En el website de "The Atlantic.com", ha aparecido un interesante artículo que lleva el mismo título que éste post, escrito por Nicholas Carr, en el cuál se discute el efecto que tendría Google en nuestra forma de pensar, en la forma como entendemos al mundo y a nosostros mismos. Definitivamente es un artículo que recomiendo leer de principio a fin aunque es un poco extenso.
La idea fundamental planteada por Carr, es que el medio usado para transmitir ideas y conocimientos, afecta la forma como funciona nuestro cerebro. Y que esto es debido a una propiedad llamada neuroplasticidad, la cuál consiste en que nuestro cerebro se puede reprogramar a si mismo y tomar ciertas propiedades del medio que usa para transmitir sus pensamientos. Como un ejemplo de lo anterior expone el caso de Friederich Nietzche, que cambió su prosa cuando comenzó a escribir a máquina, y cómo este hecho fue notado por uno de sus amigos y confirmado por el mismo Nietzche. Además de ponerce el mismo como ejemplo y declarar que desde que usa el web como su principal fuente de información, ha perdido la capacidad de concentrarce para leer escritos de gran extensión.
Carr, identifica cinco puntos de inflexión en la historia del conocimiento humano. El primero de ellos es la escritura y comenta por qué Sócrates no creía en la escritura: "dejan de ejercitar la memoria y se vuelven olvidadisos", la escritura significo una primera revolución en el pensamiento humano y permitió que el conocimiento se transmitiera sin cambios a lo largo del tiempo, aunque al hacer esa adición, nuestro "conocimiento" tomo propiedades del lenguage escrito, y fue cierto que nos volvimos más olvidadisos como lo temía Sócrates, pero los beneficios que obtuvimos al poner el conocimiento por escrito fueron superiores a lo que tuvimos que renunciar.
El segundo punto de inflexión de la historia del conocimiento fue la masiva difusión del reloj, es decir la capacidad de medir exáctamente el tiempo, de esa forma la noción de tiempo dejo de estar ligada a nuestras emociones y percepciones y se volvió algo objetivo, matemáticamente mensurable. Esto supuso un cambio en la conducta humana, y en la visión que se tenía de la mente del hombre. En aquel tiempo se comenzó a considerar que el cerebro humano trabajaba como un rejol de precisión, de la misma forma como ahora consideramos que el cerebro humano actúa como una computadora.
La tercera revolución del conocimiento vino de la mano de la imprenta, Carr nos comenta cuál era el mayor temor cuando la impresión masiva de libros puso el conocimiento al alcance de millones. Básicamente el temor era de que al poner el "saber" al alcande de todos, en realidad lo que se haría no era crear sabiduría, sino simplemente propagar la falsa sensación de sabiduría a todos. Y la autoridad de los académicos y escribas podría ser cuestionada por cualquiera. Y nuevamente esos temores fueron ciertos, pero los beneficios obtenidos con éste cambio en la tecnología para transmitir el conocimiento eran mayores, que lo que tuvimos que dejar atras.
La cuarta revolución según Carr, vino de la mano de Frederick Taylor en su obra "Los principios de la administración científica". Básicamente el gran cambio introducido por Taylor fue que no importa que tan complicado pueda ser un proceso de manufactura, siempre es posible devidirlo en pequeños sub-procesos, y es posible optimizar cada uno de ellos, de tal forma que la eficiencia del proceso completo sea la máxima. En pocas palabras la idea de Taylor es modularizar y encontrar el mejor método para cada módulo, algo que ahora nos parece evidente, pero que en su tiempo rompió todos los esquemas de pensamiento.
Finalmente la quinta revolución ha llegado de la mano de Google, que ha aplicado al pensamiento humano, lo que Taylor aplicó a los procesos industriales. Es decir Google ha vuelto la búsqueda del conocimeinto en un algoritmo, y pretende obtener la máxima eficiencia de él. En el artículo aparece una frase que describe el buscador perfecto de la siguiente manera: "entiende exactamente que quiere decir, y le entrega exactamente lo que desea.", Google esta aún lejos de ese ideal, pero definitivamente esta en la via. El problema nuevamente es que al volverse esta una tecnología dominante, cambia nuestra forma de pensar, y dejamos mucha de nuestra herencia cultural de lado, debido a esta nueva tecnología. La primera de las cosas que estamos perdiendo en esta era de Google, es la capacidad de leer textos extensos, pues lo que se prioriza es el conocimiento inmediato.
Carr concluye, que nuestra antigua noción de ver a cada hombre o mujer occidental, como único y poseedor de su propia visión de nuestra cultura, dara paso por una visión más social, donde todos adolesceremos de profundidad a cambio de un conocimiento más extenso y socialmente elaborado. Justamente sobre esa idea comenté en este blog otro interesante artículo denominado "Aprendizaje 2.0".
Si como dice Carr, toda revolución en el proceso de producción, almacenamiento y transmisión del conocimiento cambia nuestra forma de ver el mundo y nuestra relación con el conocimiento, obligandonos a dejar parte de los antiguos métodos atras, para adoptar el nuevo método, a cambio de una mayor eficiencia en todo el proceso de adquirir y transmitir nuevos conocimiento, tendremos que aceptar que la visión de qué se considera un hombre culto cambiará radicalmente en los próximos años.