Bueno, para responder a la pregunta del título de este post tendríamos que analizar la actual situación de Apple. La empresa de la manzana ha llamado mucho la atención de los medios en la actualidad, por un lado el lanzamiento de su iPhone 3GS y por otro el reconocimiento público, con comunicado de prensa oficial del hospital, de que Steve Jobs ha recibido un transplante de hígado.
El asunto del transplante de hígado es una situación bastante incómoda para Apple, por un lado The New York Times, cuestionó la ética de los médicos del hospital donde se realizó el transplante, pues que alguien rico y famoso resulte de la noche a la mañana como el receptor número uno de la lista de espera es ciertamente sospechoso. Con el comunicado oficial y los médicos asegurando de que no hubo nada turbio en el proceso de transplante de órganos, alegando que la situación de Jobs era de urgencia. La posición de todo el directorio se ve comprometida, ya que se supone que ellos lo sabían y no hacer público una información de ese tipo, en una empresa que es tan dependiente de la vision de su CEO, es vista como una falta al deber con los inversionistas que son los jefes de los directores, como dice el conocido columnista Joe Nocera.
Lo interesante de esto es que Dan Lyons (el falso Steve Jobs), ha escrito por partida doble en Newsweek y The Secret Diary of Steve Jobs, defendiendo el liderazgo indiscutible de Steve Jobs como CEO y argumentando de que Apple necesita a Jobs, tanto como Jobs necesita a Apple. Lo compara incluso con el Capitan Kirk. Y eso nos trae justamente a la pregunta del inicio, ¿se necesita un líder?.
Si echamos un ojo a la historia de la humanidad, toda gran empresa iniciada por el hombre siempre ha necesitado de un líder que transforme su tiempo, se necesitó un Colon para que un europea pudiera cruzar el Atlantico, se necesitó un Pedro I, para transformar una Rusia medieval en un estado europeo moderno, un Napoleón para redibujar la Europa actual. Es por ello que en momento de crisis la mayoría de seres humanos buscan un líder que traiga el cambio, sino sería difícil de entender la elección de Barack Obama.
Pero en todos los casos donde hubo un líder que realizó el cambio, siempre ha habido una gran descepción y un mal sabor al final. Las guerras de independencia latinoamericana, que llevaron a una sucesión de guerras intestinas por el poder en las pequeñas repúblicas creadas, con todos los caudillos queriendo ser Napoleon, son un claro ejemplo de lo que un "liderazgo fuerte" puede hacer. Apple no es la excepción, como una vez postee en este blog bajo el título "Los Simpsons se burlan de Apple", la base de usuarios de Apple desean sentirce especiales y eso queda capturado en la lapidaria frase dicha por Bart:
"Todos Uds. son perdedores. Uds. se creen especiales porque compran un teléfono de $500 con la figura de una fruta en él. Bueno, ¿adivinen qué?. Producirlos sólo cuesta $8 y yo me orino en cada uno de ellos. Yo he hecho una fortuna con Uds. tontos, y he invertido todo el dinero en Microsoft! Ahora mi amante Bill Gates y yo, nos besaremos uno al otro en una pila de su dinero."
Es por eso que el comercial de Lauren y su frase "No soy lo suficientemente cool para ser una persona Mac", removió los cimientos del credo Apple y despertó la reacción airada de los devotos de la manzana. Pero lo que ocurre con Apple, pasa sin lugar a dudas con cada aspecto de nuestras vidas. A veces sin que nos demos cuenta. Buscamos la respuesta a nuestros problemas en un liderazgo externo, que nos alivie el dilema moral de tomar nuestras propias decisiones y por lo tanto ser responsables de nuestros actos.
Por eso se eligió a un George Bush por segunda vez, el miedo a un ataque terrorista pesaba tanto en la mente de los americanos, que no importaba lo demás. Mientras el líder pueda mantener los problemas alejados de casa y no demande nada de nuestra parte, apoyamos la solución. Ese acto de irresponsabilidad nos llevo a la recesión que ahora enfrentamos, y para resolverla no hemos asumido nuestras responsabilidades individuales, sino que hemos elegido a otro líder, Barack Obama, para que resuelva el problema económico. Este nuevo líder puede resolver o no el problema, total en 4 años se podrá volver a elegir otro líder y el presente se convertirá en un odiado tirano.
Lo mismo ocurre con las religiones, elegimos una para que nos diga que es bueno y que es malo, en lugar de tratar de tomar la decisión por nosotros mismos. Mientras no tengamos que hacer un cambio real en nuestras vidas, la religion nos sienta bien. Es por ello que en occidente ser "agnóstico" es una tendencia mayoritaria, pues la regla de oro en nuestros tiempos es buscar aquello que menos nos pida y más nos ofresca. Desde ese punto de vista el agnostisismo podríamos verlo como un seguro contra una posible vida después de la vida, no se niega a un dios, pero tambien por otro lado tenemos el pretexto perfecto para no practicar ningun rito religioso. Es decir el "agnóstico occidental" es aquella persona que le falta valor para declararce ateo y es lo suficientemente vago para no asumir ningun compromiso.
En lo personal no creo en lo líderes, son la forma más rápida de renunciar a nuestra propia libertad. Pero por otro lado, debo aceptar que la gran mayoría de seres humanos los necesita. Como escuche en el trailer de la película "Mutant Chronicles", "Muchos hombres piensan que van a morir, pero son pocos los que lo saben". Tal vez esa frase resume el sentido humano de liderazgo, la gran mayoría tiene una esperanza y usando esa esperanza es que se construyen los liderazgos, pocos entre los cuales me incluyo no la tenemos y por lo tanto difícilmente creemos en un líder.
Así todo aquel que sigue una religión es porque tiene una esperanza a trascender su realidad, por miserable que esta sea. Todo aquel que compra un iPhone 3GS tiene la esperanza de que ese pequeño artefacto lo hara único, diferente, especial y la felicidad se alcanza con $299 y un contrato celular con AT&T por 2 años. El gobierno peruano al abrazar el proyecto OLPC y entregarle una laptop a cada niño pobre del país, sigue el liderazgo de Negroponte que nos ofrece el paraíso del progreso si aceptamos creer su verdad revelada, que una computadora en manos de cada niño es la respuesta a nuestros problemas de desigualdad social.
Si tienes esperanza, estoy seguro que habrá un liderazgo al cual puedas unirte, los hay para todos los gustos. Por otro lado si nunca la tuviste, o ya la has perdido, como es mi caso. No te deprimas bienvenido al club, la vida dura lo que tiene que durar. La respuesta es que no hay esperanza. Nuestra vidas en sí mismas por breves, dolorosas, aburridas o sin sentido que sean ya son el premio, no es que vamos a recibir un premio en el futuro, ya lo tenemos ahora en nuestras manos, disfrútalo hasta que te quiten.