En el fin de semana han ocurrido dos flamigeros threads uno fue el que origino el post de Steve Vaughan-Nichols, en su blog Cyber Cynic sobre quién realmente escribe el kernel de Linux. El otro fue un mensaje enviado por Daniel Yucra a la lista del PLUG (Peruvian Linux User Group), denunciando que el ejercito peruano gastaría casi 2 millones de dólares en adquirir licencias Windows.
Lo único que me quedó claro, luego de ver la tónica de dichas discusiones, es que hay tanto fanatismo del lado de Linux, como lo puede haber en cualquier secta religiosa. Aunque este ha sido un tema que discutí en un post anterior titulado "Motín en CentOS o el mito de la solidaridad", al parecer aún hay muchas líneas que tipear en este tópico; y es que básicamente mucho de ese fanatismo se debe a mitos, leyendas de la era digital que es conveniente cuestionar para hacer que Linux vuelva a ser lo que su creador Linus Torvalds quizo que fuera en el momento que lo creo, una herramienta útil y una experiencia divertida.
Comencemos discutiendo el post de Vaughan-Nichols. En su post, Vaughan-Nichols, no hace más que comentar un informe preparado por Linux Foundation, titulado Linux Kernel Development, según el cuál el número de empresas que contribuyen código a Linux es muy superior al número de programadores individuales (es decir aquellos que no forman parte del staff de una gran corporación). Lo cuál es por una parte lógico y por otra una consecuencia de la gran aceptación que Linux ha ganado en el gran público. Una prueba de la creciente importancia de Linux para los negocios es que hasta Microsoft ahora ha decidido desarrollar código para Linux, aunque su motivación para ello es que sus entornos Windows puedan correr bien dentro de los entornos de virtualización de hardware en Linux como sistema operativo anfitrion.
¿Tiene acaso algo de malo, que un proyecto que comenzara como un hobby haya logrado tanto éxito comercial?, al parecer para muchos de los fanáticos del Free Software si lo tiene, comenzando por Stallman que se pasa recorriendo cuando escenario le dan para hablar y decir que debemos llamar al entorno GNU/Linux, tratando de menter su discurso político en medio de temas técnicos. En realidad bajo la lógica de Stallman no deberíamos de llamar a Ubuntu por su nombre sino GNU/Linux/Gnome/Ubuntu. Pero mientras Stallman se esfuerza por ser un personaje que atrae cámaras y micrófonos para difundir su mensaje político, Torvals se caracteriza por ser exactamente lo contrario, él evita las cámaras y hace una clara distinción entro lo técnico y lo político. Esto es tambien un resultado de que ambos pertenecen a generaciones diferentes, mientras Stallman es el clásico representante de la Generación Baby Boomer, Torvalds es el clásico representante de la Generación X.
Tal vez sea lo íronico del destino, pero justamente aquel que no deseaba cambiar el mundo terminó haciendolo y alcanzando una notoriedad no buscada, y por el contrario aquel pasó su vida renegando de cuanto existía y proponiendo cambios radicales terminó enredado en su propio laberinto y luego de más de casi 30 años de haber iniciado su proyecto Free Software a principios de los ochenta, no ha podido ver cristalizado su sueño de un sistema operativo 100% Free Software, teniendo que aceptar el kernel de un "outsider" para que su proyecto tuviera viabilidad práctica.
El éxito de Linux, no es más que el triunfo del pragmatismo contra el idealismo, en ese sentido Stallman tiene mucho más en común con Ballmer que con Torvalds o el Open Source en general. En un mundo en el cual los dos fundamentalismos de finales del siglo XX, el comunismo y el capitalismo radical han probado su falla para construir sociedades viables en el largo plazo, de la misma forma el pensamiento Free Software que propuso Stallman, o la idea del software como mercadería de Gates, no son la solución para un mercado del software sostenible en el largo plazo y una aproximación de Software como Servicio parece ser la más viable en estos momentos.
Respecto a si son más las empresas o los programadores individuales los que contribuyen más al kernel, es una discusión de fundamentalistas, no es una discusión de técnicos. Al final no interesa quien escriba el código, mientras el modelo de libre acceso al código fuente y la independencia de una sóla fuente de código se mantenga.
En cuanto a los casi $2 millones que planea gastar el ejercito peruano en comprar licencias Windows, más referencias en este link del SEACE, la idea de que podemos ahorrarnos esos dos millones usando software libre es muy apresurada. Básicamente el costo total de propiedad no esta determinado en su mayor parte por el costo de las licencias sino por el costo de la mano de obra. Mientras es mucho más económico contratar un técnico que instale, actualice y mantenga operando una plataforma Windows, no es lo mismo con una plataforma Linux.
Pongamoslo en cifras, mientras es fácil y barato contratar 100 técnicos certificados en plataforma Microsoft, no pagaremos más de $8,000 al año por cada uno, conseguir personal calificado en equivalente número para Linux sería mucho más costosos. En pocas palabras no podríamos encontrar ni la cantidad suficiente, además de que el costo unitario por cada profesional Linux sería muy superior. Tendremos que admintir que no es una cuestion de seguridad nacional, sino simplemente una cuestion de manetener los costos bajos, el presupuesto del ejercito es demasiado pequeño como para poder hacer un cambio estructural tan grande.
Los que hablan de que esta "dependencia" tecnológica nos vuelve vulnerables, hay que recordarles que el aporte del Perú al kernel Linux es casi inexistente. Cambiar a Linux todas las PCs de las fuerzas armadas, tampoco las vuelve más "independientes", las mainboard, CPU, discos duros, etc son fábricados fuera del país. Incluso no sabemos si los chinos que ensamblan las mainboard pueden añadir rootkit en los BIOS, que aprovechando la capacidad de virtualización de los nuevos procesadores pueden permanecer ocultos y corriendo en ring 0, invisibles para toda herramienta de auditoría corrida desde el sistema operativo, cualquiera que este sea.
Teorías de conspiración pueden haber tantas como se quieran, la realidad muchas veces suele ser más sencilla, y por lo general más simple de lo que los "expertos" suelen profetizar. En el caso del estado peruano usando Windows para todas sus agencias, la explicación es sencilla. El estado peruano paga tan poco que no podría retener profesionales calificados para que administren una plataforma Linux de la magnitud necesaria.