Estar sentado mucho tiempo reduce su esperanza de vida

En un artículo aparecido en el Chicago Tribune, se informa sobre el resultado de una investigación llevada a cabo por la American Cancer Society, realizado en Atlanta, que cubrió una población de 53,000 hombres y 70,000 mujeres durante 14 años, llegó a la conclusión de que las mujeres que estan sentadas por más de 6 horas al día, tienen un 37% más de probablidades de morir que las que están sentadas sólo 3 horas al día. En el caso de los hombres el estar sentado más tiempo aúmenta sus probabilidades de morir en un 17%.

El estudio también reveló que incluso si se hace ejercicio, el riesgo de morir más joven se reduce, aunque no significativamente si aún se permanece sentado por largos periodos de tiempo. Pero las cosas podrían ser terribles para los más sedentarios según dicho estudio, las probabilidades de morir para aquellos que se mueven menos de tres horas y media al día se incrementan en un 94% para las mujeres y en un 48% para los hombres, según un reciente anuncio del American Journal of Epidemiology.

Bueno, yo que estoy sentado por más de 12 horas al día frente a una pantalla de compuradora puedo dar fé que es un actividad extenuante y que puede acabar rápidamente con la salud de cualquiera, sin embargo cada vez es más difícil encontrar un trabajo físico que pague lo suficiente como para mantener una familia en estos días. Me pregunto si estos resultados al final no haran que las primas de los seguros de vida se disparen para aquellos que trabajamos en oficinas. Por otro lado la buena noticia sería que el problema de una población anciana cada vez más numerosa y que demandaría un mayor consumo de los escazos recursos de estados ahogados en deuda, estaría resuelta en el largo plazo con la pronta partida de muchos de nosotros, incluso antes de llegar a la edad de juvilación.

Los ciclos de Benner

Ahora que he tenido un poco más de tiempo para seguir buscando información relevante sobre ciclos económicos para hacerme una idea aproximada de cuánto tiempo podría durar el inminente ciclo estanflación, me he encontrado con un interesante modelo de ciclos económicos postulado por un granjero de Ohio en 1875, llamado Samuel Benner.

Benner presentó su modelo de ciclos de precios en los mercado en un libro publicado por primera vez en 1875 y que tiene por título "Las profecías de Benner, de los precios máximos y mínimos, en que años hacer dinero en puercos domesticos, hierro, puercos salvajes y provisiones", libro que es de dominio público y puede ser descargado desde Google Books.

La idea de que los precios de los diversos commodities siguen ciertos ciclos, no era nueva ciertamente en el tiempo de Benner (recuerdan la historia bíblica de José interpretando el sueño del Faraón, el de las siete vacas flacas comiendose a las siete vacas gordas). Más aún, Benner como granjero tenía una experiencia de primera mano observando a los ciclos de la naturaleza sucederse y era fácil comprender como algunos años de buenas cocechas hacían que los precios bajaran debido a un exceso de oferta y algunos años de malas cocechas hacían que los precios subieran, debido a la reducción de la oferta.

Con al revolución industrial y tecnológica de los últimos 200 años hemos creído que finalmente estamos libres de los ciclos de la naturaleza, que los años de sequía ya no son sinónimos de hambruna, sin embargo esto es sólo una falsa seguridad. Hasta ahora creíamos que la gran moderación de la naturaleza había llegado debido a que construímos grandes represas para regular el ciclo del agua y generar electricidad para mover nuestras industrias. Con lo cuál teníamos una "sólida base productiva", lamentablemente la globalización y su creciente demanda de más materias primas para atender las demandas de una exponencialmente creciente población están haciendo que esa leve ventaja que nos diera la tecnología desarrollada en los últimos 200 años este desapareciendo.

Bajo las premisas anteriores, es fácil comprender como los ciclos de máximos y mínimos de los precios en las commodities de mayor demanda en los mercados que postulara Benner a finales del siglo XIX, hayan sido tan precisos para predecir también los máximos y minimos en los mercados de valores durante el siglo XX y probablemente serán muchos más exactos en este siglo XXI.

David McMinn tiene un interesante artículo titulado "Los ciclos Benner, los números de Fibonacci y el número 56", en donde explica detalladamente los principios de los ciclos de Benner y nos dá un gráfico que sintetiza la aplicación de los ciclos de Benner a los valores del índice bursátil Dow Jones, el gráfico es este:

 

Como veran, hasta 1987 los ciclos de Benner estaban bastante correlacionados con los máximos y mínimos de los mercados de valores, aquí un cuadro que nos muestra los máximos del Dow Jones Industrial Average desde 1902 y su relación con los ciclos Benner:

Año
Intervalo anual
Máximas de mercado
1902
 
24 Abril 1902
1910
8
2 Enero 1910
1919
9
3 Noviembre 1919
1929
10
3 Septiembre 1929
1937
8
10 Marzo 1937
1946
9
29 Mayo 1946
1956
10
6 Abril 1956
1964
8
4 Febrero 1965
1973
9
11 Enero 1973
1983
10
12 Diciembre 1983
1991
8
1 Noviembre 1991
2000
9
14 Enero 2000

 A partir del año 2003 las secuencias quedan interrumpidas porque básicamente Wall Street se ha desacoplado de la economía real. La razón es que la FED empezó un agresivo programa de estímulo para combatir la recesión resultado del colapso de la burbuja punto com, a través de la reducción de las tasas de interés primero (lo que dio origen a la burbuja de las subprimes) y luego cuando esas medidas condujeron al primer crash consecuencia de la bancarrota de Lehman Brothers en el 2008, inició una agresiva campaña de creación de dinero (emisiones inorgánicas) que eufemísticamente la FED llama quantitative easing.

Lo único que queda claro es que si las secuencias no hubieran sido alteradas por los radicales cambios de política monetaria de la FED, el máximo de los mercados bursátiles hubiera ocurrido este año (en sincronía con la economía real), para que luego una rápida caída hasta tocar un mínimo en el 2011 limpie los excesos y establezca un nuevo equilibrio en los mercados, luego de lo cual nos recuperaríamos gradualmente hasta hacer otro máximo en el 2018. Dado que hay demasiada liquidez y la economía real que sigue los ciclos de Benner se contraerá en los próximos meses, es de suponer un radical salto en la inflación podría dejar a la FED completamente fuera de lugar y dejar la economía norteamericana y mundial al garete durante los próximos 8 años.

Termino este post, igual que el previo con la frase "Que Dios nos ayude".

La hiperinflación que viene llevará a Occidente al colapso

Hasta el jueves pasado no conocía a Egon Von Greyerz, un analista económico de la firma suiza Matterhorn Asset Management, que comparte la visión de Niño Becerra de que la crisis que vendrá será tremenda y la razón es la deuda total, pero a diferencia del economísta catalán, asegura que lo que seguirá será una hiperinflación que llevará a occidente a un prolongado declive que puede durar entre 20 a 100 años y borrará toda la riqueza y prosperidad creada a lo largo de los últimos 200 años. Un poco pesimista para mi gusto, pero definitivamente presenta un escenario bastante probable, al menos yo ya he dicho antes que mi diferencia con Santiago Niño Becerra, es que yo espero un escenario estanflacionario (recesión + inflación) en los próximos años, algo similar a la década perdida latinoamericana. Pero como siempre me gusta presentar los análisis más interesantes que encuentro, he traducido y reproduzco a continuación un artículo escrito por Von Greyerz, llamado "No habrá double dip… será mucho peor", aquí el texto:

No, no habrá doble caída. Será mucho peor. La economía mundial entrará pronto en una disminución acelerada y precipitada, que hará que el 2007 y el descenso a principios de 2009 parezcan un paseo por el parque. El sistema financiero mundial ha sido temporalmente mantenido con vida por billones de dólares impresos por los gobiernos del mundo. Pero el efecto de esta masiva impresión de dinero es efímero, ya que no es posible salvar la economía mundial sobre la base de este papel sin valor, menos aún mediante más de lo mismo. Sin embargo, los gobiernos seguirán con la impresión de dinero ya que este es el único remedio que conocen. Por lo tanto, pronto nos veremos entrando en una fase de impresión de dinero de una magnitud tal que el mundo jamás ha experimentado. Pero esto no va a salvar al mundo occidental que puede entrar en un declive de al menos 20 años, pero probablemente mucho más tiempo.
 
El fin de una era.

La depresión hiperinflacionaria que muchos países occidentales, incluidos los EE.UU. y el Reino Unido, experimentarán es probable que marque el final de una era que ha durado más de 200 años desde la revolución industrial. Una parte importante del crecimiento en los últimos 100 años y especialmente en los últimos 40 años se ha basado en una acumulación insostenible de los niveles de deuda. Estos niveles de la deuda siguiran creciendo por algunos años más hasta que la hiperinflación por venir a Occidente conducirá a una destrucción del valor de los activos reales y una implosión de la deuda.
 
En los últimos 100 años el mundo occidental ha experimentado un crecimiento sin precedentes históricos en la producción, en las invenciones y avances técnicos que conducen a un aumento importante en el nivel de vida. Durante dicho período la deuda de los gobiernos, así como la deuda privada ha crecido de manera exponencial conduciendonos a un aumento importante de la inflación en comparación con siglos anteriores.
 
Hasta principios de 1970 el crecimiento del crédito y el PIB habían estado subiendo gradualmente desde la creación de la Reserva Federal en 1913. Pero desde 1971, cuando Nixon suprimió el respaldo en oro del dólar, prácticamente todo el

crecimiento en el mundo occidental ha venido del aumento masivo de crédito en lugar del crecimiento real de la economía. El índice de precios al consumidor (IPC) en EE.UU. se mantuvo estable durante 200 años hasta principios de 1900. De 1971 a 2010 el IPC aumentó casi un 500%. La razón de esto es la creación de crédito sin control y la impresión de dinero. La deuda total en EE.UU. (gobierno, empresas privadas y consumidores) fue de $ 9 billones de dólares en 1971 a $ 59 billones actualmente y esto excluye a las obligaciones no financiadas que pueden variar de $ 70 a $ 110 billones de dólares. El PIB nominal de EE.UU. fue de 1,1 billón dólares a $ 14.5 billones de dólares entre 1971 y 2010. Por lo tanto, ha requerido un incremento en préstamos de $ 50 billones de dólares para producir un aumento anual del PIB de $ 13 billones durante un período de 40 años.

Sin este aumento masivo de la deuda, los EE.UU., hubieran tenido un crecimiento negativo para la mayoría de los últimos 39 años. La deuda total de EE.UU. es ahora el 380% de su PIB y es probable que aumente sustancialmente.
 
La depresión hiperinflacionaria viene y la implosión del crédito y el valor de los activos que es probable siga, llevarán a su fin una era de 200 años de crecimiento en el mundo occidental. Si sólo los excesos de la década de 1970 se corrigieran podríamos tener una caída de alrededor de 20 años. Pero lo más probable es que vamos a corregir la era todo el camino de la revolución industrial desde el siglo 18 y eso podría durar 100 años o más.
 
Así que después de los tumultuosos y muy dolorosos momentos que ciertamente experimentaremos en los próximos años, Occidente tendrá un período de prolongado declive. Todos los excesos en la economía y la sociedad deben ser compensados.

Estos excesos anormales e irreales no son sólo los ejecutivos de empresas, banqueros, gestores de fondos de inversión o deportistas que ganan $ 10s a $ 100s de millones, sino también un colapso total de los valores éticos y morales, así como el reemplazo de la familia como el núcleo de la sociedad.
 
La mayoría de la gente cree y espera que este cambio de la tendencia principal no podría suceder hoy en día con todas las herramientas que los gobiernos tienen a su disposición. Pero muy pocas personas comprenden que es precisamente la interferencia del gobierno, los controles y reglamentos, así como la impresión de dinero que han creado los problemas en primer lugar. La corrupción del poder y la mayor presión de un gobiernos se dá cuando este interviene más. Porque ellos creen que su injerencia en la economía salvará al país -lee Obama, o el mundo- lee, Gordon Brown. Lo que no entienden es que cada interferencia, cada norma o cada dólar, libra o euro impresos van a empeorar los problemas de la economía que se está nivelenado.
 
Los gobiernos tienen ahora dos opciones; continuar gastando e imprimir dinero como los EE.UU. o introducir programas de austeridad como Europa. Sea cual sea la forma que se opte, no importa, ya que hemos llegado al punto de no retorno. La economía de Occidente no se puede savlar por cualquier medio. Pero los gobiernos, tanto en los EE.UU. y en Europa seguirán aplicando el único método que conocen que es el imprimir dinero.

Aqui les dejo un vídeo de Ergon Von Greyerz, donde en una reciente entrevista a CNBC Europa, explica su visión del futuro, el rol del oro en los próximos años y como la hiperinflación llevará a una desintegración social en las sociedades occidentales:

 

La "Señal Hindenburg"

Realmente he tenido problemas para buscar la palabra apropiada en español, después de todo el nombre original en inglés "Hindenburg Omen", es claro y no deja lugar a dudas. Pero "omen" en español puede tener varias interpretaciones, puede significar presagio, augurio, señal, profecía. Al final me decidí por usar la palabra "señal", ya que tal vez esta palabra es la de más fácil comprensión por todos los que hablamos español.

Pero qué es la "Señal Hindenburg", bueno según wikipedia, es un indicador ténico del mercado de valores que suele indicar una caída (crash) del mercado de valores de hasta un 5% con una precisión del 77%. Su nombre deriva de la tragedia del zeppelin alemán Hindenburg, ocurrida el 6 de mayo de 1937.

La lógica detras la elaboración de dicho indicador técnico es que en condiciones normales, las acciones negociadas en la bolsa de valores de New York en un día pueden tener máximos anuales o mínimos anuales (últimas 52 semanas), pero no ambos a la misma vez. Es decir la Señal Hindenburg es un indicativo de alta volatilidad en el mercado y por lo tanto claramente revela un estado de miedo entre los agentes del mercado.

Para los que les interese la formulación de la señal, aquí las condiciones que se requiere:

  • El número diario de acciones que cotizan en la bolsa de valores de New York (NYSE), que establecen un nuevo máximo anual y un nuevo mínimo anual son ambas mayores que el 2.2% de todas las acciones negociadas ese día.
  • La média móvil de las acciones del NYSE en las últimas 10 semanas es al alza.
  • El oscilador de McClellan es negativo.
  • El número de acciones que establecieron nuevos máximos anuales no debe ser más el doble de aquellas que establecieron nuevos mínimos anuales.

Todas las condiciones anteriores deben repetirce en dos días durante un periodo de 36 días, la primera ocurrencia se suele llamar una Señal Hindenburg "no confirmada" y la segunda aparición ya es una Señal Hindenburg "confirmada". Luego de la confirmación el crash (o caída abrupta de la bolsa) suele ocurrir en los siguientes cuarenta días.

Oficialmente ya tenemos dos Señales Hindenburg confirmadas en este mes de agosto:

  • 20 de agosto 2010: Se han negociaron 3,143 acciones en la NYSE, con 83 (2.64%) acciones alcanzando nuevos máximos anuales y 95 (3.02%) acciones con nuevos mínios anuales. The McClellan Oscillator was negative. El Oscilador de McClellan fue negativo.
  • 19 de agosto 2010: Fue la primera confirmación de la Señal Hindenburg tras la ocurrida (el 12 de agosto 2010 que una ocurrencia sin confirmar). Ese día 137 acciones registraron nuevos máximos y 69 alcanzaron nuevos mínimos y el número de nuevos máximos, no fue más del doble de los nuevos mínimos (a pesar de que estaba cerca). El oscilador McClellan oscillator fue negativo (-83.6) y la media móvil de las últimas 10 semanas era al alza, que eran los dos requisitos restantes. Cabe señalar que algunos observadores del mercado dicen que este día no debe considerarse como una señal válida, ya que muchas de las acciones que alcanzaron nuevos mínimos fue el resultado de que varios fondos de inversión fueron cerrados.
  • 12 de agosto 2010: Una Señal Hindenburg sin confirmar se produjo, la primera desde los mínimos de mercado de 2009 (más detalles aquí).

Hay que recordar que no todas las Señales Hindenburg han anunciado catastróficas caídas de la bolsa, además una de las críticas que recibe esta señal técnica es que es el resultado de forzar correlaciones en el conjunto de datos analizados, pero comento aquí que está no es la única señal que indica una próxima y abrupta caída de las bolsas de valores en el mundo. Por ejemplo, el precio de las casas sigue cayendo, el desempleo aumentado en todos los países, las protestas sociales como resultado de los planes de austeridad en Europa continúan indicando un alto grado de disconformidad en la sociedad y China a pesar de las medidas radicales que ha tomado para tratar de frenar la inflación, aún no puede controlarla.

Ya saben, no se sorprendan si en los próximos cuarenta días ven un crash de los mercados bursátiles, no solamente en U.S.A., sino también en el mundo.

A veinte años del Fujishock

A principios de 1990 el Perú era un completo caos, la inflación, el terrorismo descontrolado, las huelgas generales cada mes y la falta de todo lo elemental nos hacía creer que el aprocalipsis no tendría arreglo. Mario Vargas Llosa había dicho que la única solución posible era un ajuste estructural de la economía peruana y hasta febrero de 1990 muy pocos podían suponer que no ganaría las elecciones generales.

El anuncio del plan económico del FREDEMO que proponía un ajuste estructural de la economía peruana, algo que incluía una reducción agresiva del gasto público y un aumento de la presión tributaria fue a lo que los publicistas apristas llamaron "El Shock".

Lo irónico es que durante el primer infierno gobierno aprista, ya se habían visto el equivalente a tres shocks que habían costado igual número de gabinetes, sin que las cosas hubieran mejorado. Tal vez fue esto, además del hecho de que Mario Vargas Llosa pareciera hablarle a un Perú que se reducía a Miraflores y San Isidro, que minó sus posibilidades electorales y permitieron que un candidato virtualmente desconocido hasta ese momento pasara a segunda vuelta con él escritor.

El resultado de la segunda vuelta se podía predecir ya desde el momento mismo en que había terminado la primera, los peruanos no querían la verdad, no quería el sacrificio, querían una solución mágica e indolora. Algo que un inescrupuloso japonés, que se hacía pasar por chino, que escudandose detrás de su entonces esposa Susana y un bacalao, eludió todo encuentro directo con la prensa y cuya única promesa electoral fue el "no shock".

Yo, hasta antes del 9 de abril había permanecido al margen de toda militancia política antes de las elecciones, creía que Mario Vargas Llosa ganaría olgadamente y el ajuste necesario se aplicaría, claro dentro del marco de un cuidado plan de gobierno. Luego de ver los resultados de las elecciones y entender que la causa estaba casi perdida fui a inscribirme al FREDEMO y a tratar de ayudar en lo que pueda para hacerle ententer a las personas que lo que proponía Fujimori era sencillamente un despropósito, sobra decir que los que antes del 9 de abril eran entusiastas militantes del FREDEMO ahora vestian polos de Cambio 90 y creían en el "Honradez, Tecnología y Trabajo", en las bases del FREDEMO quedamos muy pocos.

Cuando la derrota de la segunda vuelta llegó, no me sorprendió, podría decir que lo esperaba. Pero al menos en mi conciencia quedó tranquila ya que hice todo lo que pude para que Mario ganara las elecciones.

Obviamente, como Fujimori no pensaba ganar, no tenía plan, ni equipo de gobierno, así que ese primer gabinete fue una selección de lo más tradicional de la política peruana, a pesar de que era irónico que Fujimori llegará  al poder justamente criticando a los "políticos tradicionales". La presentación del plan económico del nuevo gobierno la daría el ex-accionpopulista Hurtado Miller el 8 de agosto de 1990, que terminaría su mensaje a la nación con la famosa frase "Que Dios nos ayude":