Viejas lecciones que nunca se aprenden

Cuando leí "Caníbales y Reyes" de Marvin Harris por primera vez alrededor de 1986, me sorprendió como basandose en hechos históricos y un poco de estadística, se podía deducir como las sociedades se movían a través de un motor de ciclo contínuo cuyas fases incluían el agotamiento de recursos, la intensificación de la producción, el colapso del orden establecido y una nueva reorganización en base a un nuevo esquema productivo, para luego repetir el ciclo nuevamente. Lo que me pareción convincente de esta interprestación es que a diferencia del materialismo histórico de Marx, no creía en determinismos, todo era bastante estocástico. Además que se basaba sobre un hecho que para mi era evidente en esos años, que la cantidad de recursos disponibles era mucho menor que las necesidades de todos los individuos de una sociedad. Algo que rompe el mayor dogma socialista, el cual es que hay suficiente para todos, lo que pasa es que esta mal repartido.

En aquellos años, mediados de los 80s, las cosas estaban mal, no sólo en Latinoamérica sino en los Estados Unidos, películas como "Propuesta Indecente" o  "Other People Money", retratan el colapso de la sociedad americana debido a la recesión  generada por el lunes negro de 1987, parte de esa crisis se debió a la erronea política económica de Ronald Reagan, que fallo en dos de sus principales promesas electorales, la reducción del tamaño del estado y la reducción del déficit de la balanza comercial norteamericana. Lo que ocurrió básicamente entre 1987 y 1992 es que la economía americana se transformó radicalmente de una sociedad industrial a una sociedad de servicios en el proceso muchas grandes empresas como Pan Am (la línea aérea más importante de los Estados Unidos en ese entonces) quebró y muchos fabricantes de automóviles como Chrysler se declararon en bacarrota.

Lo que dinamizo la economía americana desde el 92 fue la industria tecnológica, la revolución de la informática y el Internet crearon un nuevo ecosistema económico basado en servicios y la bolsa de valores no hizo más reflejar el optimismo de aquellos años, en pocas palabras se cambió la organización de la producción en la sociedad como propone Harris en su modelo de materialismo cultural.

El primer signo de agotamiento del modelo de la sociedad de servicios ocurrió con la crisis de las empresas puntocom, ocurrida entre el 2000 y 2002, como reacción a esta crisis la economía de servicios intensifica la explotación del modelo de servicios y las empresas financieras reemplazan a las tecnológicas como motor de la economía, ésto originó la burbuja inmobiliaria, que ya ha explotado y la inminente crisis del crédito (credit crunch) producto de la actual moratoria en el pago de las tarjetas de crédito. En el mejor de los casos, si tenemos suficiente suerte este cambio de modelo de producción social de riqueza tomara unos 5 años, y quién sabe a lo mejor la biotecnología sera el nuevo motor de la economía. Pero en el peor de los casos podríamos ver 10 a 20 años de crisis hasta que una nueva forma de producción de riqueza, nos permita otra vez volver a un crecimiento sostenido de la economía mundial, o un deterioro intenso del estándar de vida haga ver como crecimiento cualquier recuperación futura.

Aquellos que son optimistas y creen que ésta es sólo una crisis pasajera que se superará el próximo año con un nuevo gobierno en los Estados Unidos, lamento desilucionarlos. Porque ni retirando las tropas de Iraq y Afganistan, ni así vuelva el petróleo a $40 el barril hará que la economía mundial retorne al impresionante crecimiento de los últimos años.  El modelo se agotó, o mejor dicho lo agotamos gracias a un consumismo irracional, pensando de que mañana habría más dinero para pagar las deudas que se acumulaban, y ahora que hemos despertado del sueño consumista, sentimos ese terrible dolor de cabeza luego de la embriaguez del dinero fácil.

Tal vez ahora, que el dinero es escazo en forma de efectivo o crédito, podamos comprender de que hay cosas más importantes que el dinero. Es posible que se haya perdido mucho dinero en forma de acciones o propiedades, pero lo más importante para nosotros que debería de ser nuestros seres queridos seguiran alli a nuestro lado, cuando realmente los necesitemos, si se van es que tal vez sólo estaban alli por el dinero, si se quedan, es porque realmente valen mucho más que el dinero.

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