Hace ya casi diez años que no vivo en el Perú, lo cual no quiere decir que haya perdido el contacto con los amigos que quedaron alla y que no haya tratado en lo posible de ayudar a las comunidades de Open Source que se han formado, ya sea a través de ofrecer el hosting o algún auspicio. He sido crítico de algunos proyectos, específicamente más de la forma como se han implementado que del fondo, el caso de Una Laptop Por Niño por ejemplo. El proyecto de Una Laptop Por Niño fue iniciado en el 2007 y aún ahora 4 años después sigue sin ofrecer resultados medibles. Pero una cosa que jamas ha dejado de sorprenderme del Perú y mis compatriotas peruanos es su fasinación por un papel con su nombre escrito en él, como si el simple hecho de tener un "certificado" fuera la respuesta a todos sus problemas y frustaciones.
Soy un ser humano más de los 7,000 millones que habitan este planeta y como tal comparto muchos de los sentimientos que nos distinguen de las otras criaturas vivientes con las que compartimos este mundo. Uno de dichos sentimientos es la fascinación que uno siente luego de haber aprendido algo nuevo, fascinación que nos lleva a querer compartirlo con nuestro grupo más cercano. Esa es una de las razones por la que escribo este blog y es también una de las razones por las cuales he ayudado a formar el Grupo de Usuarios Linux de Chiclayo y el Grupo de Desarrolladores Android Chiclayo.
Siempre me ha interesado aprender, para luego poder hacer. No tanto coleccionar certificados o diplomas, cuando fui fozado a aprender BASIC, mientras tipeaba los programas de mi padre en la HP 9830A entre 1978 y 1979, mi padre descubrió que mantenerme ocupado era la mejor manera de que mis manos curiosas no jugaran con el equipo electrónico del data center de la universidad donde trabajaba. Nunca me interesó preguntar por un certificado que acredite mi "conocimiento" del lenguaje de programación BASIC.
Luego con los años y luego de obtener mi primer "PC" en casa en el año 1987 (una NCR DMV), me embarqué en la aventura de aprender diversos lenguajes de programación, entre ellos Assembler del 8086/8088, FORTRAN 77 (la versión de Microsoft), COBOL (la versión de Ryan McFarland), Pascal (la versión de Borland TurboPascal), Lenguaje C (la versión de Microsoft), PL/I (la versión de Microsoft), dBase II (el lenguaje de programación que traía) y macros para la hoja de cálculo SuperCalc. Recuerdo que luego de haber ingresado a la universidad y no teniendo nada que hacer por un año, aprender todo eso me mantuvo enfocado y además mi padre me inscribió en un instituo local (en aquellas épocas llamado "Elias Aguirre", hoy conocido como "Ábaco"), para que me enseñaran como un curso corto de COBOL (la versión de Microsoft), aunque lo terminé y me dieron un papel con mi nombre en él, no considero que eso haya sido lo más importante de dicho curso.
Aunque debo reconocer que he sido una persona con mucha suerte, nunca nadie en una entrevista laboral se mostrado particularmente interesada en ver certificados, sino por el contrario en preguntarme sobre las cosas que he hecho y más que todo, en las referencias personales o ver los proyectos terminados. Pero de las conversaciones que he tenido con innumerables colegas y amigos, al parecer de lo que va la cosa alla en Chiclayo es en acumular el mayor número de certificados, títulos o diplomas, ya que al parecer alguien ha creado un "método" altamente "científico" de asignar puntos a papeles y seleccionar personal en base a dicho criterio y no en averiguar si realmente esa persona sabe al menos la décima parte de lo que los certificados dicen o si ha hecho algo en mundo real.
Casi todos los días en mi trabajo como administrador de sistemas (sysadmin) de un ISP en la ciudad de New York debo escribir scripts de bash o perl, modificar código PHP o JavaScript de algún website de un cliente. Personalmente no tengo ningun "certificado" que diga que he aprobado satisfactoriamente un curso de entrenamiento en alguno de los lenguajes de programación que he nombrado. Pero sin embargo nadie duda de que puedo hacer el trabajo. Lo más importante es que he podido mantener mi trabajo en la mayor de las recesiones desde la Gran Depresión y he recibido ofertas de otros lugares por mi experiencia profesional y las cosas que he hecho, no tanto por los "certificados" que tengo.
El punto es que mi caso no es ni único, ni excepcional. Tanto alla en el Perú, como aquí en U.S.A. hay muchos profesionales que viven ya sea trabajando en una empresa o como freelancers debido a su conocimiento de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, más que de los certificados que tienen.
Pero este tema de "¿Van a entregar certificados?", tiene relación con la próxima conferencia que el Grupo de Desarrolladores Android Chiclayo está pleaneando organizar en Febrero de 2012, donde al parecer el interés de la mayoría de las personas a las que se les ha comentado la idea está en saber no sobre que se hablará en la conferencia, sino por el contrario en saber si recibirán una hoja de papel con su nombre en él. Lo cual parece digno de una novela de Kafkiana, no interesa si el evento es gratuito, si se intenta formar espíritu de comunidad, si se desea compartir experiencias que permita que todos tengan mejores oportunidades laborales, eso no es importante. Lo que interesa es un papel con el nombre del participante en él, para que pueda presentarlo junto a todos los otros participantes cuando todos postulen a los pocos trabajos disponibles en la ciudad.
Al parecer todos los que de una u otra forma están relacionados al campo de las TIC en Chiclayo sufren del Síndrome de Estocolmo, las mismas instituciones educativas (institutos o universidades) que los tienen cautivos con currículas obsoletas, que no les ofrecen verdaderos conocimientos que les permite competir en un mundo globalizado y ninguna oportunidad real de poder progresar luego de haber terminado los estudios, están siendo ayudadas por las propias víctimas (los alumnos y ex-alumnos) que las legitiman al seguir su juego de "certificaciones". Lo cual es contradictorio, porque cuando esa misma persona desea algún otro servicio que puede ser obtenido de manera digital, no le presta mucha atención a lo que dice el "Statu Quo" respecto a la "originalidad" de los contenidos, sino por el contrario se enfoca en los contenidos en sí mismos.
De acuerdo Volkan con el problema que mencionas, este problema tambien es alimentado por la forma còmo las empresas evalúan a los postulantes a un trabajo, todo se basa en la cantidad de certificados. Me gustaría que puedas aportar con algunos mecanismos de evaluaciòn según tu experiencia en el extranjero.