El plan de rescate financiero propuesto por iniciativa del ejecutivo al congreso americano la semana pasada por $700,000 millones, y que ha causado tantos comentarios alrededor del mundo, incluyendo al presidente del parlamento europeo Hans-Gert Poettering que dijo: "Nunca comprenderé que haya 700.000 millones de dólares de los contribuyentes disponibles para salvar al sistema financiero y no para luchar contra el hambre del mundo", ha sido por decir lo menos mal entendido.
En primer lugar los $700,000 millones no serán entregados en efectivo a los bancos, es más según las últimas versiones sobre el acuerdo que se votará mañana lunes en la cámara de representantes (diputados) y posiblemente el viernes en la de senadores, el intercambio de papeles de deuda tendría tres etapas, una primera de $250,000 millones, una segunda que debe ser solicitada por el presidente de $100,000 millones, y una tercera que debe ser nuevamente aprobada por ambas cámaras de $350,000 millones. La ayuda del estado americano está en intercambiar papeles de deduda difíciles de negociar (CDO, SIV) que tienen en su poder los bancos de inversión, por bonos del tesoro americano que son fácilmente convertibles en efectivo, pero en ningún momento habrá una impresión de dinero para ayudar a los bancos.
Según se ha comentado en medios especializados, la ley que se aprobará requerirá que los bancos que soliciten la ayuda estatal, están obligados a entregar paquetes accionarios al estado como garantías, y de esa forma asegurar que el estado reciba una retribución justa por la ayuda, cuando la situación mejore. Además aunque es el punto más candente, se espera que la ley ponga un límite a las compensaciones de los directivos de los bancos, que asumieron grandes riesgos para mostrar buenos resultados en el corto plazo, aunque a la larga eso signifique malas inversiones.
Pero ¿es acaso esto el fin del libre mercado, del liberalismo económico?, bueno podríamos decir que es todo lo contrario, que esta crisis nos muestra una vez más que el mercado puede ser mucho más astuto que los más brillantes economistas. Por que afirmo esto, pues por el origen mismo de la crisis. La actual falta de liquidez es una consecuencia directa de los prestamos hipotecarios a personas que no tenían un historial de crédito y que por lo tanto jamas debieron haber recibido un prestamo, pero entonces la culpa es del que presta el dinero o del prestamista, bueno esta es una discusión del tipo que fue primero, el huevo o la gallina, pero hay un detalle que no se dice en los medios de comunicación masiva, que es los grants y ayudas estatales y federales durante los buenos años, para ayudar a las familias de menores recursos a conseguir el sueño americano de la casa propia.
Si, en la misma tierra del libre mercado, del mismo gobierno que dice de la boca para afuera que los gobiernos no deben intervenir en la economía, y que además afirma que la disciplina fiscal es un requisito para una economía sólida. Las ayudas federales y estatales, a través de incentivos fiscales y grants, permitieron que muchas familias (literalmente millones), tuvieran acceso al pago inicial de una casa, en pocas palabras el clásico estado paternalista latinoamericano. Pero cual era la intensión de esas ayudas o subsidios directos del gobierno, no dinamizar la economía, sino simplemente conseguir votos para las elecciones, así el congresista que pudiera conseguir más ayudas para su distrito, obtendría más votos y seguiría en el congreso.
Los bancos comerciales, al igual que los osos atraídos por el olor de los desperdicios, se acercaron en busca de una utilidad fácil, pero se vieron rápidamente limitados por las legislaciones existentes, es por ello que para evitar las restricciones que se les impuso luego de la gran depresión de 1929, comenzaron a jugar en pared con los bancos de inversión, que no están obligados por ley a mantener un límite de su apalancamiento financiero.
¿Hubo una falta de legilación?, si es cierto la hubo, pero debido a que los abogados y economistas de los bancos de inversión inventaron los famosos CDOs e SIVs que permitieron tomar el dinero de los grandes fondos de inversión, que en su mayoría están conformados por los fondos de retiro de millones de occidentales, ojo aquí los afectados no son sólo los americanos, sino también los europeos. Con esa enorme cantidad de efectivo fue posible la especulación en el mercado inmobiliario y el espejismo de que es posible crear gran riqueza construyendo casitas.
Ciertamente no ayudar a los bancos de inversión y dejarlos quebrar pondría a millones de occidentales, frente a una vejez completamente incierta, apesar de que durante toda su vida hayan tenido una estricta disciplina de ahorro. Es por ello la preocupación del gobierno, ya que más del 60% de los votos viene de ese grupo de veteranos llamado los baby boomers.
Si se hubiera seguido un camino 100% pro-mercado, pues sencillamente la especulación con el mercado inmobiliario no hubiera sido posible desde un primer momento, pero muchos congresistas no hubieran sido re-elegidos en sus respectivos distritos. Si se hubiera seguido un camino 100% pro-mercado, el gobierno no tendría un déficit que crece cientos de millones cada día, manteniendo dos guerras absurdas en Iraq y Afganistan, pero las compañías ligadas al vice-presidente no hubierán sido tan rentables. Si se hubiera seguido un camino 100% pro-mercado, no se dependería del petróleo extranjero, ya que al sincerar los precios, otras alternativas ya hubieran aparecido.
Pero ciertamente los Estados Unidos, es como aquel médico que les da a todos sus pacientes la receta, pero el mismo no esta dispuesta a tomar la medicina por amarga que parezca, aunque sepa que es el único camino.
En lo personal creo que no queda más remedio que aprobar el horrible paquete de 700,000 millones, con todo el daño moral que eso significa. Pero se debe de comenzar a cortar gastos, especialmente comenzando por los militares, trayendo a todas las tropas de vuelta a casa. Además de que se debe obligar a que en los próximos 4 años el déficil federal se reduzca a 0, y que la balanza comercial de USA deje de estar en rojo en los próximos 10 años, a través de políticas que promuevan la producción de bines y servicios en USA. Ello puede significar una reducción en el estándar de vida americano, sueldos más bajos y menor crédito de consumo, pero no hacerlo sencillamente condenará a éste país a convertirse en uno más de sus vecinos continentales.