La falacia del emprendimiento

De un tiempo a esta parte la receta para solucionar los problemas económicos que uno encuentra en nuestra sociedad está en las manos de aquellos que poseen un "espíritu emprendedor" o como más comúnmente se les llama "emprendedores". Ellos son la solución a nuestra falta de crecimiento económico, ellos crean trabajo que hace falta en nuestra sociedad, innovar al desarrollar nuevas tecnologías o reutilizar tecnologías existentes para nuevos fines. Amasan fortunas de miles de millones de dólares desde garajes o dormitorios universitarios. Pero la verdad es que en latino américa y más concretamente en el Perú, esta receta parece no funcionar. ¿Por qué?

Las nuevas generaciones han crecido oyendo frases como: "Lo único constante es el cambio", "Sigue tus sueños", "Hay que reinventarse", etc.; y escuchando historias sobre como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg, crearon grandes imperios en tiempo record, empezando desde muy abajo. Es por ello que cuando las hordas de recién graduados que nuestro sistema universitario industrial lanza al mercado laboral, ellos descubren, dolorosamente, que la oferta laboral (no importa en que área estén) es casi nula. Frente a ellos se presenta entonces dos cominos volver a la universidad por una maestría o iniciar un negocio propio. Así como muchos de ellos deciden de que es tiempo de volverse "emprendedores". Que deben crear un startup que cambiará al Perú y el mundo, esperando en el proceso hacer mucho dinero, ser famosos y admirados por todos.

Lo cierto es que en el Perú, hasta donde sé esto no ha pasado, y si las cosas siguen como hasta ahora difícilmente ocurrirá. Es difícil hablar concretamente sobre el tema ya que las estadísticas de cuanto vive en promedio una PYME en el Perú, brillan por su ausencia. Y si alguien decide empezar un negocio, pues a menos que se haya ganado la lotería, lo hará como PYME. En los últimos años el estado se ha preocupado por simplificar los trámites para crear una empresa, logrando reducirlos a 72 horas. Pero, la formalización de una pequeña o micro empresa, no garantiza ni acceso a crédito, ni tampoco que el emprendedor tenga claro como hacer dinero con su idea de negocio.

Lo que si sabemos es más o menos cuantas PYMEs hay en el Perú, según un informe publicado en el 2013, los números son como siguen: "Del total de firmas formales en nuestro país, las microempresas representan un 98.3%, las pequeñas 1.5%, y las medianas y grandes organizaciones un 0.2%". El total de las PYMEs era para el 2012 de 6.32 millones. Sin embargo, pese a su gran número su aporte al PIB es de sólo el 30% según un estudio hecho por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio.

Una simple análisis de los datos expuestos en el párrafo anterior nos permite concluir que la productividad de los trabajadores de las PYMEs en el Perú es bajísima. Pero, ¿qué es productividad?, según Wikipedia una definición de productividad sería: "… la relación entre la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha producción". Aterrizandolo al PIB que es la cantidad de bienes y servicios producidos por un país durante un año, pues tenemos que el 98.3% de todas las empresas sólo aporta el 30% del PIB, entonces el 1.7% restante genera el otro 70%. Si consideramos además que las PYMEs son el empleador número uno, es fácil concluir que la productividad es muy baja.

Pero, ¿qué significa que la productividad sea baja?, pues lo primero que significa es que el proceso productivo de las PYMEs usa poca tecnología y por otro lado que el valor agregado generado es bajo. Con lo que la única alternativa de una PYME para sobrevivir es reducir sus costos en los dos factores productivos que puede controlar: mano de obra y capital. Es por ello que la informalidad laboral es tan alta en las PYMEs y la muy baja inversión en capital, significa que la tecnología usada ya es obsoleta, para poder comprar con gran descuento las herramientas o tecnología necesaria para producir.

Aterricemos el concepto a una empresa que vende ropa. Ya que su "materia prima" en este caso es la ropa que compra a uno o varios proveedores, pues no puede reducir costos aquí. Reduce sus costos, pagando el mínimo a sus trabajadores y haciéndolos trabajar más de 8 horas (una forma de pagar menos). Pero además no puede darse el "lujo" de invertir en un punto de venta que le permita procesar pagos por tarjeta de crédito o débito, algo tan común en otras latitudes. Pues simplemente su margen desaparece si hace eso. Lo que el emprendedor no sabe es que está reduciendo el número de clientes que puede atender, pues la gente que compra al contado es mucho menor que la compra a crédito. Por otro lado un punto de ventas le podría implementar campañas de fidelización con descuentos a clientes que compran frecuentemente.

El ejemplo anterior es simple y burdo, hay muchos más detalles en el cuadro. Pero sólo lo he invocado para ilustrar como la limitación de capital semilla (o capital inicial) de un negocio, impacta tremendamente la productividad de una empresa (especialmente si esta es PYME). Si no existe una tecnología apropiada para iniciar un negocio y darle un impulso inicial. Si además no se crea capital humano, pues es cuestión de tiempo para que el negocio quiebre.

Pero ahora viene el otro componente de la ecuación, la demanda. Cuando se inicia un negocio, se entra al mercado como un oferente de bienes o servicios, pero si no existe una demanda real para nuestro producto o servicio, pues toda la inversión hecha (por más cuidadosamente planeada que esta sea) será inútil. Para ponerlo en términos extremos, sería una muy mala idea poner un negocio de venta de helados en la Antártica.

Es justamente aquí donde se revela la contradicción de ser un emprendedor, como resultado de no encontrar un trabajo. Justamente la falta de oportunidades laborales es el resultado de que más del 98% de las empresas en el Perú son PYMES, que tienen una productividad muy baja y por lo tanto no pueden contratar profesionales (que demandarán sueldos altos). Por lo tanto todos los profesionales que producen nuestras universidades deben competir por puestos de trabajo en ese 1.7% de las empresas restantes. Esta reducida oferta de puestos de trabajo y gran demanda de los mismos por los recién egresados genera que los salarios (el precio de la mano de obra) para los profesionales sea bajo.

Además de la alta competencia y factores netamente probabilísticos, si no consigue un trabajo puede ser por varias razones, entre las cuales podemos citar: falta de conocimientos adecuados o alineados con las necesidades de las empresas a las cuales postula o falta de una red de contactos. Pero al mismo tiempo si se desea ser un emprendedor, pues se necesita un amplio conocimiento del segmento de mercado donde se desea incursionar y por otro lado una amplia red de contactos a los cuales acudir para ofrecer el producto o servicio.

Quién no recuerda aquél pasaje de Mateo 7:16 "Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?". De toda esta larga colección de incubadoras de empresas, aceleradoras o como quiera llamarse a Wayra, Startup Perú o LimaValley, cual ha producido una startup que sea un éxito real, aunque sea a nivel regional. Y eso que estamos hablando de los emprendedores más mediáticos y que reciben más apoyo de capital semilla para iniciar sus empresas. O, como les gusta llamarlas a sus propietarios (emprendedores): startup.

No, la verdad mi intención no es deprimir a nadie. Sólo deseo llamar la atención sobre el hecho de que muchos jóvenes, recién salidos de las aulas universitarias, sin experiencia profesional o de negocios. Se lanzan a la aventura (casi suicida) de hacer empresa en el Perú, escuchando los cantos de sirena de unos cuantos vivos que lucran de la desesperación de estos jóvenes que al no encontrar un trabajo, optan por la empresa propia sin entender los altos riesgos que toman. Es más la formación universitaria en el Perú es de por sí deficitaria en el campo de acción de cada carrera, pero en lo que es realmente mala es en darles los conocimientos para ser realmente emprendedores. Por lo tanto, si no tuviste suerte encontrando un trabajo en lo que estudiaste y más o menos te formaron. Honestamente, dime, cuales crees tú que serían tus oportunidades de éxito en hacer aquello para lo que no tienes idea de como es.

Espero disculpen lo extenso de este post, aunque he tratado de reducirlo, expresar las ideas que tengo, me ha tomado más de lo que pensaba. Espero les sea de alguna utilidad y espero sus comentarios.

3 comentarios en «La falacia del emprendimiento»

  1. Estimado Volkan Rivera; siempre sigo sus publicaciones y doy merito el trabajo realizado en las mismas. Me gustaría comentar sobre esta publicacion "La falacia del emprendimiento", en mi poca experiencia en emprendimiento considero que su publicacion no tiene el objetivo claro a menos que sea el de generar una fobia frente a este tema a su publico, me considero emprendedor y como yo hay muchos mas que intentan hacer algo diferente frente e tener un "trabajo seguro" si bien es cierto no existen hitos muy representativos en nuestro pais a quien podamos tomar como ejemplo considero que el emprendimiento es la unica manera de hacerle frente a la situacion comentada en su publicacion cito: "98.3% de todas las empresas sólo aporta el 30% del PIB, entonces el 1.7% restante genera el otro 70% donde todos los profesionales que producen nuestras universidades deben competir por puestos de trabajo en ese 1.7%"; Como emprendedor que me considero la necesidad de dinero no es mi principal motivacion sino el de hacer lo que mas me gusta y seguir aprendiendo considerando tener lo necesario, actualmente en el proyecto donde trabajo en 6 meses ya casi cumplimos las metas para tener la caja en verde, recibimos una primera inversion muy baja y con lo poco obtenido se a avanzado e aprendido y lo mejor de todo, me siento bien comigo mismo; Este es mi pequeño testimonio es por eso que me pregunto ¿cual es objetivo de esta publicacion? y por ultimo dejo esto por aqui "El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene". Saludos.

    1. Hola Jorge.

      Primero agradecerte por tu comentario. En segundo lugar, felicitarte por ser un emprendedor en el Perú a pesar de lo difícil que es tratar de hacer crecer un negocio en las actuales circunstancias alla.

      No intento crear fobias, como digo explicitamente en mis post mi intención no es deprimir, desmoralizar o asustar a nadie. Es por el contrario un mensaje de advertencia a todos aquellos universitatios recien egresados que no han podido encontrar un trabajo y deciden que hacer una empresa es la solución al desempleo. Cuando justamente poder crear un negocio de éxito, requiere una serie de conocimientos, actitudes y aptitudes que un recien egresado, por más brillante que este sea no tiene.

      Frases como la que citas: «El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene», pues forma parte de un repertorio muy grande usado por motivadores y está escrito en un lenguaje lo suficientemente ambigüo como para no poder ser sujeto a un análisis objetivo. Por el contrario, decir que el 98.3% de todas las empresas en el Perú son micro empresas y que tan sólo generan el 30% del PIB, es por otro lado una realidad estadística y una métrica que podría ser usada para definir objetivos concretos, con lo cuál podríamos hablar de si se llega a las metas mensuales, trimestrales, anuales o no. Lamentablemente plantear las cosas en esos términos podría significar que muchas veces no se tiene éxito en lo que se ha emprendido.

      Resumiendo, la situación del hacer empresa (emprendimiento) en el Perú, se enfrenta a las siguientes dificultadas:

      • Un mercado con baja capacidad de gasto discrecional (disposable income).
      • Un ordenamiento tributario muy duro con las micro y pequeñas empresas.
      • Limitado acceso al crédito y el que se puede conseguir es a muy altas tasas de interés.
      • Inseguridad tanto en lo referente al orden civil, al orden jurídico y al orden económico.

      No estoy diciendo que no hagan empresa en el Perú, sólo enumero los riesgos. Si se es conciente de los riesgos y se decide ir por el camino del hacer empresa de todos modos, pues es una decisión personal.

  2. Te equivocas, el objetivo es bastante claro si lo consideras con detenimiento. Puede sintetizarse cogiendo una de sus últimas frases: "ten en cuenta el canto de las sirenas". Con eso como premisa puede inferirse que no todos los "consejos" son aplicables a ciertas realidades, ni todos los "mprendedores" son oráculos de sabiduria. Hay muchos por alli con el engaño de la libertad financiera; no que no exista, sino que no es necesariamente por el camino que te revelan. Lo lamentable de esto es que son los más jóvenes, más necesitados, más crédulos, y en general más vulnerables emocionalmente quienes terminan perjudicados económica, social y familiarmente (en muchos casos) a manos de estos depredadores del "exito". Sólo eso.

    Por lo demás todos son libres de intentarlo. La mayor de las suertes para ellos, que finalmente es lo único que les podemos desear. Saludos.

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