La última reunión del G20 en Toronto (Canadá) ha terminado y ha producido un largo documento (27 páginas) llamado "La Declaración de la Reunion del G20 en Toronto", que reune objetivos incompatibles como reducir el déficit fiscal de los países miembros a la mitad para el 2013 y un presupuesto balanceado (0 déficit) para el 2016, así como también el compromiso de sus miembros de seguir impulsando el crecimiento. En el estado en que se encuentra actualmente la economía mundial donde el crédito se ha secado completamente y este depende de que los bancos centrales otorguen fondos a interés casi cero a sus respectivos bancos comerciales y donde es el gasto público el único que mantiene el consumo interno, hablar de un presupuesto balanceado y fomentar el crecimiento es como decir que queremos subir bajando, bajar subiendo o cualquier otra clase de oxímoron que se les pueda ocurrir.
No soy el único que ha quedado desconcertado con los acuerdos tomados por el G20, Mohamed El-Erian de PIMCO también ha expresado su visión pésimista sobre el resultado de dicha reunion en un post publicado en FT Alphaville y que podríamos resumir en tres puntos claves:
- Vivimos en un mundo multipolar, en donde ninguna de las economías que lo componen tiene una posición dominante y que además tiene muy débiles mecanismos de coordinación.
- Los Estados Unidos es actualmente la única economía mundial importante que se encuentra aplicando una política monetaria expansiva actualmente.
- Los líderes mundiales sólo están enfocados en el corto plazo.
Todos los puntos anteriores nos indican que no se tiene un plan para salir de la presente crisis y que se sigue actuando solamente con contramedidas a lo que hace el mercado, es decir si los mercados están preocupados por la capacidad de los gobiernos en repagar su deuda lo cuál es expresado en el aumento del costo de los CDS de los respectivos bonos soberanos, entonces los gobiernos reaccionan con políticas de austeridad para demostrarles a esos mercados que hay intensiones de pagar. Debido a su monopolio sobre el dólar los Estados Unidos está en una posición que le permite imprimir hasta quebrar, algo que por cierto tampoco les conviene a los grandes tenedores de deuda americana somo son China, Japón y Europa.
En el corto plazo, debido a que Estados Unidos continuará imprimiendo billetes para evitar una nueva recesión, posiblemente los mercados bursátiles de este lado del Atlántico durante el futuro próximo pueda continuar recuperandose, probablemente hasta el final del verado, lo cuál creará un apetito de corto plazo por el dólar, que como consecuencia recuperá un poco del terreno perdido en las últimas semanas respecto a otras monedas, pero eso será temporal. Es invevitable que la inflación llegue y los inversionistas busquen un destino más seguro para sus fondos, con lo cual una caída del dólar arrastrando al país a un escenario estanflacionario, que a la luz de lo divergente de las políticas entre el resto del mundo y los Estados Unidos parece ser inevitable en el mediano plazo.