Cuando el web introdujo Internet a las masas, comenzaron a actuar las fuerzas del mercado. Y una vez más la caprichosa mano invisible del mercado adoptó algunas tecnologías y descarto otras. Muchos "técnicos" creemos que son las mejores tecnologías aquellas que se imponen, cuando en realidad las bondades técnicas nunca han sido la razón por la cuál determinadas tecnologías son favorecidas por el mercado.
Quienes de los primeros pioneros en Intenet no recuerdan las grandes ideas propuestas, que deberían ser el futuro de la red, y cómo estas fueron desplazadas por ideas consideradas "tribiales". La mensajería instantánea, los blogs, o las redes sociales tuvieron un impacto tremendo sobre la sociedad, este impacto se tradujo en atraer millones de usuarios al mercado de Internet. Como resultado de una gran demanda insatisfecha aparecieron diversas empresas ofreciendo sus servicios. Esto creó un mercado de competencia perfecta, en el cual tanto consumidores como proveedores podían entrar y salir.
El web ya ha dejado de ser el territorio de los nerds, técnicos o visionarios, para convertirse en un mercado más, y cómo todo mercado esta dominado por:
- La leyes de la oferta y la demanda y
- La ley de la pérdida del beneficio.
Aunque muchos sólo sabemos de la primera, pues es la que nos afecta directamente el bolsillo, la segunda igual de severa no es muy publicitada, pero esta inexorablemente consume los márgenes de ganancia de los proveedores. La ley de la pérdida del beneficio dice que en un mercado de competencia perfecta el margen de utilidad de todo bien o servicio con el tiempo tiende a 0. Esto es que la diferencia entre el costo de producción y el precio de mercado, en un mercado de competencia perfecta tiende a desaparecer en el largo plazo.
El web debido a su naturaleza TCP/IP es un mercado de estándares abiertos, por lo tanto al nadie ser dueño de la cancha, permite que múltiples proveedores/soluciones compitan en igualdad de condiciones por los dólares de los clientes. Es así como el precio del hosting se ha visto drásticamente reducido a lo largo de los últimos años, veamos estos ejemplos:
iPowerweb (http://www.ipowerweb.com/) ofrece 200GB de hosting, 2500 cuentas de correo y 6 dominios alojados bajo una misma cuenta a $7.95 al mes por la firma de un contrato anual.
dot5Hosting (http://www.dot5hosting.com/) ofrece también 200GB, 5000 cuentas de correo y 6 dominios alojados bajo una misma cuenta a $4.95 al mes por la firma de un contrato bi-anual.
StarLogin (http://www.startlogic.com/) ofrece 200GB, 10 dominios bajo una misma cuenta a $5.95 por la firma de un contrato anual.
Cada uno de ellos cuenta con miles de usuarios y tienen un alcance mundial. ¿Cómo es posible lograr este nivel de precios y ganar dinero? Pues debido a que el web tiene estándares públicos y abiertos, es decir el web es una mercancía.
¿Cuándo un bien o servicio alcanza la categoría de mercancía?, pues cuando todos nos hemos puesto de acuerdo sobre qué es lo que esperamos por nuestro dinero. Por ejemplo a quien le importa cómo se hizo una camisa, nadie se pone a pensar si la hizo una abuelita siguiendo una antigua tradición o un robot de última generación; sólo nos interesa que se vea bien, que tenga dos mangas, cuello, botones y lo más importante que esté al alcance de nuestro bolsillo.
Igual pasa con el web, no queremos saber si el servidor corre Solaris, FreeBSD, Linux o Windows. Si el procesador es RISC o CISC, si compartimos el IP o tenemos un IP para nuestro uso exclusivo. Sólo queremos que nuestra página web se vea en todo el planeta y el lugar donde alojamos nuestra página esté relativamente seguro de las manos juguetonas de algún hacker.
Por qué esto no ha pasado con el software de nuestra computadora personal, pues por una sencilla razón. El OS (Operating System) que gobierna el 90% de las computadoras personales del planeta tiene dueño, y por lo tanto no es un mercado de competencia perfecta. Así mientras el hardware ha ido cayendo de precio a lo largo de los años, el precio del OS que usamos todos los días ha ido subiendo de precio con los años. Podrá revertirse esta tendencia, pues todo depende de si el mercado decide por una solución de estándares abiertos o no. El web ya nos ha demostrado de que cualquiera que sea el software, puede llegar a ser una mercadería si tenemos estándares públicos y abiertos que favorezcan el desarrollo de un mercado de competencia perfecta. Lo contrario de esto es un monopolio, en el cual la calidad y el precio de un bien o servicio es dictado por un único proveedor. La decisión final está en manos del mercado, el cuál esta formado por todos nosotros.
Pero sigues sin decir como se logran esos precios.