La corrupción es sin duda alguna el mayor de los problemas de latinoamérica, ha estado, está y probablemente estará presente en la mayoría de las instituciones. Las razones son difíciles de encontrar y no planeo gastar palabras hablando sobre ello, más bien por el contrario quiero discutir sobre las terribles consecuencias económicas que significará para el Perú los actuales acontecimientos políticos.
En primer lugar, esto no es una defensa de PPK, cómo tampoco es una defensa de una institucionalidad que no existe en el Perú, es por el contrario un mensaje de advertencia para aquél que quiera escucharlo. Antes de la segunda vuelta escribí un post titulado ¿Keiko o PPK?, dónde básicamente decía que no importara quien ganara los problemas del Perú continuarían alli y seguiriamos esperando por un nuevo presidente que finalmente si resuelva los problemas.
Las actuales poses rasgandose las vestiduras, sintiendose traicionado por la clase política y gritando a viva voz «¡Que se vayan todos!«, frase creada durante la crisis argentina de diciembre del 2001 que luego ha sido recogida por otros movimientos de «indignados», no es más que un teatro llevado acabo con fines políticos de los que desean tomar el poder. Además no olvidemos que cambiarlo todo, siempre tiene el riesgo de que lo nuevo resulte mucho peor que lo anterior. Sino vamos el caso de la República Bolivariana de Venezuela, que cansada de tanto corrupción e inoperancia de su Cuarta República, refundó el país a través de una nueva constitución y hasta cambio bandera, escudo y hasta huso horario, proclamando la Quinta República. Para terminar siendo el país más miserable de América, con estándares de vida por debajo de los de Haití.
Si, aún no me entiendes y no te queda claro hacia dónde quiereo ir, te lo diré en pocas palabras y sin anestesia: El único responsable por el bienestar tuyo y de tú familia eres tú mismo. No hay idiología, partido político o líder por más honesto que sea, que se preocupe realemte por tí. Tú no eres más que un simple número de la estadísticas de millones de votantes que ellos tratan de encandilar ofreciendote aquello que quieres escuchar. En todo caso si un político se preocupa por la opinion de alguien será por la de aquellos que pueden afectar directamente su permanecia en el poder y lamentablemente amigo lector, tú no estas en ese grupo.
Además en esta anarquía a la que estamos por entrar dónde un congreso con una agenda política bien definida quiere cambiar los otros poderes del estado, para poder luego imponer a un candidato en la presidencia, sólo consegirá poner al país en una grave crisis económica o por lo menos eso es lo único seguro que resultará de dicha aventura política.
Tomemos en cuenta como primera premisa el hecho de que Perú es un país que sólo crece cuándo hay inversión extrajera, además sí consideramos el bajo precio de las materias primas y el relativo alto costo de la mano de obra en el Perú como consecuencia de un sol sobrevaluado, es lógico suponer que no habrá mucha inversión extranjera este 2018. Eso hace que la posibilidad de que nuestra economía crezca el otro año sea muy baja. Sumemos a lo anterior el hecho de que hay muchos aumentos salariales pactados con diversos gremios para el próximo año y tendremos una mezcla explosiva.
Esto es un estimado muy grueso de como podría terminar el 2018 si el Perú cae en un estado de convulsión política, esta es una opinion muy personal y sin haberme tomado el suficiente tiempo para hacerlo cuantitativamente:
- El dólar a final del 2018 puede haber llegado a los S/. 4.00
- Cualquiera que sea el nuevo gobierno se verá forzado a aumentar la deuda externa pública (pan para hoy y hambre para mañana) para atender todas las promesas de aumentos salariales. La alternativa es prestarle al BCRP (imprimir billetes) con inflación como resultado.
- Aumento del desempleo.
- Fuga de capitales y la caída de las reservas internacionales líquidas como consequiencia.
Una vez más, no es que PPK garantice una estabilidad económica. Pude incluso hasta permanecer en el poder. Pero si el clima político no se calma pronto, las consecuencias las podríamos estar viento tan pronto como en el primer trimestre del 2018.
Si los políticos no resuelven este problema pronto, la crisis económica que esta clase política está generando abonará el terreno para la llegada de un mesías que conducirá muevamente al país hacia un abismo y como consecuencia una vez más veremos como muere la democracia en el Perú.
Esperemos que no muera la democracia en el Perú.