En la página web de la revista ComputerWorld, en un artículo aparecido el día de hoy (18 de agosto), se menciona que el 35% de las PCs nuevas se les hace un downgrade a Windows XP, ya sea en el mismo fabricante del PC (Dell, HP, etc.) o en el escritorio del usuario final. Las estadísticas hechas públicas por ComputerWorld han sido realizadas por Devil Mountain Software Inc., sobre una muestra de 3000 PCs.
Aunque si bien es cierto ese 35% es un estimado (no es un valor censal), es un claro indicativo que hay una porción significativa del mercado que rechaza al nuevo sistema operativo de Microsoft. El hecho anterior es posible de acuerdo a los términos de licencia de Microsoft, que permite a los usuarios que compren una licencia de Windows Vista Business o Ultimate, puedan hacer un downgrade a Windows XP Profesional (a pesar de que éste último ha sido retirado del mercado oficialmente en junio de éste año). Ésto es lo que estan haciendo muchos de los fabricantes como Dell o HP, que desde fábrica ofrecen un XP Profesional instalado, pero venden una licencia de Vista Business o Ultimate (ésto fue comentado en éste blog en el post titulado "Dell da a Microsoft una cucharada de su propia medicina").
La compañía Devil Mountain Software, que proporcionó las estadísticas indicó que uno de sus clientes a pesar de haber hecho un upgrade a toda su plataforma, ha preferido continuar con Windows XP de 64 bits, que migrar a Vista, y señalan como uno de los factores el hecho de que a pesar de que incluso un Windows Vista despojado de todos los extras que trae es aún un 40% más lento que Windows XP sobre el mismo hardware. Lo anterior tiene su explicación en el nuevo kernel de Windows Vista, que hasta la semana pasada era considerado más seguro que XP, los detalles de por qué ésto ya no es así pueden leerlos en el post titulado "Windows Vista es tan inseguro como sus predecesores".
Definitivamente Windows Vista ha sido el error más grande de Microsoft en lo que a sistemas operativos se refiere desde Windows Millenium. El mayor problema que enfrente Microsoft actualmente es que oficialmente Windows XP ha sido retirado del mercado, y Windows Vista no es aceptado como su sucesor natural. Para complicar las cosas aún más para Microsoft, no hay una fecha para el próximo Windows 7. Y lo que es peor aún nadie sabe a ciencia cierta si Windows 7 será un paso hacia adelante en la dirección de Vista, o uno hacia atras en la dirección de XP.
Dada la tremenda presión a la que se verá sometida Microsoft con al incursión masiva de Linux en el emegente sector de las netbook, donde incluso un Windows XP es demasiado grande y lento, donde el mayor temor para Microsoft es que luego Linux salte a los escritorios desplazando a Windows, es comprensible por qué Microsoft califica al Open Source como un factor de riesgo.