El témino gambusino es un mexicanismo que hace referencia a los buscadores de metales preciosos (especialmente oro) a pequeña escala. Así pues los gambusinos TIC son aquellos emprendedore subcapitalizados y peor entrenados de toda latinoamérica que creen poder emular los éxitos de aquellas empresas que como Apple, Microsoft o Facebook empezaron en un garage o en un dormitorio universitario, para luego llegar a un valor de varios cientos de miles de millones de dólares. Estos nuevos gambusinos TIC, al igual que los anteriores corren el mismo destino que sus pares de la fiebre del oro en California (hace ya más de un siglo y medio), sólo algunos (muy pocos) conseguiran hacer algo de dinero, el resto lo perderá todo (algunos hasta su vida), nos dejaran un alto nivel de desperdicio de recursos y enriqueceran a los proveedores de las herramientas que estos usan para sus faenas de riqueza instantánea.
Al parecer muchos jamas han escuchado la frase: "El único lugar donde se puede encontrar 'éxito' antes que 'trabajo' es en el diccionario". La casi totalidad de nuestros "emprendedores" están convencidos de que es cuestión de tener una buena idea y conseguirnos un "tonto" que haga el trabajo duro por unos cuantos centavos, mientras el empresario gracias a su visión consechará los abundantes frutos de su idea. Y es que el poner como modelo a empresarios como Jobs ha sido realmente nefasto para las nuevas generaciones, que ahora creen que la excepción es la regla.
El modelo de empresario ahora no es el de aquel que tiene un sueño y trata de llevarlo a cabo y en ello emplea toda su vida. Un empresario ahora es como un jugador compulsivo, que intenta cualquier tipo de juego mientras este dé dinero. Lo que es peor hemos creado el famoso "emprendedor en serie", que es aquel que crea varias empresas, usa el dinero de otras personas en ponerlas a andar, sin saber si estas realmente tendrán éxito, pero que al final no le interesa ni el futuro de sus inversores o trabajadores, sólo saber si generará millones, si esto no sucede se aburre e intenta otra apuesta. El problema de la mentalidad lotería/casino es que es altamente ineficiente, porque por un lado desperdicia recursos (cada día más escasos) en ideas que puede no generen ningún beneficio al bienestar general más alla elevar la baja autoestima de algunos y en el proceso producir algunos millones. Por otro lado es altamente destructiva, ya que para poder hacer millones se debe destruir a la competencia, con lo cual la verdadera innovación desaparece.
Otro de los grander errores de los gambusinos TIC es que su innovación no va más alla de intentar copiar ideas de empresas éxitosas de U.S.A., sin entender las diferentes realidades de los mercados tecnológicos. Es decir en lugar de competir en el mercado donde existe más consumidores con capacidad de consumo (el mercado de habla inglesa), tratan de capitalizar la barrera idiomática, reciclando ideas antiguas a un mercado que tiene mucha menor capacidad adquisitiva, es de un tamaño mucho menor y en el cual la simple existencia de una barrera idiomática señala una profunda resistencia al cambio. Si alguien realmente es "dinámico" e "innovador" lo primero que hara será aprender inglés, por lo tanto entramos en la paradoja de los gitanos tratando de leerse las manos unos a otros.
Hay entonces forma detener éxito, pue sí. Pero como siempre no es fácil, requiere que estes adelante de todos los demás competidores. Para poder tener esa ventaja necesitas tener el suficiente dinero para poder pagar una educación de verdad, en una universidad de verdad. Y disculpenme las universidades latinoamericanas, ninguna de ellas siquiere pasa los niveles mínimos de competencia internacional. Así que si no se sabe que está pasando en este momento, porque estamos en una universidad que no produce nuevo conocimiento (¿cuántas nuevas patentes TIC ha registrado tu universidad este año?), sino que repite traducciones del inglés al español, como podemos saber hacia donde debemos avanzar. Claro estadísticamente a pesar de todas estas limitaciones, algunos de los estudiante podrán tener éxito. Pero ojo no es debido a una política de la universidad o del país, es el resultado de probar abundantes boletos de lotería, alguno de ello contendrá el premio.
Entonces si es así, ¿estamos condenados?. Pues no, dejenme contarles la historia de Michael Faraday, que hizo grandes aportes a la física y sin los cuales muchas de las máquina eléctricas que conocemos hoy no existirían. El no tuvo una formación tradicional, no estudió en ninguna universidad, el fue siemplemente un muchaho de 13 años que fue obligado a ganarse la vida como encuadernador de libros en Londres (durante 15 años). El tenía dos caminos, podía encuadernar los libros odiando lo que hacía y pasar toda su vida maldiciendo su suerte, o por el contrario podía abrazar su destino y leer los libros que le tocaba encuadernar. Es así como decide leer todo lo que encuaderna y consigue aprender todo el conocimiento de su época.
Gracias a la web, hoy todos somos Faraday. Existen en la actualidad abundante información y hasta videos de las clases de las más prestigiosas universidades norteamericanas, el costo de acceder a ellos es sencillamente lo que nos cueste el acceso a Internet y pero lo más importante es que hablemos inglés, ya que si esperamos por la traducción será muy tarde. Está pues en nuestras manos decidir que queremos hacer con nuestra vida, aceptar que estamos en desventaja y comenzar a recorrer el largo camino entre estar al final de la fila o ubicarnos en primera línea para realmente comenzar a innovar. O por otro lado podemos decidir creer en nuestra suerte y continuar el camino de los gambusinos TIC, en busca de la pepita de oro de que nos hará ricos.