Un último baile

El día de ayer (16 de febrero) los toros volvieron a tomar el control de los mercados e hicieron avanzar el Dow Jones Industrial Average casi 170 puntos, los fundamentos de la economía son bastante escuálidos, el desempleo sigue avanzando incluso entre quienes ya han dado por terminada oficialmente la recesión, el Reino Unido ha registrado el día de ayer, el pico más alto de desempleo desde 1997. Y hasta George Soros, quien decían que el oro ya no serviría para buscar refugio en él pues era la última burbuja, aquí la entrevista que dió en Davos, ahora resulta que ha comprado más de 600 millones de dólares en acciones de SPDR Gold Trust, un fondo mutuo que se especializa en inversiones en oro. A la desesperación global se ha unido también Warren Buffett, que según The Wall Street Joural, ha reducido su participación en las empresas petroleras ConocoPhillips (COP) y Exxon Mobil (XOM), a la par que ha invertido en empresas como Iron Mountain (empresa dedicada a las TIC), Republic Services (empresa especializada en el reciclaje), y Wal-Mart (especializada en comercialización al menudeo), es decir está tomando posiciones defensivas adquiriendo empresas que generarían utilidades incluso si vamos a una nueva gran depresión.

Si le sumamos a todo lo anterior el hecho de que los commodities han entrado en un nuevo rally y el petróleo parece dirigirse otra vez a $80 el barril, todo como consecuencia a los muy bajos intereses de los que gozan los especuladores gracias a la muy laxa política monetaria de la FED, queda claro que el colapso está cerca. Sin embargo, deberíamos de volver a tocar otra vez los 10,700 puntos en el DJIA y el dólar debería de hacer otra vez un mínimo antes de que todas las posiciones tomadas por los especuladores con dinero prestado por los bancos centrales del mundo terminen por colapsar y con la pérdida de estas riesgozas apuestas, no solamente los ludópatas que se hacen pasar por respetables financistas perderan billones, sino que terminarán por poner a todo el planeta en la más grande de todas las depresiones que hayamos registrado.

Al menos para mi ha quedado claro, por las acciones tomadas tanto por Soros y Buffett, es que el papel moneda como lo conocemos perderá bastante de su valor, que los bonos del tesoro americano (que representan deuda pública) se podrán utilizar al menos para empapelar paredes y lo más prudente en estos momentos es invertir en activos duros, como el oro o acciones de empresas que vendan cosas muy necesarias (alimentación, vestido y salud). Aprovechemos este último baile y recordemos que fue bello mientras duró, no se olviden de recordar los buenos tiempos mientras hacemos la cola por nuestra ración diaria de sopa.

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