Los nuevos oligarcas

En ciencias políticas se usa el término oligarquía para hacer referencia a un sistema político en el cual el poder político y económico se encuentra en pocas manos, se diferencia de las monarquías en el hecho de que la oligorquía se basa en un sistema de meritocracia y las monarquías en cambio están definidas por vínculos sanguineos.

El término oligarquía hizo su aparición para hacer referencia a la primera generación de super empresarios que llegaron a acumular más riqueza que la nobleza europea y por lo tanto tener gran influencia política, entre ellos por ejemplo se encuentran en norteamérica Andrew Carnegie, J. P. Morgan o John D. Rockefeller, cada uno controlando un monopolio en su respectivo sector económico, de alli que al conjunto de empresarios que poseeían el control de estas industrias estratégicas se les llamara oligarcas.

Como una consecuencia de la falta de una red de protección social que ayudara a los más débiles de la sociedad, el término oligarca se asoció a personas inmesamente ricas, con una ambición desmedida y que no deseaban compartir su riqueza con nadie. Luego del crash del 1929 y la siguiente Gran Depresión, la reestructuración de la sociedad americana hizo que el término perdiera vigencia y por el contrario durante el período comprendido entre 1950 y 1980 fue el sector de la sociedad que más altos impuestos tuvo que pagar, llegando hasta un máximo del 91% (detalles aquí).

A raíz de la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos y su famosa frase de que "En la presente crisis, el gobierno no es la solución a nuestro problema; el gobierno es el problema", comenzó el proceso inverso, se les fue disminuyendo los impuestos a los que más ingresos tenían a la par de que se fue reduciendo la cobertura de la red de asistencia social, durante unos años, esto produjo el efecto deseado y el boom económico resultado de la avaricia del nuevo empresariado que tiene su mejor expresión en Gordon Gekko, personaje de ficción de la película Wall Street, dio como resultado otra era dorada para el capitalismo estadounidense, pero ahora nadie llamaba a estos superempresarios oligarcas, por las connotaciones despectivas que tenía la palabra aunque en la práctica personajes como: Bill Gates, Steve Jobs, Sergey Brin, Larry Page y Mark Zuckerberg, sean todos ellos efectivamente oligarcas modernos.

No es sólo mi apreciación, el día de ayer en el Wall Street Journal, Tom Wu, catedrático de leyes en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia y autor del libro "El interruptor maestro: El ascenso y caída de los Imperios de la Información", escribió una columna que no tiene desperdicio y que titula "En las manos de los nuevos monopolistas". Es por ello que me he tomado la molestia de traducirla:

¿Qué tan difícil sería pasarnos una semana sin Google? O bien, para subir la apuesta, sin Facebook, Amazon, Skype, Twitter, Apple, eBay y Google. Nos sería imposible, pero incluso para un usuario moderado de Internet, sería un dolor real. Renunciar a Google y Amazon es un inconveniente; pero renunciar a Facebook o Twitter significaría renunciar a categorías enteras de actividad. Para la mayoría de nosotros, evitar las empresas dominantes de Internet sería mucho más difícil que evitar pasar por Starbucks, Wal-Mart o cualquier otra empresa que domine algún rincón de lo que alguna vez se llamó el mundo real.

El Internet ha sido presentado como un modelo de lo se supone es el libre mercado donde aparece la competencia en su estado puro. Entonces, ¿por qué se parece cada vez más a  un tablero de Monopolio? La mayoría de los sectores más importantes hoy en día están controlados por una empresa dominante o por un oligopolio. Google es el "dueño" de la búsqueda, Facebook, es el de las redes sociales, para las subastas está eBay, Apple domina la entrega de contenido en línea, Amazon, el mercado minorista, y así sucesivamente.

Hay Cachemiras digitales, territorios en disputa que quedan en la tierra de nadie, como es la edición digital. Sin embargo, los dominios de las grandes empresas han disfrutado de fronteras sorprendentemente seguras a través de los últimos cinco años, sus principales mercados están seguros. Bing de Microsoft, lanzado el año pasado por un gigante con $ 40 mil millones en efectivo en la mano, ha capturado un mero 3,25% del volumen de busquedas (Google se reserva el 83%). Sin embargo, nadie espera que Google Buzz vaya a invadir en serio el mercado de Facebook, o para el caso, Skype sea el relevo de Twitter. A pesar de las incursiones fronterizas son las empresas dominantes las que se mantienen a pie firme, en gran parte han fracasado en emprendimientos comerciales.

El aumento de la aplicación (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurar un lugar en la plataforma de un monopolista, aunque hayan financiado largamente estos emprendimientos comerciales.

El aumento de las aplicaciones o apps (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurarse un lugar en la plataforma de un monopolista, fortaleciendo así el dominio del monopolista en el mercado.

Las actuales fronteras en Internet probablemente cambiarán con el tiempo, especialmente con la aparición de nuevos mercados. Pero es difícil evitar la conclusión de que estamos viviendo en una época de grandes monopolios de la información. ¿Podría ser que el libre mercado en la Internet en realidad tiende a los monopolios? ¿Podría incluso ser que la demanda, de todas las cosas, esta en realidad representada en este libre mercado online -que los norteamericanos, tan diversos e individualista, en realidad aman a estos monopolios?

La historia de las Empresas de la Información en América sugiere que la respuesta a ambas preguntas es "sí". En el largo plazo, la libre competencia ha sido la excepción, el monopolio ha sido la regla. Aparte de breves períodos de apertura creada por los nuevos inventos o nuevas leyes antimonopolio, todos los medios, empezando por el telégrafo, han provado eventualmente ser un caso de estudio de monopolio. De hecho, muchas de estas empresas todavía están entre nosotros, aunque no tan poderosas como lo eran antes, como por ejemplo AT&T, Paramount y NBC.

El desarrollo de las industrias de Internet ha sido casi como el de cualquier otra industria que depende de una red: Una sola empresa puede dominar el mercado si el producto se vuelve más valioso para cada usuario conforme aumenta el número de usuarios. Estas redes tienen una tendencia natural a crecer, y que dicho crecimiento conduce a la dominación. Esa fue la clave para el monopolio de los telégrafos de Western Union en el siglo 19 y el monopolio telefónico de su sucesor, AT&T. Las líneas de Bell simplemente llegaron a más personas que cualquier otra empresa, por lo que cada vez más clientes llegaron a depender de ellos en un circuito de retroalimentación que permitió ampliar la cuota de mercado. A más clientes la empresa tenía, esta se volvía más invulnerable a la competencia.

Sin embargo, en una tierra donde por lo menos dos mega-colas y dos marcas de pañales pueden dominar indefinidamente, ¿por qué hay tantos mercados de la información donde sólo una empresa domina? La explicación parece residir en la  famosa preferencia de los americanos por la conveniencia. Con las redes, el tamaño aporta comodidad.

Tengan en cuentan que, a finales de la década de los 1990, habían muchos competidores en motores de búsqueda, como Lycos, Altavista y Bigfoot. En la década de los 2000, había muchos sitios de redes sociales, incluyendo Friendster. Fuimos nosotros, colectivamente, que hicimos a Google y Facebook dominantes. Los sitios más grandes eran más rápidos, mejores y más fáciles de usar que sus competidores, y los beneficios sólo crecian a medida que más usuarios se unian. Pero todas esas decisiones individuales racionales para iniciar sesión en los mismos lugares fue lo que arrojó un resultado que nadie desea, en principio, un mundo con menos opciones.

Cada vez que seguimos al líder por razones aparentemente buenas, la consecuencia es una reducción de nuestras elecciones. Este es un principio importante de la economía de la información: La posición dominante en el mercado rara vez es tomada a la fuerza ya es entregada, y esta rendición no nace de una decisión deliberada sino de seguir la corriente.

No deberíamos preocuparnos tanto de un monopolio si es que este viene con un plazo límite. Si el reinado de Facebook en las redes sociales se limitara de algún modo, digamos, a 10 años, o mejor aún que termine en el momento que la empresa pierde su superioridad técnica, la idea misma de monopolio podría parecer casi sana. El problema es que las empresas dominantes al igual que los miembros titulares del Congreso y los dictadores africanos: Rara vez renuncian incluso cuando está claro que su mejor tiempo ha pasado. Cuando enfrentan su declive, hacen todo lo posible para mantenerse en el poder. Y es entonces cuando el resto de nosotros sufrimos.

El dominio casi absoluto de AT&T sobre los teléfonos duró desde 1914 hasta su disolución en 1984, durante todo ese tiempo retrasó la introducción de precios más bajos y tecnologías innovadoras que eventualmente los nuevos operadores podrían traer. Los estudios de Hollywood tomaron el control efectivo del cine estadounidense en la década de 1930, e incluso ahora, unas debilitadas versiones de ellos permanecen a cargo. Los monopolios de la información pueden tener muy larga vida media.

La decadentes monopolios de la información a menudo encuentran una cuerda de salvamento en la forma del Tío Sam. El gobierno ha otorgado su bendición sobre los monopolios en las industrias de la información con una frecuencia inusual. A veces esta protección ha dado beneficios recíprocos, con los dueños de las redes de información que ofrecen al estado algo valioso, a cambio de por ejemplo escuchas telefónicas sin orden judicial.

La larga dominación de las cadenas de radiodifusión NBC, CBS y ABC fue protegida por el gobierno primero de las radios FM (las grandes cadenas estaban atrapadas en AM) y más tarde de la industria de la televisión por cable, que se suprimió durante décadas. En la actualidad, el dominio que tienen Verizon y AT&T del servicio de teléfonía celular puede ser acreditado en parte a la ayuda de facto de gobierno de los EE.UU., y por tanto su lugar es probablemente el más seguro en toda la industria. Los monopolios pueden ser un desarrollo natural, pero los más perdurables son generalmente patrocinada por el estado. Tanto más cuanto que nadie ha concebido una mejor manera de frenar competidores que hacerlos cumplir con la compleja reglamentación federal.

Los Info-monopolios tienden a ser de bueno a excelente en el corto plazo y de malo a terrible en el largo plazo. Durante un tiempo, las empresas ofrecen grandes comodidades, las eficiencias de gran alcance y las innovaciones deslumbrantes. Es por eso que el monopolio de los jóvenes es a menudo asociada a la edad de oro de un medio. Hoy en día, un motor de búsqueda ha hecho prácticamente la vida de todos más simple y más fácil, al igual que una red de telefonía sólo hace 100 años. Los monopolios también generan enormes beneficios que pueden ser reinvertidos en la expansión, la investigación e incluso proyectos públicos: AT&T cableo los Estados Unidos e inventó el transistor, Google está escaneando las bibliotecas del mundo.

El inconveniente se presenta más adelante, a medida que el monopolio y la voluntad de innovar sustituye por mera voluntad de poder. En la década de 1930, AT&T había adoptado la extraña medida ludita de suprimir su propia invención de la grabación magnética, por temor a que disuadiera el uso del teléfono. Los costos del monopolio están en su mayoría a cargo de los empresarios y los innovadores. A largo plazo, las consecuencias afectan a la población de manera más sutil, con el cambio de la que alguna vez fue una de las partes más dinámicas de la economía comienza a estancarse.

Es por estos efectos negativos por lo qué gente como Theodore Roosevelt, Louis Brandeis Thurman y Arnold consideraban a los monopolios como un mal a ser destruido por los tribunales federales. Tomaron una lectura más literal de la Ley Sherman, que establece: "Toda persona que monopolice … será considerado culpable de un delito grave". Pero hoy no tenemos el corazón para hacerle la eutanasia a una empresa sana como Facebook sólo porque es enorme y puede saber más sobre nosotros que el IRS.

El Internet es todavía relativamente joven, y seguimos en la edad de oro de estos monopolios. También podemos encontrar consuelo en el hecho de que la mayoría de los gigantes de Internet profesan una toma de conciencia de sus increíbles poderes y un cierto sentido del deber al público asistente. Tal vez, si estamos atentos, podemos prolongar la fase benigna de su gobierno. Pero no vamos a pretender que vivimos en otra cosa que una época de monopolios.

¡Peligro Will Robinson!

Microsoft publicó la semana pasada un boletín de seguridad para alertar al usuario a una falla en Internet Explorer 6, 7 y 8, que permite la ejecución remota de código. En el momento de la advertencia, la falla estaba viendo la explotada de una forma limitada con ataques dirigidos. Esta situación podría cambiar ahora ya que en el blog de AVG se reporta la existencia de un kit para hacer uso de dicha falla de seguridad.

El resultado es que cualquier persona con unos pocos cientos de dólares podría tener acceso a un ataque de día cero al Internet Explorer, abriendo la puerta a un uso generalizada del ataque a este popular navegador. Un código de prueba de concepto ha estado disponible desde la aparición del boletín oficial de Microsoft, pero la inclusión de la vulnerabilidad en el Eleonore exploit kit hace que sea mucho más fácil para los hackers poco cualificados desarrollar exploits monetizable.

Peligro Will RobinsonA pesar de que hubo reportes que los ataques iniciales fueron bloqueados por contramedidas tales como DEP y por lo tanto no podía ser aprovechado en Internet Explorer 8 en su configuración predeterminada, esto también podría cambiar a medida que la falla se combina con las soluciones DEP. El actual código de prueba de concepto deja como un ejercicio propuesto para el lector la solución a las contramedidas DEP.

Aunque Microsoft es consciente de la falla, un parche para la misma no ha sido incluido en los parches distribuídos por Microsoft el día de hoy martes (9 de noviembre 2010). Hasta el momento, la compañía no ha dicho cuándo un parche para esta vulnerabilidad estaría disponible, aunque la inclusión de un exploit en un kit de herramientas significa que va a estar bajo una presión adicional para liberar un parche en lugar de esperar a principios de diciembre fecha en que tocaría liberar los siguientes parches de los martes.

Una recomendación es que para evitar ser infectado de esta manera sería preferible usar otros navegadores como Firefox, Chrome u Opera.

¿En qué se parecen Microsoft y Google?

A la pregunta que es el título algunos podrían decir que ambas megacompañías tienen una sóla fuente de ingresos importante, en el caso de Microsoft su sistema operativo (Windows) en conjunto con su suite de productos de ofimática (Office) y en el caso de Google sus ingresos por publicidad online. Es una apreciación bastante justa, pero lo que pocos saben es que ambas compañías comparten los mismos trucos fiscales para evadir impuestos usando triangulaciones en Irlanda.

Hace ya un tiempo publiqué un post titulado "Ballmer amenaza a Obama", en el cual recogía el modus operandi de como Microsoft maquillaba su contabilidad para pagar menos impuestos en U.S.A.:

El modus operandi de Microsoft, y de algunas otras grandes corporaciones norteamericanas ha sido el siguiente, según Barry Bosworth. Microsoft mentenía el desarrollo de productos como Windows en los Estados Unidos y deducía estos altos costos de personal contra sus ingresos en Estados Unidos. Por otro lado transfería la tecnología desarrollada a su filial en Irlanda por ejemplo, donde los impuestos corporativos son menores, sin exigir un pago de licenciamiento a la filial irlandesa. La compañía asignaba los beneficios de comercializar el producto desarrollado a su sucursal en Irlanda con lo que no tenía que declarar dichos ingresos en Estados Unidos. Debido a la maniobra anterior Microsoft deducía los altos costos de desarrollo en Estados Unidos, y contabilizaba las ganancias en su sucursal de Irlanda, donde los impuestos son menores.

Pues bien, ahora me he enterado a través de BusinessWeek, que Google aplica similares artilugios contables para mantener el pago de impuestos sobre sus ganancias fuera de U.S.A. en 2.4%. Aquí la traducción de un pasaje de dicho artículo en el cual podemos ver los eficiente que ha resultado el departamento de contabilidad de Google para ahorrar $3,100 millones en impuestos desde el 2007 y como también este tipo de práctica es muy extendida en el sector TIC:

Para reducir el pago de impuestos sobre su facturación en el extranjero, Google utiliza una complicada estructura legal que le ha ahorrado $ 3,100,000,000 desde el año 2007 e impulsó las ganancias totales del año pasado en un 26 por ciento. Mientras que muchas multinacionales utilizar estructuras similares, Google ha logrado bajar más su tasa de impuestos en el extranjero que sus pares en el sector de la tecnología. Su tasa desde 2007 ha sido del 2.4 por ciento. De acuerdo a declaraciones de las mismas empresas, Apple, Oracle, Microsoft e IBM -que en conjunto con Google conforman las cinco empresas de tecnología por su valor de capitalización de mercado y sus tasas de pagos de impuestos declarados- entre el 4.5 por ciento y 25.8 por ciento en sus ganancias en el extranjero desde 2007 hasta 2009.

[…]

La legislación irlandesa hace difícil para Google enviar el dinero directamente a las Bermudas, sin incurrir en un gran pago de impuestos, por lo que el pago hace un pequeño desvío a través de Holanda, ya que Irlanda exonera de ciertos pagos de impuestos a algunas empresas en otros países de la Unión Europea. Una vez que el dinero está en Holanda, Google puede beneficiarse de generosas leyes fiscales holandesas. Su filial allí, Google Netherlands Holdings, es sólo una cáscara (no tiene empleados) y pasa un 99,8 por ciento de lo que recauda a las Bermudas. (La filial de gestión de las Bermudas es técnicamente una sociedad irlandesa, de ahí el apodo dado a esta triangulación "doble irlandesa").

Los políticos saben esto, pero no importa si se es demócrata o republicano, para ser elegido se necesita la contribución de campañas de estas grandes empresas y aumentar sus impuestos es la forma más segura de no ser reelegido. Es este un problema sólo de U.S.A., no este es un problema extendido en todas las economías del mundo, desde las más desarrolladas hasta las naciones más pobres. Los impuestos son en conclusión, en este mundo que vivimos, una cosa que los pobres deben pagar. O al menos ese es el mensaje que nos están dando todos los gobiernos del mundo.

El fin de una era

Cuando en el año 2002 Internet Explorer era la forma como el 95% de cibernautas se interrelacionaban con la web y en una última maniobra Netscape liberaba su código para dar inicio al proyecto Mozilla del cual desciende Firefox, la gran mayoría pensaba que Microsoft había conseguido una victoria final y definitiva. Pero años de negligencia por parte de Microsoft que se enfocó en querer dominar otras áreas de mercado como juegos, reproductores multimedia y buscadores, hicieron que el super gigante de las TIC perdiera el rumbo y dejara que ascendieran rápidamente otros navegadores alternativos como Firefox u Opera. De la mano de estos nuevos navegadores llegaron innovaciones y nuevos estándares de los que Microsoft se mantuvo al margen hasta finales del 2008, cuando al parecer la marea ya había cambiado, el resultado final ha sido que Internet Explorer ha caído por debajo del 50% del market share según StatCounter, en el pasado mes de setiembre. Lo increíble es que no ha sido Firefox el que está comiendose el market share de IE, sino Google Chrome según se puede ver en el siguiente gráfico:

Browser Market Share

Ya Microsoft había estado dando señales de debilidad desde el lanzamiento de Windows Vista, pero el hecho de que con Windows 7 y toda la buena prensa alrededor del nuevo sistema operativo, aún el 66% de los usuarios sigan prefiriendo Windows XP demuestra la poca capacidad de endose que tiene Microsoft con sus usuarios. La cereza en el pastel para Microsoft ha sido que ayer los analistas financieros han bajado sus espectativas con respecto al futuro de Microsoft, según reporta Business Insiders. Lo interesante son las razones dadas por las cuales Microsoft difícilmente pueda crecer en los años por venir:

  • Es difícil para Microsoft entender la computación para móviles y justamente esa es la dirección del futuro.
  • Los teléfonos Windows 7 ofrecen una pobre combinación, son menos atractivos que los iPhone para el público, pero mucho más caros que la plataforma Android.
  • Bing está creciendo muy lentamente como para amenazar seriamente a Google y Microsoft está perdiendo demasiado dinero para mantener ese pobre crecimiento.
  • Microsoft podría bajar el precio de Office, debido a la competencia impuesta por Google Docs.
  • Microsoft tiene problemas para atraer o mantener personal talentoso.

Pero Microsoft no es el único que está perdiendo control del mercado, Apple por otro lado también ha tenido una serie de malas noticias en los últimos días como por ejemplo el hecho de que según Nielsen, la plataforma Android es ahora el smartphone más vendido en Estados Unidos, aquí un gráfico que nos muestra el rápido ascenso de los Android:

Android-iOS-Blackberry

Además el excesivo control que quiere imponer Steve Jobs a la plataforma de anuncios en iPhone está haciendo que algunos anunciantes como es el caso de Adidas, sencillament decidan dejar de anunciar. Blackberry parece estar sin brújula como para reaccionar frente al avance de los Android y el gerente de Nokia que estaba a cargo de MeeGo ha renunciado dejando acéfalo el proyecto y con Eric Schmidt (CEO de Google) entrándo rápidamente en contacto con el CEO de Nokia para tratar de promover una versión Android de Nokia, según reporta TechCrunch.

Hay un límite para la iReligion, como me gusta llamar a Apple, ya que la compañía de la manzana no tiene clientes, tiene fieles devotos. Según estadísticas es muy poco lo que crece la plataforma iOS, por lo general la venta se debe a upgrades, es decir el 75% de las ventas de iPhone4 fue para personas que ya tenían un iPhone anteriormente, lo mismo pasa con todos los productos de la línea Apple, que se caracterizan más por su marketing alrededor del producto que por sus ventajas técnicas respecto a productos de la competencia.

Estamos siendo testigos de un cambio radical en el sector TIC, vamos a pasar de un entorno PC-céntrico a un entorno móvil-céntrico y las dos compañías más representativas de la era PC, me refiero a Microsoft y Apple, están perdiendo aceleradamente el control del mercado del futuro y justamente la clave del éxito del sector TIC, no está basado en expansión sino en anticipación.

Más allá del deseo

Aunque el título de este post pudiera parecer el de una película porno de finales de los setenta, en realidad deseo comentar sobre los múltiples fallidos intentos de la comunidad Linux de querer convertir a Linux en el sistema operativo de nuestro escritorio.

El último de tales intentos fue la migración de todas las PCs de la administración pública del cantón suizo de Soleura, que hace 9 años inició el ambicioso proyecto de desterrar Windows de los escritorios de su administración pública, el día de hoy a través de Slashdot, me enteré de que han decidido abandonar completamente el proyecto y volver a Windows 7 para el 2011.

Roconozco, que yo desde hace mucho también he sido uno de los que anunciaban la llegada de la era del pinguino a los escritorios, tal vez el momenton que más cerca estuvo Linux de ser un sistema operativo de masas fue con la llegada de las netbooks, a finales del 2007, pero las cosas han cambiado radicalmente y la misma supervivencia del PC (con Windows, Linux u OS X) está gracias a los smartphones y tables ahora en duda, si alguien lo duda les recomiendo que le den una lectura a las declaraciones de Bryan Dunn CEO de Best Buy (la cadena de almacenes de electrónica de consumo más grande en U.S.A.), que señala al iPad como una de las razones de la rápida caída en ventas de netbooks, según Wall Street Journal.

El querer que todos tengan en sus escritorios Linux como sistemas operativo y Open Office como su suite de escritorio, es como querer que todos manejemos un tractocamion, claro no hay cosa que no podamos remolcar, pero el entrenamiento suele ser largo y no todos están listos para tanto poder.

Los que hayan leído este blog sabrán que aunque soy un fan de Linux, no soy un taliban de Linux, es decir no soy un fundamentalista como Stallman que cree que el infiel debe convertirce o perecer. Linux es ante todo una tecnología como su mismo creador Linus Torvalds ha dicho repetidas veces, y como tal tiene un ciclo de vida.

Claramente hay una línea divisoria en las aplicaciones modernas, el cliente (casi siempre un browser o algo similar) y el servidor. Mientras Linux es y probablemente siga siendo el rey en el sector de los servidores web, por otro lado en el lado del cliente nos hemos estado moviendo del polifuncional PC a los smartphones primero y ahora con increíble rapidez a las tablets, de las cuales el iPad es sólo una de las muchas opciones que hay.

¿Podrá llegar Linux en algún momento a tomar el escritorio?, en estos momentos me parece una pregunta sin sentido, ya que la existencia misma del escritorio como lo conocemos está en duda. Al final si usas un Nexus One o un Samsung Galaxy Tab, estás usando Linux en última instancia. Aunque no uses ni las X, ni KDE o GNOME.

Es necesario más pragmatismo en las comunidades Open Source y menos fanatismo y sobervia, ya que actualmente los más activos "colaboradores" de proyectos Open Source, no son los tan valiosos y necesarios programadores sino los "Evangelizadores".