Los conservadores se alistan para aplicar una política de recortes drásticos en el presupuesto público que algunos analistas califican como un "baño de sangre al estilo canadiense", detalles sobre los recortes pensados por el gobierno británico pueden leerse en Telegraph. En esa linea el Primer Ministro David Cameron ha dado unos datos estadísticos para demostrar de que de no actuar inmediatamente en muy poco tiempo el gobierno británico colapsará como resultado del tremendo peso presupuestario que representará el servicio de la deuda pública, aquí las declaraciones de Cameron tomadas del blog de Andrew Sparrow en The Guardian:
"Basado en los cálculos de el último gobierno, en un plazo de cinco años los intereses que tendremos que pagar sobre nuestra deuda se estiman bordearan los 70 billones de libras. Esta es una cantidad asombroa. No es de extrañar que el gobierno anterior se rehusara a publicar la información.
Voy a explicar lo que esto significa. Hoy en día gastamos más en intereses de la deuda que en mantener operando las escuelas de Inglaterra. Pero 70 billones de libras significa gastar más en intereses de la deuda que hacemos actualmente en el funcionamiento de las escuelas de Inglaterra, más el cambio climático, más el transporte. Los pagos de intereses de 70 billones de libras significa que por cada libra que cada uno paga en impuestos, 10 centavos se gastaría en el interés."
Ciertamente con esas declaraciones el primer ministro Cameron puede obtener apoyo para su plan de recortes del gasto público, lo que no está diciendo sin embargo es que los recortes implicaran justamente reducciones en los salarios de los empleados del gobierno y reducción de los beneficios sociales en salud y educación para todos.
Un nuevo gobierno, como es el caso de la coalisión liderada por Cameron, ciertamente puede invocar el comodín de la crisis heredada y justificar una acción drástica para arreglar un error pasado. Sin embargo me pregunto si un gobiernos que aún está a mitad de recorrido como es el español o el estadounidense pueden de la noche a la mañana cambiar de una política de "estímulo" a una de "recortes" y no ser completamente masacrados en las próximas elecciones.
Evidentemente está probado que el mayor gasto público no hará que la economía se recupere; por otro lado en los últimos años todos los estados del planeta han estado estimulando sus economías al más puro estilo keynesiano, en la esperanza que el crecimiento del sector privado de manera expontánea reviva la economía mundial. Esto último a la luz de las últimas estadísticas se ha probado falso, la razón es que la estrutura productiva está diseñada para operar con grandes cantidades de crédito, si hacemos caso a las estadísticas se necesitan $3 de crédito para generar $1 de PIB en U.S.A., en el entorno presente es algo imposible.
Hay un límite para todo y al parecer las economías de los países desarrollados han llegado a un techo en lo referente al nivel de deuda que sus respectivos estados pueden mantener, es decir de aquí en adelante fuertes recortes a los gastos públicos, aumento de impuestos generalizados y estanflación. La crisis finalmente ha llegado.