Cuando escucho discusiones sobre la razón de las injusticias que existen en diversas partes del mundo, que culpan por un lado a los políticos corruptos y por otro a la falta de moral de quienes tienen el poder económico, me parece que todos estamos perdiendo la perspectiva de la real naturaleza del problema actual que enfrentamos. Este es un problema que como humanidad ya hemos enfrentado antes, una presión poblacional que ya está sobrepasando la capacidad actual del sistema imperante de proveer la cantidad mínima de calorías a la gran mayoría de seres humanos. Sumado a eso debemos cubrir las necesidades básicas de más de 7000 millones de seres humanos, la mitad de ellos aún en edad reproductiva con el potencial de llegar a los 11000 millones de seres humanos en el 2050. Sobre este tema he encontrado un magnífico informe en Los Angeles Times titulado "Más alla de los 7000 millones", en el cual se describe la angustiante situación económica de los países más pobres que son aquellos que han visto una explosión demográfica impresionante en los últimos 50 años.
Cuando yo tenía apenas 7 años (1975) y estudiaba en una pequeña escuela en Barquisimeto (Venezuela) me pidieron como era un niño de Perú que hablara sobre mi país con motivo de la actuación del descubrimiento de américa y recuerdo que ese momento las cifras de población para Venezuela era de 12 millones de habitantes y para Perú 14 millones de habitantes. En el presenta la población de ambos países ha crecido geométricamente, en el caso del Perú la población se ha doblado (bordea los 29 millones) y en el caso de Venezuela ha aumentado 2.25 veces (27.1 millones). En un período de menos de 40 años. Los problemas de pobreza y mala división de la riqueza ya existían cuando era niño y lo único que han hecho es acentuarse a lo largo de estos años como resultado de la presión poblacional.
Cuando era niño y la ola de nacionalizaciones de las "industrias estratégicas" era la postura oficial de la mayoría de gobiernos de américa latina y la CEPAL recomendaba políticas proteccionistas de la industria local para aplicar un modelo llamada "sustitución de importaciones", mi generación creció consumiendo productos caros, de inferior calidad y escazos. Racionamientos y especulación era lo que llenava los titulares de los periódicos y una pérdida contínua del poder adquisitivo del dinero fueron la regla en toda latinoamérica.
Por qué en latinoamérica, en los países de europa oriental o Rusia no pudimos dar el salto a una sociedad post-industrial (hiperindustrial o de la economía de los servicios) como ocurrió con USA, Japón, UK, Francia o Alemania Occidental. Pues porque seguiamos amarrados en el paradigma de la era industrial, nuestro dirigentes creían firmemente que la industria generaba trabajo, aumentaba los niveles de vida y producía bienestar social. El problema es que el modelo que se quizo aplicar fue el de la pre-Guerra, la primera y segunda guerra mundial fueron el resultado de grandes imperios peleando por acaparar los recursos del planeta. En los setentas ya eramos 4000 millones de seres humanos, los Estados Unidos de América había pasado por su peak-oil y las cosas ya no podían ser como antes.
De la supremacía de la oferta a la supremacía de la demanda.
Los setenta significaron un cambio radical de paradigma, USA abandonó el patrón de oro. Como todas las demás monedas estaban vinculadas al oro sufrieron el mismo destino y como ya no se necesitaba oro para respaldas la emisión de monedas, casi todos los países entraron en una dinámica de licuación de las deudas viejas imprimiendo billetes para pagarlas. El período de ajuste entre el abandono de USA del patrón de oro en 1971 y la estanilización de la economía americana luego de la era Regan (1980-1988) fue un período caracterizado por el fortalecimiento del dólar, la reconversión del modelo industrial al modelo de servicios y la preminencia de la parte financiera sobre la productiva. Millones de puestos de trabajo en la industria se perdieron para siempre, una tendencia que no se ha revertido en todos estos años.
Pero, por qué si todos trataban de industrializarce se volvían pobres en el intento y USA por otro lado se desindustrializaba y se volvía más rico y poderoso. La razón le descubrí no hace mucho en una conferencia de Joseph Stiglitz, en un mundo globalizado (como ya lo era el planeta en los 70s) no puede tener una balanza comercial positiva sin que alguien más en otra parte del mundo tenga una balanza comercial negativa. Por lo tanto para permitir que todos los demás países le paguen lo que le debían hasta ese entonces, USA comenzó a tener una balanza comercial negativa y permitía que tuvieran balanzas comerciales positivas sólo aquellos que se alineaban con el modelo. Por lo tanto desde ese momento el poder dejo de tenerlo quien producía el bien (el fabricante) y pasó a tenerlo quien consumía el bien (el consumidor promedio de los países desarrollados).
Es por eso que el negocio de prestarles a los consumidores finales de los países desarrollados para que compren casas, autos, viajes, gadgets y todo cuando el mundo produjera creo una ola de "bienestar" general, el problema es que todo ese bienestar se ha construido en base a algo que llamamos crédito, que se dió bajo el supuesto de que siempre se podía seguir creciendo de manera infinita. Algo que ha dejado de suceder con los países desarrollados, por ejemplo USA, Japón y Europa tienen una gran parte de su población envejeciendo y las nuevas generaciones ya no pueden encontrar un trabajo bien pagado y que demande poco nivel académico como sus padres y abuelos, porque sencillamente todas las industrias han sido enviadas a países subdesarrollados, con lo cual estos países han externalizado el costo ambiental y de salud pública. Sólo es posible encontrar trabajos bien remunerados en las posiciones más altas de la jerarquía empresarial o en tecnología de punta, algo para lo cual la mayoría no está capacitado y que además no requiere de millones de personas. Es por ello que el nivel promedio de ingresos de los países desarrollados se ha estancado o retrocedido y como consecuencia la capacidad de consumo de la población de dichos países.
UPDATE: El día de hoy (23 de Julio 2012) he encontrado esta noticia que está en la dirección de lo señalado aquí, la pobreza en USA proyectada a alcanzar altos niveles no vistos desde los años 60s.
Peak-oil empeora las cosas.
Por si fuera poco, ahora que los países pobres tienen mucho más población que la de antes podían sostener. La tecnología que posibilito la "revolución verde", se está quedando sin su principal insumo el petróleo. Sin energía barata no se puede bombear agua desde el subsuelo en muchas de las tierras cultivables del planeta, sin petróleo no se pueden crear ferlitizantes, sin petróleo no se pueden mover los miles de millones de dólares invertidos en maquinarias que posibilitan la agricultura industrial, sin petróleo barato no se puede mover toda esa comida desde los distantes campos a las grandes ciudades sobre pobladas y que no producen los alimentos que necesitan.
Nunca es el final, sólo en un nuevo comienzo.
Unos cuantos post atras (X-flación) me prenguntaba cuántas personas un país como Perú podía sostener y buscaba en el pasado cuando no teníamos petróleo que niveles de población solía tener el Perú, los resultados son de espanto, se ha crecido a niveles nunca vistos y hemos construido ciudades como Lima que son imposibles de mantener sin un suministro de petróleo barato. Pero toda crisis siempre trae nuevas oportunidades, aunque no necesariamente para todos.
Pero como ya ha dicho Santiago Niño Becerra muchas veces, el mundo que se viene estará compuesto sólo por dos tipos de personas, las que son necesarias y las que no lo son. El llama a los necesarios insiders (forman parte del nuevo sistema) y a los que no son necesarios los llama outsiders (han quedado al margen del sistema). Pero independientemente de que tan avanzado sea el nuevo sistema lo que si está claro es que la población mundial se reducirá mucho antes del 2075 como se menciona en el interesante informe de Los Angeles Times, porque sencillamente ya tenemos el peal-oil en nuestra cara y el petróleo barato se ha terminado, así que las hambrunas y crisis sociales de escala apocalíptica que considerábamos parte del pasado iran tocando a la periferia primero, pero inevitablemente terminaran asfixiando a la metrópoli también.
¿Soy un pesimista?, pues creo que no. Por el contrario, tengo fé en que de alguna manera el género humano le encontrará una solución al problema. Lo que no soy es ni un moralista, ni tampoco un soñador que crea que pasaremos por toda la tragedia humana por venir sin ninguna cicatriz. Habrá mucho sufrimiento, pero eso es parte del cambio y al igual que una mujer no puede traer una nueva vida a este mundo sin dolor. Igual, nuestra sociedad como la conocemos es incapaz de producir un nuevo orden social, sin sufrir los dolores del parto del nuevo modelo económico-social.
Si has llegado hasta aquí leyendo, y concuerdas con los puntos expuestos, dejame preguntarte ¿qué estas haciendo tú, para preparte para este cambio de modelo?