Esta es la tercera y última parte del recuento de los hechos ocurridos durante la creación y funcionamiento del primer BBS de Chiclayo. Retomando el hilo de la narración, pues sucecidó que luego de tener el BBS operando y convencidos de tener todo listo, es decir la empresa creada y formalizada, los equipos listos y operando, es que comenzamos a analizar la mejor forma de entrar al mercado chiclayano. Moraleja: jamas inicie un negocio si desde el primer momento no tiene un plan de marketing.
Pensamos que el mejor lugar para buscar a los usuarios era la sede del Colegio de Ingenieros del Perú en Chiclayo, y por ello fuimos a entrevistarnos con el decano del colegio en funciones y le expusimos nuestra idea, que consistía en ofrecer membresía gratuita a todos los ingenieros colegiados. Realmente creo que fue un error de interpretación de la realidad el suponer que el colegio profesional de ingenieros estaría interesado en innovar, pues si algo tienen en común las organizaciones y cofradías es odiar lo nuevo y pretender mantener el statu quo a toda costa, para seguir manetniendo privilegios obtenidos en el pasado, ya sean estos justos o no. Fue por esta elemental falta de suspicacia, que me sorprendió la pobre acogida de la nueva tecnología dentro de la organización a la que pertenecíamos mi padre y yo, a pesar de las charlas de divulgación sobre el uso de la misma, la empresa y nuestro servicio recibió tanta atención como un el sermón de las 3 horas (para los que no son católicos y peruanos, el sermón de las 3 horas, es la sucesión de comentarios a las 7 últimas palabras dichas por cristo en la cruz antes de morir, estos sermones se pronuncian los viernes santos entre el medio día y las 3 de la tarde).
Adicionalmente, invitamos a todos los ensambladores de hardware de la ciudad para la inauguración, la lógica era que ellos podrían ser nuestros aliados estratégicos para poder llegar al público que tenía un computador en casa, o al menos tenía planes de adquirir uno. Este fue otro terrible error, pues el negocio de la TIC en Chiclayo no estaba en la venta de servicios, sino en la venta de equipo (hardware), pues todo lo demás (software y servicios), se consideraba un derecho gratuito obtenido al comprar una computadora de un fabricante.
Al momento de la inauguración despues de todas las invitaciones cursadas, sólo llegaron 4 personas, una de las cuales llego de curiosidad por una nota que salió en el periódico local. Uno de los asistentes, el Ingeniero Chimoy, que llegó en representación del Colegio de Ingenieros, sería el primer usuario oficial del BBS. Lo cierto es que sólo obtuvimos 1 usuario que pagó una suscripción, después todos los demás eran parte del "convenio" con el Colegio de Ingenieros y no pagaron nada, pero incluso siendo gratis nunca se llegó a tener más de 20 usuarios en el BBS, y conectados en simultáneo jamas hubo más de 3.
En aquel tiempo era muy joven y el pobre resultado que había tenido dicha aventura empresarial, por más horas que había invertido en hacerla funcionar, me había desilucionado mucho. Aún no comprendía que lo importante no es la tecnología sino por el contrario la estrategia de marketing y un plan de negocios que sea realista. Adicionalmente aprendí de que para misionero no sirvo, pues el sacrificar tiempo y dinero tratando de mejorar un aspecto de la ciudad, en mi caso particular introducirla a la era on-line, pues sencillamente no me trajo ninguna satisfacción personal.
De haber sabido lo que sé ahora, le hubiera recomendado a mi padre asumir las pérdidas obtenidas hasta ese momento y dedicarnos a otra cosa, posiblemente el cultivo de la planta del limón hubiera sido mucho más rentable, dada la gran demanda del mismo para la elaboración del más popular y tradicional fast-foot chiclayano, el ceviche. Sin embargo como mi formación en administración de riesgo era equivalente a la de los ejecutivos de Lehman Brothers, hicimos exactamente lo mismo, seguir arriegando más con la idea de que en algún momento recuperar la inversión realizada.
Lo positivo de toda la experiencia anterior es que aprendí que no importa que tanto trates de que las cosas pasen, las sociedades tienen su inercia y la historia su ritmo, es decir pude comprender el refran: "No por mucho madrugar, amanece más temprano". Además si uno tiene vocación de hacer innovaciones, el lugar menos apropiado para hacerlo es justamente una pequeña ciudad, donde la mayor parte de sus habitantes están convencidos de que no hay mejor lugar en el mundo para vivir. Además que hacer un BBS no tenía nada de innovador y mucho de imitador, pues hubiera sido innovador hacerlo en 1985, pero no 10 años después.
Quien nunca intenta nada, nunca se equivoca, pero tampoco aprende nada, al menos aprendí la lección y eso es algo irremplazable.