Cuando uno está solo no hay mucho progreso

En ArsTechnica apareció no hace muchos días atras un interesante artículo titulado "Experimentando con el BASIC aerotransportado – 'buzzing' código de computadora sobre radio FM", que nos cuenta sobre como en el verano de 1985 un grupo de entusiastas finlandeses empezó a literalmente a "reproducir" programas en BASIC en una emisora FM y distribuir código para todo aquel que tuviera una microcomputadora y una grabadora de cassette, pudiera sin mucho esfuerzo tener acceso a código fuente fresco. Recordando aquellos años que viví en Chiclayo con mi CoCo y sólo el acceso a código a través de la contratapa de una revista informática española que incluía un programa BASIC, en su mayoría estos programas eran juegos. Para mi mala suerte los juegos publicados en dicha revista eran mayormente para microcomputadoras Sinclair ZX Spectrum y Commodore 64.

La única persona con la que podía compartir mi código era mi padre, ninguno de mis compañeros de aula tenía una microcomputadora en casa o acceso a ella. Lo más que recuerdo es que intentamos con un compañero Oscar Lora, escribir una "hoja de cálculo" (había visto VisiCalc y SuperCalc en un IBM PC y quería hacer algo equivalente para mi CoCo) para un concurso de programación estudiantil del cual supimos por el director del colegio donde estudiaba. Creo que sobra decir que el programar una hoja de cálculo en una CoCo de 16KB y sólo almacenamiento en cassette puede ser una experiencia frustante. Como podrán imaginar no terminamos nuestro proyecto porque estaba mucho más alla de nuestras capacidades y era una meta demasiado ambiciosa. Es más yo no sabía como escribir el código para evaluar expresiones algebráicas y no lo supe hasta mucho después cuando compré el libro Programación Avanzada en Modula-2 (a principios de la década de los 90).

Lo más frustrante es que a pesar de que existía un Instituto que enseñaba programación por esa época llamado "Elias Aguirre" (con el tiempo se transformaría en lo que hoy es Ábaco), ciertamente había poca comunicación y todos eran devotos de las PC. Cualquier otra arquitectura era consideraba inferior. En parte esto fue una megatendencia que se fue acentuando con la contínua reducción de precios de los PC al igual que con sus características hasta que a principios de los noventas todo era PC y las microcomputadoras quedaron por siempre olvidadas en la historia. Cabe destacar que mi CoCo a 1 MHz era mucho más rápida que un IBM PC original corriendo a 4.77 MHz, pero la carecia de una unidad de disco y la dependencia de que nadie esté usando el TV de casa para poder trabajar en la computadora limitaban también mi progreso.

Con todas mis limitaciones en cuanto al acceso a la información desde Chiclayo, puedo decir que fui afortunado. De no haberme interesado desde una edad tan temprana en las TIC no tendría el trabajo que tengo ahora en NYC. No puedo más que estar agradecido con mi padre por haberme involucrado en su trabajo desde que era muy jóven, lo cual compensó mi aislamiento y me integró dentro de una comunidad (aunque no precisamente de gente de mi edad). Sólo ahora, muchos años después es que comprendo el valor de tener un sentido. Como dijera Viktor Frankl citando a Friedrich Nietzsche "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo". El estar en una comunidad nos da sentido y por lo tanto un orden y estructura a nuestra vida.

Ahora lo que me sorprende es que con la facilidad de acceder a la información de nuestros días, da lo mismo vivir en Chiclayo, NYC o París, la web es una sóla y omnipresente. Sin embargo no veo ese sentido de comunidad (entendido como compartir una meta común) por el contrario las redes sociales como Facebook o Twitter lo que han hecho es aislarnos más en nuestro propio egoísmo y presentarnos una versión personalizada de "Internet" que se ajusta a nuestros gustos y creencias (es decir sólo vemos lo que queremos ver). La razón es simple si algo nos desagrada y se lo decimos a la red social no lo volveremos a ver, con lo cual perpetuamos los defectos y la computadora nos hace creer que somos normales porque justamente nos conectará a gente que está tan equivocada como nosotros. Debido a esta característica de las redes sociales es que el sentido de una comunidad online en nuestros días es algo vertical y sintético.

Estas falsas comunidades de nuestros dias son casi tan malas como la inexistencia de tales comunidades en mi adolescensia porque no buscan el bien común de sus miembros de una forma desinteresada, por el contrario estas nuevas redes sociales están construidas en base a nuestro egocentrísmo (de alli la obseción por publicar fotos) y el hedonismo ("Me gusta") como razón última para calificar algo. Hoy en día existe una abundancia de información y recursos gratuitos en la web que no hace mucho tiempo atras costaban una fortuna, sin embargo el uso que se hace de tales recursos por parte de los ciudadanos de a pie es cada vez menor. Por ejemplo se pone más esfuerzo en compartir una foto o video que en saber si las estadísticas oficiales de inflación o desempleo son reales, después de todo las redes sociales nos han condicionado a que las cosas nos deben de gustar, si no es así es mejor ignorarlas. Haciendo esto último nos quedamos aislados de la realidad encerrados en nuestra propia ficción compartida tal vez por algunos otros seres humanos aunque sea de forma parcial, con lo cual tenemos la ilusión de comunidad y por lo tanto de sentido.

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