Ayer asumió la presidencia de los Estados Unidos de América, Barack Obama. El mismo día las bolsas más importantes del mundo registraron caídas significativas por segundo día consecutivo, y es que una depresión ya no es más una posibilidad, sino un destino al cual llegaremos tarde o temprano. Al parecer el gobierno británico tendría que estatizar el RBS (Royal Bank of Scotland) y Lloyds, según se puede leer en Bloomberg News, y hoy día los rumores sobre la nacionalización de Barclays se intensificaron. Mientras en los Estados Unidos rumores de que Bank of America, Citibank y Chase, volveran a pedir dinero para poder seguir operando se vuelven más fuertes cada día. Y el sector automovilístico que sigue agónico esta a punto de ver a Toyota desplazar a General Motor como el mayor fabricante de automóviles, título que mantuvo GM por 77 años, ese sería el último clavo en el ataud del gigante automóvilistico que se encuentra de acuerdo a su hoja de balance tecnicamente quebrado.
El entusiasmo con que se ha recibido a Obama, esta ciertamente poco fundamentado, es más un sentimiento que el resultado de un proceso reflexivo. Su ministro de economía, Timothy Geithner, forma parte del statu quo de banqueros jugadores que crearon esta burbuja crediticia y ciertamente no habrá mucha diferencia entre él y el saliente ministro de economía Henry Paulson. Es decir lo más probable es que sigamos viendo más bailouts, más estímulos al consumo, más gasto público para favorecer a las "pequeñas empresas". Pero aún no se dan cuenta de que la definición básica de economía es "administración de la escasez". Todos los políticos parten del principio de que el crédito del gobierno americano es ilimitado, lo cuál contradice el fundamento básico de la economía, que es la naturaleza escasa de los recursos, al hacerlo, sólo están consiguiendo inflar una gran, última y cataclismica burbuja, la de los bonos del tesoro americano.
Nadie está hablando de sacrificio, de vivir dentro de un presupuesto, de ahorrar, de pagar las deudas y los errores del pasado, todos esperan que con una varita mágica todo se solucione y la orgía de gasto continue. Porque despues de todo USA es el motor de la economía mundial y no puede detenerce, es por ello que a lo largo de todo el mundo, muchos han celebrado la llegada de Obama a la Casa Blanca, como la llegada de un nuevo César a Roma. Pero así como ningún César pudo detener la caída del colosal imperio, que fue producto de su éxito, tampoco Obama podrá hacer nada, porque sencillamente nadie quiere pagar las cuentas, todos esperan que sean otros los que hagan el sacrificio, todos esperan que sean otros los que mueran en la guerra, todos esperan de que sean otros los que carguen con el peso del estado. El concepto de libertad en occidente se ha reducido a la libertad de consumir lo que nuestra vanidad exija, y el patriotismo se ha reducido a proclamar nuestro derecho a pagar menos impuestos.
La elección de Obama y su toma de posesión, fue como lo es siempre en política, una nueva pintura sobre una vieja casa, que necesita cambios profundos en su estructura para evitar que colapse presa del desgaste. Y es que no basta decir que el cambio ha comenzado, y seguir viviendo como si USA fuera el país más rico del mundo, cuando su deficit presupuestal se cuenta en billones (millón de millón, 12 ceros). Cuando la burbuja de los bonos del tesoro americano explote, algo que ocurrirá tarde o temprano, entraremos a la ingobernabilidad más absoluta, por más que los políticos quieran convencernos de que los mejores días están aún por venir.
Cuándo Roma pasó del oro al bronce en sus monedas y cuando la plata ya era escasa en las aleaciones Oriente dejo de comerciar con Roma y aquella moneda llamada sestercio se convirtió en inviable, esto acaeció en 220dC, luego vinieron la anarquía y tiranía militares de emperadores que eran asesinados a las dos horas de asumir por orden de un ejército de pocos miembros y en guerra con otros ejércitos igual de minoritarios. Si las naciones no dictan la quiebra del sistema financiero judicialmente y lo nacionalizan, el destino está sellado: guerra mundial e intento de Gran Bretaña a través de su dominio sobre las finanzas de establecer un Gobierno Mundial….feudalismo….genocidio de 4 mil o más millones de seres humanos…hambre…peste… La hecatombe deseada por Isabel II y Felipe de Edimburgo.