Los que siguen este blog sabrán que soy muy crítico de la forma como los banqueros y su cartel (la FED) han manejado la crisis generada por la caída del sector inmobiliario norteamericano, aquellos que pensaban que yo era un fatalista cuando escribí el post "La crisis que enfrentamos", en donde claramente decía que "La recesión de la economía amerciana arrastrara a todos, Japón y Europa seran los primeros. Pero ciertamente afectara a todos incluido el Perú.", ahora no les queda más de aceptar de que en ese aspecto podía haber tenido razón, pero que ahora ya estamos en franca recuperación, aunque siempre dicen que es una recuperación tenue, sin creación de trabajo.
Este año termina y pues bueno, el crash no ocurrió a fines del verano como decía Santiago Niño Becerra, pero tampoco nos hemos recuperado, todo es simple juego estadístico, trucos contables y mucha, pero mucha retórica de los líderes políticos y financieros. Pero ahora a puertas de las elecciones parlamentarias de medio mandato, donde los candidatos republicanos pro-austeridad (recorte de los presupuestos sociales y de los impuestos) podría arrebatarle el control de las cámaras a los demócratas. Con lo que la aprobación del TARP 2.0, que ya muchos blogs están comentando, debido a la necesidad de los bancos de seguir tapando los agujeros dejados por prestamos graciosamente entregados a personas que se sabía no podían pagarlos, para luego embargar las casa y venderla sacando una buena ganancia, algo que por algunos años funcionó pero que era insostenible en el largo plazo.
Los bancos ya han comenzado a reducir líneas de crédito a empresas e individuos, este credit crunch en progreso ya ha comenzado a dejar sus damninificados, se sabe por ejemplo que hay un exceso del 20% en la flota de barcos tankeros. Pero no sólo es la industria energética, también es la industria del acero la que está viendo una creciente capacidad no utilizada, lo cual todos sabemos es el preludio de las recesiones.
La pregunta no es entonces si todo este artificioso arreglo de papeles de deuda que nadie sabe realmente cuando valen en algún momento colapsará, eso se da por descontado. La pregunta es cuando. Ya que hay mucho dinero por hacer short-selling esos papeles de deuda, la moralidad de dicha acción es tema para otro post, pero el hecho de que hay cientos de miles de millones de dólares listos para saltar sobre la yugular del banco que de más muestras de debilidad, así como pasara con Bear Stearns o Lehman Brothers.
Es por ello que los bancos desesperadamente están jugando todas sus cartas políticas para tratar de conseguir un segundo TARP, lo cual suena desconsertante para la gran mayoría que ha oído en los medios que los bancos ya habían devuelto el dinero del TARP y más aún que el gobierno había hecho ganancias con el programa de ayuda a los bancos. Si eso es cierto y los bancos han producido tan buenas ganancias en el 2009 y este año, como para pagar bonos de varios miles de millones a sus ejecutivos, por que necesitan que sea otra vez el gobierno al que todos acusan de incompetente y elefanteásico el que tiene que ayudarlos otra vez. Contradicciónes a las que ya estamos acostumbrados, ya que se suponía que la economía mundial estaba desacoplada y una recesión en U.S.A., no afectaría al resto del mundo, pero lo hizo.
Hoy día se cumplen 81 años del Crash de 1929, probablemente hoy sea un día tranquilo sin sobresaltos, pero la espera del día en el cual la verdad termine por abrise paso y los precios se ajusten a pesar de las manipulaciones seguirá. Nadie sabe cuando será el día del bancocalipsis, pero de que ese día llegará es algo cierto.