El día de hoy en el diario La República ha aparecido una noticia que tal vez para muchos pueda parecer intracendente o para otros injusta, el incremento de la cuota inicial para acceder a una casa propia del actual 10% a un 20%, lo cierto es que esto señala el final de la burbuja inmobiliaria peruana y marca el inicio del camino de una larga etapa deflacionaria de activos con todas las consecuencias que esto implica. Se veía venir esto, salarios congelados en términos reales por casi una década, cada vez menos gente en planillas (la gran mayoría como independiente con recibo por honorarios profesionales) y un crecimiento de crédito exponencial que no se justificaba con el nulo crecimiento de la productividad de las empresas peruanas. Pero como en toda burbuja, la codicia reflejada en la frase: "esta vez es diferente" trataba de ocultar la verdad fría y triste de las estadísticas que nos decía: "todo lo que sube, tiene que bajar".
¿Por qué los peruanos emigran?
En los últimos días he visto en la prensa peruana unos artículos cuya idea de fondo pareciera ser un sentido de incredulidad o asombro sobre el hecho de que más 100,000 peruanos salen todos los años del Perú, como si el Perú fuera un país idílico donde vivir y es una sorpresa para los propios peruanos que 100 mil de sus compatriotas salgan del país para no volver. Los artículos a los cuales hago referencia han aparecido en el diario Expreso, RPP y La República. La razón por la que digo que estos medios de comunicación muestran su asombro frente a las cifras es debido a que dicen palabras como las usadas por el diario Expreso en su titular "Los peruanos siguen emigrando pese a la crisis mundial", o tal vez la frase citada en el mismo diario: "El informe destacó que la disponibilidad de puestos de trabajo y la situación de los salarios ha mejorado en Perú durante los últimos cinco años; sin embargo, el flujo emigratorio continúa.". Pero de ¿qué mejora en la oferta laboral o la calidad de la misma estamos hablando?
Lo importante es lo necesario
He encontrado este interesante video en Youtube del economista español que más ha acertado sobre la actual crisis sistémica que hoy atravesamos, Santiago Niño Becerra en menos de 30 minutos nos describe por qué estamos tan mal y la razón por la que no saldremos sino hasta después del 2030. La presentación puede ser descargada desde este link y aquí les dejo el video para que lo vean:
Me quedo con la frase de que el nuevo modelo puede ser descrito con la frase: "Lo importante es lo necesario".
¿Un título de Ingeniería de Sistemas/Software vale al menos el papel sobre el que está impreso?
Esta es una pregunta muy válida y aunque el título lo he tomado del artículo de Andrew Oliver publicado en Inforworld el pasado 11 de Setiembre, ya varias veces he hablado sobre el mismo tema en este blog, en post como Informáticos: obsoletos al graduarse, La dictadura del diploma en las TIC y ¿Por qué Juanito no programa?. En pocas palabras los graduados de "Ciencias de la Computación", "Ingeniería de Software", "Ingeniería de Sistemas", "Informáticos" o como querramos llamarles terminan las clases universitarias sabiendo prácticamente nada sobre como funciona el mundo real en el sector de los TIC y lo que es peor usualmente luego de haber invertido bastante dinero en su educación. Este no es un problema solamente del Perú, ocurre aquí en USA y en practicamente todo el planeta.
En busca de la ley que resuelva todos los problemas
En los pasados días he recibido comentarios sobre una reciente publicación aparecida en el diario La República, sobre un comunicado del Colegio de Ingenieros que informa que se abstendrá de colegiar a titulados de universidades que ofrescan programas de Complementación Profesional Técnica, de Titulados de Centros Educativos de Nivel Superior no universitarios, por Experiencia Laboral o egresados de aquellas universidades que otroguen título de Ingeniero con un tiempo de formación de ingeniería menor a 10 semestres académicos. Esto ha originado el reclamo de aquellas personas que forman parte de estas universidades y el aplauso de los que ya están titulados o forman parte de los programas de 10 semestres, sin entender ambos lados del conflicto que el problema (la disputa por las pocas oportunidades laborales) no se resolverá con una medida legal.