Tú ya has escuchado la fábula de "La cigarra y la hormiga", pues en una de las últimas entrevistas hechas a Santiago Niño Becerra con motivo del lanzamiento de su nuevo libro, "Más alla del crash", el economista catalán es claro en decir que jamas los buenos tiempos del crédito fácil volveran y que todas las sociedades desarrolladas occidentales actuaron como si los recursos hubieran sido ilimitados, ahora que se han redescubierto que no lo son o que por lo menos no lo son a un precio bajo, todas las economías desarrolladas están contrayendose. Como siempre haciendo uso de palabras simples y ejemplos cotidianos ha dicho que "hemos sido como cigarras y no hormingas, y ahora ha llegado el invierno". Aquí el video de la entrevista:
Además de decirnos directamente que la presente recesión durará unos 5 años más, también nos hace recordar que los BRIC no salvarán al mundo, por un lado Brasil y China nadan en océanos de deuda privada, India tiene apenas 3 zonas que se están desarrollando y creando una brecha entre los más pobres y la clase media, hecho que está ocasionando suicidios masivos de personas que no pueden pagar sus deudas (especialmente campesinos) y Rusia cuyo único activo es el petróleo y el gas, recursos no renovables sin los cuales carece de otra forma de mantener su actual posición internacional.
El hecho de que los bancos seran intervenidos, pues es simplemente una anecdota, si alguien realmente tiene ahorros a estas alturas de la crisis con galopante desempleo, una inflación que está siendo enmascarada por los bancos centrales de todo el planeta, sueldos congelados desde el 2007 y una caída en los estándares de vida de todas las sociedades occidentales desarrolladas, pues ciertamente está en el grupo de los privilegiados. Al 99% (como se llaman a si mismos los integrantes del movimiento Occupy Wall Street), lo único que hay en los bancos que les pertenece a ellos es deuda en la forma de saldos de tarjetas de crédito, hipotecas por un valor superior al de la propiedad, prestamos estudiantiles y prestamos personales. Así que para el 99%, el hecho de que los bancos sean intervenidos o no es más una anecdota que una preocupación, que más da para un esclavo que cambien al amo, si la condición de ser esclavo en sí misma no cambia. Y lo quieran aceptar o no, la gran mayoría son esclavos a través de prestamos, aceptando condiciones laborales que nuestros padres o abuelos no hubieran aceptado, para pagar prestamos usados para comprar lujos como iPhones, BMW o juergas interminables, ya que las democracias occidentales han convertido la igualdad en un despliegue de vanidades.