Diez hipótesis para invertir en tecnología

Roger McNamee, un músico y empresario, fundador y director de Elevation Partners (una firma de capital de riesgo), dio una conferencia titulada igual que este post, hace ya casi un mes (28 de Junio 2011), ante una audiencia conformada por ejecutivos de la industria televisiva americana y que se puede ver completa en FORA.tv. En ella, ofrece algunas ideas interesantes sobre el futuro de la web, por ejemplo asegura que Microsoft está fuera del negocio, que es el final de Google, que Apple es la mayor empresa en innovación en este momento, que el iPad es la mayor revolución de la industria desde de la creación del PC y que las redes sociales se han vuelto un commodity más y Facebook ha decidido ser un Twitter con esteroides y no tiene sentido tratar de competir contra Facebook. Además de dedicar casi la mitad de su presentación ha hablar sobre HTML5 y como Adobe Flash no puede competir contra HTML5.

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2011 un año de cambios

Este 2011 inicia con un CES (Consumer Electronics Show) lleno de novedades, primero Microsoft ha dejado luego de mucho tiempo de actuar a la defensiva (ha reconocido que el monopolio que ejercía sobre el mercado ha terminado) y ha pasado a la ofensiva para recuperar todo el terreno perdido, un buen ejemplo ha sido Kinect, pero por otro lado tenemos el anuncio oficial de que la próxima versión de Windows correrá sobre procesadores ARM, con lo cual acepta que la era PC está llegando a su fin y la nueva forma que tomarán las computadoras será la de una tablet o un teléfono celular. Pero las novedades no termina alli, Facebook romperá la barrerá de los 500 accionistas este año 2011 y a más tardar el 1 de mayo del 2012 tendrá que presentar de manera pública su balance contable, todo esto independientemente de que el trato realizado con Goldman Sachs sea observado por la SEC (Securities and Exchange Commission) o no, según me he enterado por Business Insiders. Ojo, el que tenga que presentar sus balances contables de manera pública no significa que tendrá que inciar una oferta pública de acciones en la bolsa de valores, de forma que cualquier pequeño inversionista pueda comprarlas, sólo significa que por fin sabremos realmente cuánto es el monto de dinero que le reporta a Mark Zuckerberg el colectar y vender a anunciantes nuestra información privada.

En el mismo CES, Google nos ha presentado a Honeycomb (aka Android 3.0), el primer sistema operativo orientado a tables y Motorola aprovechando la atención generada nos ha mostrado el primer supertablet con procesador de dos núcleos y la nueva versión de Android llamado Xoom. Amazon prepara el lanzamiento de su propio App Store, y ya está invitando a los desarrolladores a que se unan al mismo a través de una suscripción de $99 anuales (el primer año es gratis). Me pregunto por qué tendría que pagar $99 al año para que mis aplicaciones aparezcan en el Amazon App Store, si pagando $35 por única vez, se pueden publicar aplicaciones en el Android Market de Google y mis aplicaciones aparecerían tambien en Amazon, además no tendrían que pasar por el proceso de aprobación de Amazon, sino que inmediatamente estarían disponibles. En fin veamos que se les ocurre a los marketeros de Amazon para convencernos que que compartir nuestra ganacias con ellos es mejor.

Lo único malo de este 2011 para mi por lo menos, es que aún los usuarios de Nexus One no tenemos el Android 2.3 en nuestros celulares, parce que Google está prestando más atención a quitarle el mercado de las tablets a Apple que a seguir actualizando su propio celular introducido hace apenas 1 año.

Aquí les dejo un videito que encontré sobre como luce Gmail en Android 3.0, realmente sorprendente:

 

 

Microsoft certifica aplicación Open Source desarrollada en PHP

En un mundo que tiende a la convergencia y donde la lucha por los clientes está forzando a todas las empresas a cambiar rápidamente su modelo de negocio, Microsoft no podía permanecer como una isla, si es que no quiere desaparecer. El día de ayer en el blog Port 25, que es el medio oficial que utiliza Microsoft para comunicar sus avances en lo referente a Open Source, apareció el anuncio de que el proyecto SilverStripe CMS, que es un sistema de gestión de contenidos web, había alcanzado oficialmente el status de "Certified for Windows Server 2008 R2". Hoy día Sigurd Magnusson, confundador de Silver Stripe Project, ha escrito sobre el hecho en el blog del proyecto bajo el título "SilverStripe la primera aplicación web Open Source que llega a ser Microsoft Certified", lo cual es un punto fuerte para promover SilverStripe a nivel corporativo.

Esto es interesante ya que demuestra que por un lado PHP ha evolucionado hasta alcanzar un nivel "empresarial", que hace apenas unos 3 años no gozaba, además prueba de que efectivamente no hay una contradicción entre un modelo de desarrollo Open Source (ojo no confundir con Free Software que es más restrictivo) y hacer dinero con un proyecto de esta naturaleza. Decir que no se podía desarrollar un modelo de desarrollo comercial de software basado en herramientas Open Source fue uno de los puntos "fuertes" de la estrategia de Microsoft para tratar de frenar la gran migración de desarrolladores que ha ocurrido en favor de alternativas libres como PHP, Python o Ruby; como ha quedado plenamente demostrado por la propia Microsoft tal contradicción nunca ha existido.

Ayer también Apple terminó por aprobar una aplicación que implementa el servicio de VoIP Google Voice, luego de 16 meses de espera este servicio gratuito de Google está por fin disponible en iTunes, según me enteré por TechCrunch. La conclusión que puedo sacar de todo esto es que estamos ante una nueva era de integración y aquellos que eligen el camino de cerrar sus plataformas sencillamente tienen sus días contados. Por otro lado espero que pronto Google atendiendo el clamor popular de los desarrolladores termine por incluir PHP como uno de los leguajes soportados en Google App Engine.

El nuevo rootkit TLD4 amenaza millones de PC con Windows 7 y Vista

Me he enterado a través del blog ThreatPost, que existe un nuevo rootkit llamado TLD4 que resulta ser una variante de un rootkit anterior, pero que ahora tiene la habilidad de poder evitar una de las mayores medidas de seguridad que traen tanto Windows Vista como Windows 7. Como ya muchos sabran Microsoft introdujo una serie de nuevas características de seguridad diseñadas para evitar que el código malicioso llegue a ejecutarce, algo que Microsoft ha llamado "Kernel-Mode Code Signing Policy" (o Política de firma de código en el modo-Kernel). Sin embargo, los atacantes están continuamente encontrando nuevas formas en evitar a estas medidas de protección, y el ejemplo más reciente es un rootkit que puede pasar por alto la protección de firma de drivers de Windows.

La funcionalidad se encuentra en TDL4, que es la última versión de un viejo rootkit también conocido como TDSS o Alureon. TDSS ha causado serios problemas para los usuarios durante más de dos años, y es un ejemplo de un tipo particularmente pernicioso de rootkit que infecta el sector de arranque de un PC. A este tipo de malware se le llama a menudo "bootkit" y puede ser extremadamente difícil de quitar una vez que se detecta. Las versiones anteriores de TDSS – TDL1, TDL2 y TDL3 – son detectados por la gran mayoría de los antivirus actualmente, pero el más problemático ahora resulta ser TDL4.

TDL4 tiene una función específica que está diseñada para evitar una protección en Windows 7 y Windows Vista que requiere que el código a nivel de kernel para ser cargado en una máquina debe estar firmado. Esta política de fima de código para todo programa en Windows en modo Kernel es también aplicable a las máquinas de 64 bits.

El rootkit TDL4 ha implementado una función que permite evadir esta protección, cambiando el proceso de arranque en máquinas protegidas, de acuerdo con un análisis del TDL4 de Sunbelt Software. El rootkit logra su cometido a través de la modificación de cuales programas Windows permite cargar como drivers sin firmar.

Aquí lo que escribió Chandra Prakash de Sunbelt Software en su análisis del TLD4:

"La opción de inicio es cambiada en la memoria del código ejecutado por un MBR infectado. Durante el arranque se configura el valor de una opción de configuración llamado ‘LoadIntegrityCheckPolicy" que determina el nivel de la validación de los programas de inicio. El rootkit cambia este valor de configuración y lo ajusta a un nivel bajo de la validación que efectivamente permite la carga de un archivo malicioso sin firma dll que resulta ser el rootkit y que se llama kdcom.dll, esta es una versión infectada de la normal kdcom.dll que se incluye con Windows."

Si eres usuario de Windows Vista o Windows 7, tal vez te convendría ver la presentación que hizo Joe Johnson de Microsoft sobre Alureon donde detalla la forma de operación del rootkit.

Los nuevos oligarcas

En ciencias políticas se usa el término oligarquía para hacer referencia a un sistema político en el cual el poder político y económico se encuentra en pocas manos, se diferencia de las monarquías en el hecho de que la oligorquía se basa en un sistema de meritocracia y las monarquías en cambio están definidas por vínculos sanguineos.

El término oligarquía hizo su aparición para hacer referencia a la primera generación de super empresarios que llegaron a acumular más riqueza que la nobleza europea y por lo tanto tener gran influencia política, entre ellos por ejemplo se encuentran en norteamérica Andrew Carnegie, J. P. Morgan o John D. Rockefeller, cada uno controlando un monopolio en su respectivo sector económico, de alli que al conjunto de empresarios que poseeían el control de estas industrias estratégicas se les llamara oligarcas.

Como una consecuencia de la falta de una red de protección social que ayudara a los más débiles de la sociedad, el término oligarca se asoció a personas inmesamente ricas, con una ambición desmedida y que no deseaban compartir su riqueza con nadie. Luego del crash del 1929 y la siguiente Gran Depresión, la reestructuración de la sociedad americana hizo que el término perdiera vigencia y por el contrario durante el período comprendido entre 1950 y 1980 fue el sector de la sociedad que más altos impuestos tuvo que pagar, llegando hasta un máximo del 91% (detalles aquí).

A raíz de la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos y su famosa frase de que "En la presente crisis, el gobierno no es la solución a nuestro problema; el gobierno es el problema", comenzó el proceso inverso, se les fue disminuyendo los impuestos a los que más ingresos tenían a la par de que se fue reduciendo la cobertura de la red de asistencia social, durante unos años, esto produjo el efecto deseado y el boom económico resultado de la avaricia del nuevo empresariado que tiene su mejor expresión en Gordon Gekko, personaje de ficción de la película Wall Street, dio como resultado otra era dorada para el capitalismo estadounidense, pero ahora nadie llamaba a estos superempresarios oligarcas, por las connotaciones despectivas que tenía la palabra aunque en la práctica personajes como: Bill Gates, Steve Jobs, Sergey Brin, Larry Page y Mark Zuckerberg, sean todos ellos efectivamente oligarcas modernos.

No es sólo mi apreciación, el día de ayer en el Wall Street Journal, Tom Wu, catedrático de leyes en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia y autor del libro "El interruptor maestro: El ascenso y caída de los Imperios de la Información", escribió una columna que no tiene desperdicio y que titula "En las manos de los nuevos monopolistas". Es por ello que me he tomado la molestia de traducirla:

¿Qué tan difícil sería pasarnos una semana sin Google? O bien, para subir la apuesta, sin Facebook, Amazon, Skype, Twitter, Apple, eBay y Google. Nos sería imposible, pero incluso para un usuario moderado de Internet, sería un dolor real. Renunciar a Google y Amazon es un inconveniente; pero renunciar a Facebook o Twitter significaría renunciar a categorías enteras de actividad. Para la mayoría de nosotros, evitar las empresas dominantes de Internet sería mucho más difícil que evitar pasar por Starbucks, Wal-Mart o cualquier otra empresa que domine algún rincón de lo que alguna vez se llamó el mundo real.

El Internet ha sido presentado como un modelo de lo se supone es el libre mercado donde aparece la competencia en su estado puro. Entonces, ¿por qué se parece cada vez más a  un tablero de Monopolio? La mayoría de los sectores más importantes hoy en día están controlados por una empresa dominante o por un oligopolio. Google es el "dueño" de la búsqueda, Facebook, es el de las redes sociales, para las subastas está eBay, Apple domina la entrega de contenido en línea, Amazon, el mercado minorista, y así sucesivamente.

Hay Cachemiras digitales, territorios en disputa que quedan en la tierra de nadie, como es la edición digital. Sin embargo, los dominios de las grandes empresas han disfrutado de fronteras sorprendentemente seguras a través de los últimos cinco años, sus principales mercados están seguros. Bing de Microsoft, lanzado el año pasado por un gigante con $ 40 mil millones en efectivo en la mano, ha capturado un mero 3,25% del volumen de busquedas (Google se reserva el 83%). Sin embargo, nadie espera que Google Buzz vaya a invadir en serio el mercado de Facebook, o para el caso, Skype sea el relevo de Twitter. A pesar de las incursiones fronterizas son las empresas dominantes las que se mantienen a pie firme, en gran parte han fracasado en emprendimientos comerciales.

El aumento de la aplicación (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurar un lugar en la plataforma de un monopolista, aunque hayan financiado largamente estos emprendimientos comerciales.

El aumento de las aplicaciones o apps (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurarse un lugar en la plataforma de un monopolista, fortaleciendo así el dominio del monopolista en el mercado.

Las actuales fronteras en Internet probablemente cambiarán con el tiempo, especialmente con la aparición de nuevos mercados. Pero es difícil evitar la conclusión de que estamos viviendo en una época de grandes monopolios de la información. ¿Podría ser que el libre mercado en la Internet en realidad tiende a los monopolios? ¿Podría incluso ser que la demanda, de todas las cosas, esta en realidad representada en este libre mercado online -que los norteamericanos, tan diversos e individualista, en realidad aman a estos monopolios?

La historia de las Empresas de la Información en América sugiere que la respuesta a ambas preguntas es "sí". En el largo plazo, la libre competencia ha sido la excepción, el monopolio ha sido la regla. Aparte de breves períodos de apertura creada por los nuevos inventos o nuevas leyes antimonopolio, todos los medios, empezando por el telégrafo, han provado eventualmente ser un caso de estudio de monopolio. De hecho, muchas de estas empresas todavía están entre nosotros, aunque no tan poderosas como lo eran antes, como por ejemplo AT&T, Paramount y NBC.

El desarrollo de las industrias de Internet ha sido casi como el de cualquier otra industria que depende de una red: Una sola empresa puede dominar el mercado si el producto se vuelve más valioso para cada usuario conforme aumenta el número de usuarios. Estas redes tienen una tendencia natural a crecer, y que dicho crecimiento conduce a la dominación. Esa fue la clave para el monopolio de los telégrafos de Western Union en el siglo 19 y el monopolio telefónico de su sucesor, AT&T. Las líneas de Bell simplemente llegaron a más personas que cualquier otra empresa, por lo que cada vez más clientes llegaron a depender de ellos en un circuito de retroalimentación que permitió ampliar la cuota de mercado. A más clientes la empresa tenía, esta se volvía más invulnerable a la competencia.

Sin embargo, en una tierra donde por lo menos dos mega-colas y dos marcas de pañales pueden dominar indefinidamente, ¿por qué hay tantos mercados de la información donde sólo una empresa domina? La explicación parece residir en la  famosa preferencia de los americanos por la conveniencia. Con las redes, el tamaño aporta comodidad.

Tengan en cuentan que, a finales de la década de los 1990, habían muchos competidores en motores de búsqueda, como Lycos, Altavista y Bigfoot. En la década de los 2000, había muchos sitios de redes sociales, incluyendo Friendster. Fuimos nosotros, colectivamente, que hicimos a Google y Facebook dominantes. Los sitios más grandes eran más rápidos, mejores y más fáciles de usar que sus competidores, y los beneficios sólo crecian a medida que más usuarios se unian. Pero todas esas decisiones individuales racionales para iniciar sesión en los mismos lugares fue lo que arrojó un resultado que nadie desea, en principio, un mundo con menos opciones.

Cada vez que seguimos al líder por razones aparentemente buenas, la consecuencia es una reducción de nuestras elecciones. Este es un principio importante de la economía de la información: La posición dominante en el mercado rara vez es tomada a la fuerza ya es entregada, y esta rendición no nace de una decisión deliberada sino de seguir la corriente.

No deberíamos preocuparnos tanto de un monopolio si es que este viene con un plazo límite. Si el reinado de Facebook en las redes sociales se limitara de algún modo, digamos, a 10 años, o mejor aún que termine en el momento que la empresa pierde su superioridad técnica, la idea misma de monopolio podría parecer casi sana. El problema es que las empresas dominantes al igual que los miembros titulares del Congreso y los dictadores africanos: Rara vez renuncian incluso cuando está claro que su mejor tiempo ha pasado. Cuando enfrentan su declive, hacen todo lo posible para mantenerse en el poder. Y es entonces cuando el resto de nosotros sufrimos.

El dominio casi absoluto de AT&T sobre los teléfonos duró desde 1914 hasta su disolución en 1984, durante todo ese tiempo retrasó la introducción de precios más bajos y tecnologías innovadoras que eventualmente los nuevos operadores podrían traer. Los estudios de Hollywood tomaron el control efectivo del cine estadounidense en la década de 1930, e incluso ahora, unas debilitadas versiones de ellos permanecen a cargo. Los monopolios de la información pueden tener muy larga vida media.

La decadentes monopolios de la información a menudo encuentran una cuerda de salvamento en la forma del Tío Sam. El gobierno ha otorgado su bendición sobre los monopolios en las industrias de la información con una frecuencia inusual. A veces esta protección ha dado beneficios recíprocos, con los dueños de las redes de información que ofrecen al estado algo valioso, a cambio de por ejemplo escuchas telefónicas sin orden judicial.

La larga dominación de las cadenas de radiodifusión NBC, CBS y ABC fue protegida por el gobierno primero de las radios FM (las grandes cadenas estaban atrapadas en AM) y más tarde de la industria de la televisión por cable, que se suprimió durante décadas. En la actualidad, el dominio que tienen Verizon y AT&T del servicio de teléfonía celular puede ser acreditado en parte a la ayuda de facto de gobierno de los EE.UU., y por tanto su lugar es probablemente el más seguro en toda la industria. Los monopolios pueden ser un desarrollo natural, pero los más perdurables son generalmente patrocinada por el estado. Tanto más cuanto que nadie ha concebido una mejor manera de frenar competidores que hacerlos cumplir con la compleja reglamentación federal.

Los Info-monopolios tienden a ser de bueno a excelente en el corto plazo y de malo a terrible en el largo plazo. Durante un tiempo, las empresas ofrecen grandes comodidades, las eficiencias de gran alcance y las innovaciones deslumbrantes. Es por eso que el monopolio de los jóvenes es a menudo asociada a la edad de oro de un medio. Hoy en día, un motor de búsqueda ha hecho prácticamente la vida de todos más simple y más fácil, al igual que una red de telefonía sólo hace 100 años. Los monopolios también generan enormes beneficios que pueden ser reinvertidos en la expansión, la investigación e incluso proyectos públicos: AT&T cableo los Estados Unidos e inventó el transistor, Google está escaneando las bibliotecas del mundo.

El inconveniente se presenta más adelante, a medida que el monopolio y la voluntad de innovar sustituye por mera voluntad de poder. En la década de 1930, AT&T había adoptado la extraña medida ludita de suprimir su propia invención de la grabación magnética, por temor a que disuadiera el uso del teléfono. Los costos del monopolio están en su mayoría a cargo de los empresarios y los innovadores. A largo plazo, las consecuencias afectan a la población de manera más sutil, con el cambio de la que alguna vez fue una de las partes más dinámicas de la economía comienza a estancarse.

Es por estos efectos negativos por lo qué gente como Theodore Roosevelt, Louis Brandeis Thurman y Arnold consideraban a los monopolios como un mal a ser destruido por los tribunales federales. Tomaron una lectura más literal de la Ley Sherman, que establece: "Toda persona que monopolice … será considerado culpable de un delito grave". Pero hoy no tenemos el corazón para hacerle la eutanasia a una empresa sana como Facebook sólo porque es enorme y puede saber más sobre nosotros que el IRS.

El Internet es todavía relativamente joven, y seguimos en la edad de oro de estos monopolios. También podemos encontrar consuelo en el hecho de que la mayoría de los gigantes de Internet profesan una toma de conciencia de sus increíbles poderes y un cierto sentido del deber al público asistente. Tal vez, si estamos atentos, podemos prolongar la fase benigna de su gobierno. Pero no vamos a pretender que vivimos en otra cosa que una época de monopolios.