X-flación

Hay muchos expertos opinando sobre un futuro deflacionario, inflacionario, hiperinflacionario, estanflacionario (reseción con inflación), biflacionario (inflación y deflación ocurriendo a la vez), cada cual recomendando su mejor estratégia para prepararnos para el apocaliptico futuro. Lo cierto es que no todos estos escenarios puede ocurrir a la vez, es decir la realidad futura será sólo una y todos estos escenarios de futuro sólo pueden reflejar dos cosas, una es que todos nuestros expertos realmente no lo son, la otra es un intento deliverado por ocultar un terrible escenario futuro que nos espera en sólo pocos años.

Primero quiero aclarar que soy conciente que muchas de las personas a las que pretendo llegar (mi público objetivo), hoy están muy ocupados con los partidos para eliminatorias de Brasil 2014. Lo se, pero espero que en algún momento lean este post. El segundo punto que quiero establecer es que no soy un creyente de teorías conspirativas, independientemente de sobre quien estas hablen, Illuminati, Los Sabios de Sion, etc. Así que si están buscando una historia conspirativa, lamentablemente aquí no la encontraran, por el contrario mucho de lo que comentaré aquí está basado en lo que he encontrado en la web a través de fuentes públicas y cruzandolo con otras fuentes personalmente, ojo eso no quiere decir que no pueda haber error, sólo intento decir que he hecho mi mejor esfuerzo para obtener fuentes  cuya cordura está demostrada.

En este blog he hablado sobre temas económicos practicamente desde que lo inicié hace ya varios años (2007) y aunque para mi escribir los posts ha servido como catarsis, también ha sido un registro de mis cambios de postura sobre como entender la actual crisis económica. Despues de todo lo importante no es conocer la repuesta a todos los problemas (algo materialmente imposible), sino tener una metodología que nos ayude a comprender la realidad que vemos y nos ayude a solucionar los problemas específicos que se nos presentan.

A lo largo de estos años he ido descubriendo ideas y personas que bien encajarían en la canción de Bob Dylan The Times They Are a Changin', entre ellos por ejemplo a George Soros y su Teoría de la Reflexividad, Nassim Taleb y los límites del pensamiento inductivo, Marion King Hubbert, Matthew Simmons, Richard Heinberg and Chris Martenson sobre el tema de Peak Oil, Andrew Bacevich y las consecuencias del final del Imperio Americano e indiscutiblemente en idioma español a Santiago Niño Becerra y su visión de que el nuevo paradigma es "ir a menos".

Con respecto a que nos espera en los años por venir, pues es claro que hay varias cosas que debemos considerar como hipótesis de trabajo:

  1. Hemos llegado al Peak Oil.
  2. El Imperio Americano está sobre extendido e inevitablemente debe contraerse.
  3. Todo el dinero que existe es prestado en existencia en la suposición de un sistema de crecimiento perpétuo.

Bajo las premisas anteriores es evidente que el camino que tenemos al frente es uno en el cual la constante es la escasez, por lo tanto lo primero que desaparecerá de la economía mundial será el crédito. Sin crédito la escasez aumentará porque habrá menos dinero disponible para financiar proyectos que requiran grandes inversiones. Paradógicamente, en este entorno de reducido crédito y contracción económica, los precios de los alimentos y materias primas continuaran al alza, no por un aumento de le demanda, sino por la contracción dramática de la oferta.

Otro factor que contribuirá a la destrucción masiva de riqueza (capital), será el desempleo tecnológico. Algo que llevamos experimentando desde finales del siglo XX para la clase obrera y desde los 2000 para la clase media (profesionales). Con el desempleo al alza, la población empobrecida no podrá pagar lo que ya debe, menos aún consumir nuevos productos manufacturados, con lo cual la capacidad productiva ociosa en las naciones industrializadas será más que notoria.

Debido a que el dólar básicamente está respaldado por el comercio internacional del petróleo, algo sobre lo cual los Estados Unidos tiene un control casi absoluto. Es lo más probable que en los años por venir la mayoría de monedas tiendan a converger en torno al dólar, una severa apreciación de una moneda contra el dólar sería la receta para una recesión instantánea. Contrariamente a lo que los deseos de la mayoría (los residentes de U.S.A. somos apenas el 5% de la población mundial), el dólar como moneda de reserva e intercambio segirá siendo el patrón sobre el cual todos los demás bienes y servicios serán cotizados, al menos durante los siguientes 10 años (a menos que en Europa o Japón alguién descubra la fusión fría).

¿Llegará el oro a costar $5000 la onza?, es un escenario difícil. El oro tiene muy pocas aplicaciones industriales y el colapso del consumo a nivel mundial hara que la demanda proveniente de China e India se reduzca de una manera drástica. Por el contrario la plata y el cobre que tienen uso industrial y militar abundante debido a lo violento e inestable de los tiempos por venir veran un repunte en sus precios.

¿Volveremos a un patrón de oro? Mientras la población del planeta exceda los mil millones de seres humanos, tratar de ir por la vía del patrón de oro es simplemente una receta para iniciar una guerra mundial. Ya el mundo ha experimentado con globalización y patrón de oro a la vez y eso nos llevo a la Primera y Segunda Guerra Mundial. No hay ninguna razón para esperar que si volvemos aplicar la receta no terminemos de igual forma.

Un segundo colapso del precio de las propiedades inmobiliarias es inminente. La contracción del crédito a nivel mundial, las elevadas tasas de desempleo y una reducida capacidad de ahorro como resultado del constante aumento del precio de los bienes y servicios de primera necesidad (alimentación, transporte y calefacción) van a forzar a una segunda drástica caída del precio de los inmuebles en los países desarrollados. Con lo cual más destrucción de riqueza (capital) creará más presiones deflacionarias.

Asumiendo que el mundo no entre en una conflagración de todos contra todos, en el escenario más optimista la población mundial en promedio experimentará en los siguientes 30 años un retroceso en los estándares de vida de cuando menos 200 años. Esto significa que la expectativa de vida caerá, la tasa de mortalidad materno-infantil aumentará y veremos el retorno de enfermedades para las cuales ahora tenemos cura, todo ello como resultado de los agresivos recortes en gasto público en salud y educación, tanto en los países subdesarrollados, como en los países desarrollados.

Eso es en cuanto al escenario mundial, en cualto al peruano que nos espera en los próximos 30 años. Lo que es evidente es que el país no puede sostener 30 millones de habitantes, la mayor pare de ellos concentrados en ciudades de la costa, region que según recientes estudios científfícos relacionados con el calentamiento global se volverá aún más seca en los próximos 30 años. Las grandes ciudades de la costa están destinadas a sumirse en el más absoluto caos o reducir significantemente su tamaño forzando la emigración de sus pobladores, porque con el creciente coste de la energía, el transportar personas y mercaderías desde y hacia las ciudades resultará prohibitivo para la gran mayoría de sus habitantes.

A qué tamaño debería reducirse la población peruana para auto-sostenerce sin el uso de energía barata (es decir sin petróleo), pues no tengo una respuesta a ello, pero si la historia sirve de algo hay un estudio sobre "Población y Etnicidad en el Perú Republicano (siglo XIX)". Que da una cifra en torno a los dos millones y medio de habitantes en el censo de 1876. Creo que asumir eso como un valor máximo que el país puede sostener con muy bajo consumo energético es un escenario bastante posible. La pregunta viene entonces, ¿qué ocurrirá con los otros 27 millones y medio de peruanos que ahora tenemos?

Parte de nuestra explosión demográfica la debemos a programas gubernamentales de vacunación masiva, despliegue de un sistema de salud pública que si bien es cierto apenas funciona, ha permitido reducir las tasas de mortalidad materno-infantil a niveles que nos ponen dentro del promedio mundial. La población a podido crecer en las ciudades donde gracias a la economía de escala que proveen las tecnologías de la era post-industrial hemos empleado a la mayor parte de la población 75% de la PEA en el sector de servicios. Ha sido posible emplear este modelo de darle ocupación a las personas en el sector servicios debido a que la economía y la población ha estado creciendo, el problema es que eso está a punto de terminar, que haremos con ciudades en donde la norma sea que 75% de la población que puede y quiere trabajar no podrá encontrar un empleo.

Lo peor de todo es que las estadísticas oficiales del BCRP muestran que dependemos de flujos constantes de capital extranjero para poder financiar nuestro crecimiento. Con el colapso económico global que vamos a experimentar en los próximos meses, la volatilidad del mercado de capitales y lo poco diversificada que está la economía peruana, las primeras señales de los caóticos años por venir las podremos ver muy pronto.

En el caso peruano, lo que es evidente es un escenario inflacionario, la razón es sencilla. La estructura del PIB es asimétrica, el mayor empleador de todos es el estado, sin embargo es el sector que menos riqueza genera, el estado está envuelto en proveer servicios sociales básicos como salud, educación, un sistema jurídico y orden público. Por otro lado el sector que menos emplea es el que se dedica a actividades de producción primaria como la minería y agro-industria, y es el sector que más riqueza genera. Pero este modelo ha funcionado mientras exista una gran demanda internacional por lo que producimos, lamentablemente para nostros los peruanos lo que ha posibilitado nuestro crecimiento en el pasado fue una coyuntura mundial y aquello que dictará nuestra contracción futura será también una coyuntura mundial.

Como es posible que esta estructura asimétrica de nuestro PIB nos condene a un futuro inflacionario o incluso hiperinflacionario, pues debido a que el suministro de dinero está en manos del mayor empleador. Es más fácil para un político imprimir billetes, que despedir trabajadores (que tienen el derecho del voto). Piensalo por un minuto, tu eres un político y tus decisiones están en función de que te vuelgan a elegir, como les dirias a los empleados públicos que el gobierno (que es su empleador) de una economía que se contrae (PIB se reduce) no puede seguir dandoles un trabajo, porque sus rentas (los impuestos son un % del PIB) están cayendo.

Yo no creo que nada de esto sea ajeno a nuestras elites, ellos lo saben de seguro. Y es que el problema no es saber lo que está pasando, el problema es como le das la mala noticia a personas a las cuales les has estado diciendo por muchos años que se está reduciendo la pobreza. Hay un 40% de pobres a los cuales se les ha estado prometiendo que saldran de la pobreza, ahora se les debe decir que nunca saldran de la pobreza, hay un 20% de la población que apenas acaban de salir de la pobreza y ahora se les debe decir que volveran a ella. Peor aún hay un 20% de clase media urbana que nunca ha sido pobre y debes de decirle que serán pobres, ciertamente en un escenario así la ignorancia es una bendición.

Ahora esto no pasa solamente en el Perú, esta es una realidad que afectará a todos los países de la región por igual así que una emigración a los vecinos tampoco es una solución al problema. En realidad es un problema que no tiene una solución, sencillamente debemos de lidiar con las consecuencias de la falta de valor para decir la verdad de nuestros líderes políticos. Pero como dijera el Premier Juan Carlos Hurtado Miller: "Que Dios nos ayude".

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