Esa es la pregunta que intenta contestar un interesante artículo aparecido el día de ayer (14 de agosto), en Information Week. En lo personal creo que es un análisis bastante imparcial del mercado actualmente y muestra los conflictos de la plataforma, al igual que sus posibilidades. El artículo describe muy bien las dos concepciones de software libre que existen en Linux, una es la de los fabricantes de distribuciones que buscan un rédito comercial como Ubuntu o RedHat (Open Software), y la otra es la de las distribuciones que piensan en el modelo Free Software, donde lo último que se busca es el rédito comercial. Aunque pudieran parecer sinónimos Open Software no es lo mismo que Free Software y el artículo explica claramente el por qué.
Además explica como la irrupción de las netbooks, el nombre con que se ha bautizado a la categoría de laptops iniciada por el Asus eeePC, ha introducido un cambio radical en el mercado, uno que además es irreversible y que llevará pronto a Linux a los escritorios corporativos, claro siempre y cuando se logre resolver el principal problema para desplegar Linux en las grandes redes corporativas, el cuál es conseguir un sistema de paquetes unificado, algo díficl de conseguir hasta hoy pues la guerra rpm/deb parece no tener fin aunque hay intentos como PackageKit.
Muy acertadamente además el artículo comenta que los fabricantes de hardware que no proevean drivers para Linux, ya sea como una iniciativa de la propia empresa, o apoyando a la comunidad de usuarios, pronto seran desplazados por los competidores que si tengas drivers para Linux. Básicamente por el hecho de que Linux permite administrar mucho más fácilmente todo el nuevo hardware que está apareciendo, mientras para Linux no representa ningun problema manejar sistemas de archivos construídos sobre un array de discos de varios TB, como parece será la tendencia de hardware hacia el 2012, Windows carece de una funcionalidad equivalente, además la existencia de un sólo kernel corriendo desde dispositivos móviles hasta servers, garantiza un nivel de integración de plataforma de software vedado para Windows.
La virtualización y la capacidad de correr múltiples sistemas operativos como huespedes dentro de un anfitrion Linux, podría hacer la migración de Windows a Linux menos dolorosa para el usuario promedio, ya que los sistemas de virtualización como XEN o KVM, podrían ser usados como un envoltorio de las aplicaciones Windows y desde la perspectiva del usuario novato, sería como correr sus aplicaciones Windows dentro de Linux, pero a diferencia de las actuales soluciones basadas en Wine, la compatibilidad sería absoluta ya que las aplicaciones correrían sobre un Windows completo simulado por el sistema operativo anfitrión.
Finalmente, el artículo explica como el uso del browser como el framework para acceder a las aplicaciones, volvera a Linux una opción popular y barata, para desarrollo de aplicaciones, ya que su bien ganado liderazgo en los servidores (back-end), se extendería hacia el desktop.
Al parecer en el 2012 veremos una expansión del mercado Linux hacia las empresas, de la mano de un aumento de su usabilidad y una estándarización de las múltiples distribuciones. Aunque ha tomado mucho tiempo, creo que finalmente podremos ver a Linux en los escritorios, no jugando un papel secundario, sino el rol principal de la computación de oficina.