Según ha aparecido en el diaro británico The Telegraph, los gigantes del sector TIC Estadounidense, entre ellos Microsoft, Hewlett-Packard (HP) e Intel, así como Bank of America Merrill Lynch, han "advertido" al gobierno irlandes sobre las posibles adversas consecuencias de incrementar los impuestos a las utilidades corporativas, que actualmente es del 12.5% (el más bajo de toda la Eurozona).
Actualmente está en negociaciones un paquete de rescate de los bancos irlandeses por parte de los miembros de la Eurozona de aproximadamente 100 mil millones de euros, y aunque el actual presidente de Francia Nicholas Sarkozy, ha dicho que no es una condición para recibir la ayuda el incrementar los impuestos, ya que ha dejado claro que Irlanda es una nación soberana, ha hecho notar que debido a que Irlanda es el miembro con menores impuestos tiene mucho más rango de maniobra para incrementarlos.
Todo este revuelo ha hecho que el jefe máximo de la filial de Google en Irlanda, John Herlihy, haya declarado al diario The Belfast Telegraph: "Cualquier cosa que ataña a la competitividad de Irlanda será un asunto mayor para Google". Aquellos que siguen mi blog recordaran que a finales de octubre publiqué un post titulado "¿En qué se parecen Microsoft y Google?", en el cual describía la practica contable usada por Google para reducir el pago de impuestos de todos sus ingresos fuera de los Estados Unidos a sólo 2.4%, en una maniobra contable llamada "doble irlandesa".
No hay que ser muy inteligente para darnos cuenta del eufemismo que implica el utilizar la palabra "advertencia", cuando en realidad quiere decir "amenaza". Los grandes margenes de los gigantes TIC de Estados Unidos, se basan en la tercerización (outsourcing) a países con costos laborales menores y el declarar las utilidades en los paraísos fiscales, de alli que las grandes empresas (las trasnacionales), tienen una inmensa ventaja respecto a sus competidores locales y resultan invulnerables ante cualquier amenaza local, ya que pueden aprovechar su supranacionalidad para reposicionar sus estructuras corportivas. En ese sentido estas megacorporaciones, así como la mafia han conseguido superar a los gobiernos que están limitados por las fronteras, algo que el flujo de capitales en un mundo globalizado no respeta.