Obama, recesión y Open Source

En un artículo de Ryan Paul, aparecido en ArsTechnica, se comenta el hecho de que Scott McNealy, co-fundador y ex-CEO de Sun Microsystems, ha declarado que ha sido contactado por miembros de la administración Obama, para que ayude en la elaboración de un plan que tendría por objetivo reducir los gastos TIC en las diversas esferas del gobierno norteamericano, federal y local. A través del uso del Open Source, esto sería una forma de enfrentar la actual crisis presupuestal y hacer mucho más con menos recursos. Hay varias formas en las que el gobierno federal puede ahorrar utilizando el Open Source, por ejemplo grandes despliegues de PC con Linux en escuelas públicas, que ha probado ser bastante efectivo en el pasado. Y hay ejemplos como los del parlamento francés, que podrían seguirse en la administración pública norteamericana. Adicionalmente a la reducción de costos, que es algo prioritario en estos momentos, el uso de tecnologías Open Source, también mejora la interoperatividad con otras tecnologías, dandole a los departamentos TIC mayor flexibilidad al momento de usar y administrar su software.

Pero las dudas de la comunidad Open Source no están relacionadas a las verdaderas intensiones de la nueva administración Obama, que ha dado muestras de auténtico interés por el Open Source, sino a la persona que ha sido designada para ayudar a rediseñar las políticas del gobierno federal. Ya que McNealy, se ha caracterizado por su temperal y borrascosa relación con la comunidad Open Source. Incluso algunos críticos han dicho que pedirle a McNealy escribir un documento que de las pautas sobre la adopción del Open Software en la administración pública, es como pedirle a Dick Cheney, que escriba un documento sobre las pautas para conseguir transparencia gubernamental. Ciertamente no parece la mejor opción para pedir consejo.

Pero a quien pedir consejo entonces, Ryan Paul, sugiere a Sue C. Payton, asistente de la secretaría de la Fuerza Aérea para Adquisiciones. Ella ha sido la autora de un documento que proponía una hoja de ruta para el despligue de tecnologías Open Source en el Ministerio de Defensa, mientras fue una comisionada de la sub-secretaría de defensa en el 2006. Obviamente alguien que conoce al estado y al Open Source es mucho más recomendable, que alguien que ha tenido una relación de amor/odio con el Open Source como es el caso de Scott McNealy.

De cualquier forma, si el plan se lleva acabo, aunque sea parcialmente, representaría el modelo a seguir para una gran cantidad de administraciones públicas en el mundo, con lo que quizá uno de los clientes más importantes de Microsoft cerraría muchas de sus cuentas, y con él un grupo tambien numeroso de importantes clientes, compuesto en su mayoría por gobiernos extranjeros. Si en Microsoft conocían de estas conversaciones, es fácil entender por qué han estado tan preocupados últimamente en Redmond y colocaron al Open Source como una de las grandes amenazas a su modelo de negocio. Al parecer la recesión no será el fin del Open Source como muchos han estado anunciando, sino tal vez el catalizador para que salga de los centros de investigación y grandes centros de datos, para hacer su entrada al mercado de consumo masivo.

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