El día de hoy apareción en TechCrunch un interesante artículo sobre los resultados exhibidos por Wayra (la aceleradora de empresas de la transnacional española Telefónica) tras 20 meses de operación. En una sóla frase: los resultados no son satisfactorios; tras estar presente en América Latina y Europa (en un total de 12 países y 14 ciudades), con 295 startup en total acogidas en la "aceleradora" desde su creación no hay una sóla que haya conseguido una "salida" (eufemismo pare decir que alguien compró la empresa). Según Telefónica no está interesada en presionar por una salida rápida, sin embargo las startup que aún están activas son aquellas que han conseguido financiamiento fuera de Telefónica, sencillamente porque está no ha querido poner más dinero en las startup que Telefónica mismo promueve. ¿Qué falla?
Bueno de arranque Telefónica se ha creído el mito de que el mayor de los activos que puede ofrecer a las startup que acoge en su aceleradora es la "gran base de clientes", que Telefónica ya posee y que le permite crear sinergias. Esto es sólo un mito, ya que la mayoría de clientes de Telefónica son los sufridos usuarios finales de sus servicios de telefónia fija, móvil, cable y acceso a Internet; aceptémoslo Telefónica tiene un grave problema de imagen entre su base de usuarios finales. Por otro lado los clientes comerciales de Telefónica, usualmente son bastante grandes como para estar interesados en algún producto orientado al consumidor final, como es el caso de la mayoría de startup que tiene Wayra. Por otro lado debemos darnos cuenta de que Telefónica a persar de ser una empresa transnacional, no es precisamente una de las empresas mejor gestionadas y tiene en su haber errores monumentales como la compra de Lycos por U.S.$ 12.5 mil millones en el año 2000, para luego venderla en el año 2004 por U.S.$ 100 millones (detalles aquí).
Otro de los problemas que enfrentan las startup que entran a Wayra es que su enfoque es muy regional, no es de extrañar por eso que las dos empresas que más financiamiento externo han podido recoger son la catalana Marfeel y la peruana PlazPoints, ya que ambas están orientadas a sus mercados locales, que están menos mal que las otras ciudades en donde el programa Wayra se desarrolla. Cómo es de suponer el mercado hacia el cual están orientadas estas empresas impone un tamaño máximo de crecimiento y por lo tanto las posibilidades de éxito de las empresas de Wayra.
Finalmente y por ello no menos importante, las startup de Wayra enfrentan una muy dura competencia por atraer y mantener el muy escazo talento local, a menos que el fundador o fundadores del startup tenga conocimientos técnicos le será muy difícil tener su empresa operando dentro de los plazos impuestos por el reglamento de Wayra. Aceptémoslo, los U.S.$30,000 a U.S.$70,000 como capital semilla que entrega Wayra para operar por 6 meses no alcanzaría para pagar buenos desarrolladores/sysadmin de la calidad requerida para competir en un mercado internacional. No olvidemos que en le mundo actual de las startup no existen fronteras y si existiera algún desarrollador muy bueno para poder hacer un producto de calidad internacional con ese escazo presupuesto, rápidamente llamaría la atención y sería rápidamente captado por una compañía establecida ya sea en USA o Europa.
El propósito de este post no es hablar mal del programa Wayra o de Telefónica, sino es llamar la atención a los problemas estructurales que tenemos en latinoamérica especialmente. Son esos problemas estructurales la razón por la cual el enfoque que nuestros emprendedores les ponen a sus startups las hacen fracazar desde el principio. La idea es lo menos importante, lo más importante es la ejecución y en eso Telefónica tiene muy poco que enseñar y en latinoamérica tenemos dos siglos tratando de aplicar la mejor idea que resuelva nuestros problemas, hasta ahora sin éxito en ninguno de los países que la conforman.