Que se puede decir, el pánico de los inversores ha originado la caída más grande de la bolsa desde 1987 en términos absolutos. Aquellos que saben la situación real de los bancos han tratado de cerrar sus posiciones tan luego se enteraron de que la cámara de representantes (los diputados) rechazaron la propuesta del presidente del paquete de rescate financiero de $700,000 millones. Sin embargo la caída está lejos aún del lunes negro de 1987, donde en un sólo día el DJIA (Dow Jones Industrial Average) perdió 22.6%.
Una explicación un poco maquiavelica puede ser que los operadores de la bolsa, que son los únicos que han quedado en pie actualmente, debido a que todo pequeño inversionista, hace rato que quebró o sencillamente abandonó el NYSE, han dejado caer los índices para presionar a los legisladores para aprobar el paquete de ayuda que busca restaurar la liquidez del mercado crediticio. Lógicamente lo anterior no puede ser probado, pero explicaría porque la caída ha sido pronunciada y muy publicitada, aunque no ha represntado una caída que califique como crash, aunque parezca increíble, es posible que el DJIA retorne por encima de los 11,000 puntos, subidas de más de 500 puntos han sido vistas en este año.
Por otro lado aunque los comodities han tenido una pronunciada caída debido a la inevitable recesión, el petróleo tuvo una caída de más de $10 el barril el día de hoy. Sin embargo el oro ha subido debido a la creciente incertidumbre del mercado y su percepción como único refugio del dinero contra la inflación que parece tocar las puertas.
Es este el fin como pronostican algunos, pues no lo creo. Pero ciertamente significará el fin de las economías emergentes, veremos como las hasta ahora emergentes China e India, entrarán en un rápido decaimiento de sus economías, y las naciones lationoamericanas que basan sus ingresos en las exportaciones de comodities veran caer sus ingresos y desencadenarse una terrible estanflación en sus economías. Podran gobiernos irresponsables fiscalmente como los de Evo, Chávez o Correa sobrevivir a esta dura prueba, ahora veremos si la retorica sirve para controlar la crisis financiera mundial.