Los que siguen este blogs ya habrán notado que soy uno de los muchos seguidores de Santiago Niño Becerra, es por ello que de vez en cuando comento alguno de sus artículos aparecidos en La Carta de la Bolsa. El día de hoy quisiera comentarles sobre el último artículo publicado y que tiene por título "70 años" en el cual habla sobre la última propuesta de la Comisión Europea (CE) de elevar la edad de jubilación a los 70 años, que luego de lo visto en Francia tras la propuesta de incrementar la edad del retiro a 62 años, parece misión imposible desde el punto de vista político.
Las razones para elevar la edad de jubilación son evidentes, la expectativa de vida en los últimos años ha aumentado y los beneficiarios de las pensiones son más numerosos con respecto a la población activa, que como resultado del aumento de la productividad se ha ido reduciendo en las economías desarrolladas. Es decir cada vez menos trabajadores en activo deben de aportar a fondos de pensión que son usados para atender a una población de jubilados más numerosa y que vive más tiempo como resultado de nuestro progreso tecnológico. Ante la inminente quiebra del sistema de jubilaciones una medida es aumentar la edad de jubilación esto tiene por objetivo el mantener aportando mayor tiempo a la misma persona antes de que esta comience a gozar de los beneficios de sus aportes. Pero debido a que el progreso tecnológico continuará y la productividad con él, cada vez menos personas seran necesarias para producir con lo que el supuesto de la CE, es por decir lo menos cuestionable.
Pero tal vez la consecuencia más inesperada es que el aumento de la edad de jubilación hará más difícil a los jóvenes conseguir un trabajo estable, es como se dice desvestir a un santo para vestir a otro, pero es mejor leer las palabras usadas por Santiago Niño:
"El problema es que mayor esperanza de vida implica que esa población ocupada que se jubila sobrevive más años al momento de su cese laboral, de media muchos años, y más aún si esas personas que cesan en su actividad son jubiladas antes de tiempo. (En 1880, cuando en el Imperio Alemán fue instaurado el antecedente remoto del embrión de un sistema de pensiones, una persona, de media, sobrevivía dos meses al momento en que interrumpía su actividad laboral).
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Para obviar este problema a la CE se le ha ocurrido algo que parece lógico: proponer que se piense en prolongar la vida laboral y, como cifra, ha propuesto los 70 años, y digo que es lógico porque es de cajón: una persona ocupada, con sus cotizaciones y con las de la compañía en la que se desempeña profesionalmente, se nutre el monto de la caja que paga pensiones, y, además, al estar trabajando no detrae nada de esa caja por la sencilla razón de que no cobra pensión. El razonamiento, no obstante, supone algo muy, muy incierto y, además, no considera la implicación de mayor importancia que tendría llevar a término la prolongación de la vida laboral.
El supuesto incierto: la CE supone que la mayoría de las personas que compongan la población activa europea van a estar ocupadas, lo que entiendo que tan y como están las cosas y tal y como van a estar, tan sólo será cierto si la población activa es muy, muy reducida, lo que no parece vaya a suceder (más bien lo contrario a medida que el desempleo aumente y más personas quieran contribuir -o intentar hacerlo- a complementar unas rentas familiares a la baja); claro que siempre puede modificarse el concepto de población activa haciendo que tienda a coincidir con el de ocupada, o bien puede limitarse por ley la dimensión de la población activa (en Argelia, a principios de los 90 hubo alguna propuesta a fin de reducir el desempleo del factor trabajo a través de la prohibición legal de que trabajase la mujer)."
Realmente un futuro mucho más difícil para los más jóvenes. Pero las mismas conclusiones a las que ha llegado Santiago Niño respecto a España y Europa, también son aplicables a Estados Unidos o a los países de América Latina. Para ponerlo en una forma más directa, la generación de mi padre tuvo una jubilación similar a la de mis abuelos, la mía tendrá que trabajar mucho más para llegar a la edad de jubilación, no me extrañaría que de aquí a ese momento la edad de jubilación termine siendo 75 años. Pero lo terrible es que las siguientes generaciones no tendrían un sistema de jubilación como lo conocemos hoy en día. Claro a menos que inventemos una muy nueva tecnología que no contamine, se base en un recurso 100% renovable, utilice gran cantidad de mano obra y produzca la suficiente riqueza como para mantener una clase media de miles de millones de seres humanos.