicamente el resultado de la desidia de Microsoft, que durante casi 6 años no desarrollo un nuevo browser. Período en el cual sus principales competidores introdujeron varias mejoras, y duarante el cual el némesis de Microsoft, introdujo su propio browser Chrome e incluso ahora está a punto de lanzar su propio sistema operativo para netbooks, Chrome OS.
Otro factor que también ha contribuido al debilitamiento de Microsoft ha sido sin duda la falla épica llamada Windows Vista, que está queriendo ser reemplazado por un poco menos exigente en recursos, Windows 7. Sin embargo los números aún no muestra una clara adopción de Windows 7 en las empresas. Lo cuál tiene sentido ya que han aparecido una infinidad de nuevas tecnologías una de ellas la virtualización de escritorios, que no obligan a actualizar el hardware de los equipos en los escritorios de las empresas. Otro factor que está retrasando la adopción de Windows 7 en las empresas, es sin duda, que no es posible hacer un upgrade sencillo desde Windows XP, que sigue siendo el rey en los escritorios corporativos.
No creo que Google Apps, o cualquiera de las aplicaciones ofimáticas basadas en web puedan destronar al omnipresente Microsoft Office. Ese seguirá siendo el bastión de Microsoft, probablemente el lugar donde se refugiará y tratará de exprimir tanto a sus usuarios, como IBM lo hace con los usuarios de sus mainframes. Pero el nuevo rey de la web es sin duda Google.
Resumiendo, creo en lo personal que el fin de la era de dominación de Microsoft se aproxima, junto con el final de la era PC. Las netbooks de $80 o menos, los smartphones y las redes sociales serán sin duda la plataforma en la cual correrán las aplicaciones del futuro. De alli la carrera por el sistema operativo que las controle a todas. Lamentablemente Microsoft se ha marginado a si mismo de la batalla por esa plataforma, casi de la misma forma como IBM lo hicera a finales de los ochenta con su OS/2.