¿Los amos del mundo?

He decidido parafrasear el título de un famoso artículo de Arturo Pérez-Reverte, escrito hace ya más de 10 años y que ha tenido un alto ruído en la blogosfera en español por sus connotaciones "proféticas". El artículo en cuestión puede ser leido en El Semanal. Quiero usar dicho artículo y el pensamiento esbozado en el mismo para enfocar una de mis más recientes "iluminaciones" filosóficas , la cual es que hay preguntas que no merecen la pena ser contestadas.

Para entrar en materia comencemos con la apertura del mismo:

"Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del ordenador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro."

A ver por un momento supongamos que un pollo puede escribir, entonces si este hablara sobre el propietario de una granja avícola pues ciertamente podría escribir un texto como el anterior. Pienso relajadamente, el dueño nunca tiene que ir a la granja, para eso están los empleados, por lo tanto los pollos nunca ven al propietario (el amo); segundo, el propietario decide cuantos pollos matar cada día en función del precio de los mismos en el mercado, debido a la feroz competencia en el mercado unos pocos puntos porcentuales de aumento en el precio del kilo de pollo puede llevar a una gran masacre, es decir el dueño de la granja se enfoca en maximizar su ganancia, sin importarle cuantos pollos deban ser sacrificados, ni tampoco si estos sufren o no al momento de morir. Pues menudo favor le haces a alguien que ha perdido su trabajo con esas palabras de aliento, a menos que sea un masoquista.

Ahora, permitame decirle que he encontrado una falasia encerrada en el párrafo del inicio del artículo de Pérez-Reverte, la cual es que ningún ser humano es dueño de su propio destino, ya que tanto el financista (dueño de la granja) y el empleado (pollos) son esclavos del dinero que cobra vida por si mismo y le da sentido a todo. Es decir Pérez-Reverte busca darle un sentido a todo, al hacerlo nos ofrece realmente una fé. Claro que en cuestiones de fé, la razón es lo que menos se tiende a escuchar.

Lo que me he dado cuenta es que si algo tienen en común los seres humanos de todos los tiempos y geografías es que andan en la búsqueda de la respuesta a preguntas tan trascendentes como: "¿Quién soy yo?", "¿Cuál es el sentido de la vida?", "¿Qué fue primero el huevo o la gallina?" . Lo que nadie ha hecho es cuestionar si esas son preguntas válidas, o los que lo han hecho han terminado quemados por herejes.

Otra característica de la búsqueda de respuesta a estas preguntas profundas, es que siempre ocurre cuando una sociedad está atravesando problemas serveros que amenazan incluso su existencia misma. Sorprendentemente cuando todo va bien, casi nadie piensa en estas preguntas profundas. Recordemos que en 1998, ocurrió la famosa crisis financiera asiática, llamada en algunos medios latinoamericanos "el efecto dragón". Así que en lugar de merecer el título de "profético", el artículo de Pérez-Reverte, tal vez deberíamos calificarlo de "Déjà vu".

Pero básicamente lo que queremos los seres humanos es una respuesta a todas nuestras dudas e incertidumbres, al hacerlo estamos buscando la respuesta correcta a la pregunta incorrecta, algo ciertamente poco inteligente, pero muy conveniente para los profetas de la época. Una de las fuentes de nuestros temores es ciertamente todas aquellas cosas malas que nos ocurren y que no podemos entender, o que convenientemente no queremos entender. ¿Por qué nos ocurren estas cosas malas?, lo lógico siempre es buscar un culpable y mientras más lejos esté de nosotros será mejor. Por eso buscamos culpar a un financista que no conocemos, a un terrorista que se enconde en las sombras, o a un demonio que jamas hemos visto. Por oposición, nosotros,  la otra parte involucrada, somos los buenos, y como es de suponer no hemos hecho nada para mercer todo lo malo que nos ha ocurrido.

Ahora volvamos a otro pasaje del artículo de Pérez-Reverte donde encontraremos una increíble contradicción lógica:

"No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro. Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, y meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados."

¿Donde está la irracional?, si se hizo esa pregunta, pues me temo decirle que Ud. forma parte del primer mundo, lo quiera creer o no. En primer lugar lamento desilucionarlo pero en realidad Ud. vive mejor que su abuelo o padre, de hecho ha podido completar una educación superior y puede comprar cosas a crédito como ese lindo TV de plasma, que en realidad no le permitirá ver mejor televisión, sin embargo se lo han dejado en cuotas que se "ajustán a su presupuesto", y Ud. será el centro de atención de su círculo de amistades hasta que alguien más se compre uno como el suyo. Cómo es posible que millones tengan ahora acceso al crédito y puedan comprar cosas que no necesitan  y que en tiempos de nuestros abuelos serían calificadas de lujos. Pues gracias a los chichos malos de la historia, que según Pérez-Reverte: "no crean riqueza, sino que especulan".

Ya se dió cuenta, si crearon riqueza de verdad, lo hicieron acelerando el desarrollo económico en los últimos 50 años, el modelo comunista no podía hacer esta alquimia. La intermediación financiera y la conversión del crédito en mercadería permitió darle mayor liquidez al sistema y de esa forma darle mayor poder de consumo a lo ciudadanos comunes y corrientes, que al consumir como nunca antes se había hecho en este planeta, dieron origen a este tremendo avance tecnológico, claro que a costa de destruir ecosistemas y empobrecer a los pequeños productores, pero la cuestión es que si crean riqueza. Por otra parte cuando la pierden, tambien destruyen riqueza, y a una escala y velocidad jamas vista por la humanidad, el que no pueda verlo un ciudadano común no significa que no haya ocurrido.

Es decir los chicos malos merecen nuestro desprecio cuando su magia sale mal, y todos los reverenciamos cuando tenemos crédito de consumo barato, grandes beneficios en nuestros fondos de retiro o el precio de nuestras propiedades se ve incrementado año con año, producto de la inflación generada por el crédito barato, aunque en el proceso el precio de los alimentos en los países pobres se ve incrementado por la vorágine de consumo en los países ricos.

Aún más, Pérez-Reverte les atribuye poderes de control mental a estos supuestos financistas amos del mundo, porque pueden convencer a los gobiernos del mundo a seguirlos en su vano intento de alquimista-económico de convertir el plomo en oro, en nuestro caso deuda en activos (securities). Sin embargo casos como los de Bernard Madoff y su estafa piramidal de 50 mil millones de dólares, nos demuestran que en realidad estos "amos del mundo" son tan tontos como cualquiera de nosotros y que el único plan de conspiración que realmente existe, es el de cada uno de nosotros de querer trabajar menos y seguir ganandos más, sin importar que le ocurra al vecino.

El gran problema con los países ricos, es que lo han sido por tanto tiempo, que hasta sus pobres viven mejor que las clases medias altas de los países en vías de desarrollo. Sin embargo esta gran masa de votantes aún siguen creyendo que el mundo es injusto porque ellos sólo ganan $7.50 la hora por lavar platos, mientras un médico en Perú ganaría ese sueldo al mes.

Hay preguntas que vale la pena el esfuerzo de encontrarles una respuesta, otras preguntas sólo están alli para aliviar nuestra ira, resentimiento, temores o fobias. Si quieres saber que sentido tiene la vida, pues vivela y luego al final de tus dias veras si valió o no la pena. Quieres saber quien eres, atrévete a mirarte en el espejo de tu conciencia y encuentra tus propios errores, enmiendalos y trata de ser mejor cada día. ¿Por qué culpar sólo al banquero codicioso y no al consumidor compulsivo que no medita sobre sus reales capacidades de pago?. ¿Por qué buscar un sentido a las cosas que suceden, cuando si descubres el cómo, no aprendes del error para evitar repetirlo?.

¿Hay algún amo del mundo?, pues ciertamente han habido muchos, existen varios y seguiran existiendo, pero todos ellos en su envanecimiento han terminado cediendo el paso a los nuevos que llegaron alli en base a la increíble fuerza motivadora de la necesidad, para luego de haber satisfecho todos sus apetitos se sientan a contemplar el mundo que por un breve lapso es suyo, pero que pronto les será arrebatado por la siguiente generación de amos del mundo.

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