Instalando Diaspora en Debian Lenny

El día de ayer se hizo público el código alpha de Diaspora, una aplicación Open Source que promete terminar con el reinado de Facebook en las redes sociales permitiendo que cualquiera (con acceso a un servidor conectado a Internet) pueda establecer un nodo propio dentro de una red federada que permitiría en principio el mismo tipo de servicios actualmente presentes en Facebook.

El software que está desarrollado en Ruby y hace un uso intensivo de JavaScript en el front-end, utiliza como motor de base de datos MongoDB. Cada uno de los nodos de esta red federada recibe el nombre de "pod", el código así como instrucción sobre como instalar Diaspora en un servidor propio está disponible en GitHub.

He conseguido levantar un servidor virtual para probar Diaspora, accesible en está dirección http://diaspora.volkanrivera.com/ (UPDATE: he deshabilitado el servicio por problemas con la escalabilidad), cualquiera que lo desee usar es libre de hacerlo, pero debe tener presente que debido a las posibles vulnerabilidades existentes aún en esta versión la información que se consigne alli debe ser considerada para todo fin como información pública. Si desean registrarce directamente en mi servidor de pruebas pueden ir a este URL.

El OS que he utilizado para instalar Diaspora es Debian Lenny (a.k.a. 5.0), y he encontrado algunos problemillas al momento de la instalación que he logrado superar exitosamente.

Aquí los pasos para instalar Diaspora (recurde que para hacer la instalación necesita privilegios de root):

Primero instalemos los pre-requisitos:

# apt-get install build-essential libxslt1.1 libxslt1-dev libxml2

# apt-get install imagemagick libmagick9-dev

# apt-get install ruby-full

# apt-get install git-core

Para instalar MongoDB debemos de editar el archivo /etc/apt/sources.list y agregar esta línea:

deb http://downloads.mongodb.org/distros/debian 5.0 10gen

Ahora debemos actualizar el sistema de paquete e instalr MongoDB:

# apt-get update

# apt-get install mongodb-stable

 Luego debemos de instalr Gems desde las fuentes porque el paquete incluído en los repositorios de Debian es muy obsoleto y necesitamos al menos la version 1.3.6 para correr Diaspora. Aquí como instalar Gems desde las fuentes:

# cd /usr/src/

# wget http://production.cf.rubygems.org/rubygems/rubygems-1.3.7.tgz

# tar -zxvf rubygems-1.3.7.tgz

# cd rubygems-1.3.7

# ruby setup.rb

Ahora podemos instalar Bundler, un administrador de paquetes Ruby que hara el trabajo de instalar Diaspora y todos los módulos que necesite:

# gem install bundler

# ln -s /var/lib/gems/1.8/bin/bundle /usr/local/bin/bundle

Listo ahora si podemos instalar Diaspora propiamente dicho:

# cd /usr/local/

# git clone http://github.com/diaspora/diaspora.git

# cd diaspora

# cp config/app_config.yml.example config/app_config.yml

En este pundo ya tenemos diaspora instalado en nuestro servidor, pero habrá que editar app_config.yml con el nombre de dominio adecuado e iniciar manualmente Diaspora, lo cual podremos hacer de esta forma:

# cd /usr/loca/diaspora

# bundle exec thin start&

# ruby ./script/websocket_server.rb&

# bundle exec magent start –log-path=log/&

Recuerde poner el símbolo "&" al final de cada línea, no es un error tipográfico es necesario para lanzar la aplicación en segundo plano.

Luego de hacer lo anterior observaremos que Diaspora está corriendo en el puerto 3000, si queremos que acepte solicitudes en el puerto 80 podemos hacerlo usando apache como un proxy/load balancer, detalles de como hacer esto usando Apache se puede encontrar en este URL.

Si desean usar la DB de prueba que incluye diaspora deben instalar rake de esta forma:

# gem install –remote rake

Y luego ejecutar este comando:

# rake db:seed:dev

Ahora podría loguearse a su instalación local de diaspora usando el usuario "tom" y el password "evankorth". Espero que este tutorial haya sido de utilidad para todos Uds. y espero sus comentarios.

Los nuevos oligarcas

En ciencias políticas se usa el término oligarquía para hacer referencia a un sistema político en el cual el poder político y económico se encuentra en pocas manos, se diferencia de las monarquías en el hecho de que la oligorquía se basa en un sistema de meritocracia y las monarquías en cambio están definidas por vínculos sanguineos.

El término oligarquía hizo su aparición para hacer referencia a la primera generación de super empresarios que llegaron a acumular más riqueza que la nobleza europea y por lo tanto tener gran influencia política, entre ellos por ejemplo se encuentran en norteamérica Andrew Carnegie, J. P. Morgan o John D. Rockefeller, cada uno controlando un monopolio en su respectivo sector económico, de alli que al conjunto de empresarios que poseeían el control de estas industrias estratégicas se les llamara oligarcas.

Como una consecuencia de la falta de una red de protección social que ayudara a los más débiles de la sociedad, el término oligarca se asoció a personas inmesamente ricas, con una ambición desmedida y que no deseaban compartir su riqueza con nadie. Luego del crash del 1929 y la siguiente Gran Depresión, la reestructuración de la sociedad americana hizo que el término perdiera vigencia y por el contrario durante el período comprendido entre 1950 y 1980 fue el sector de la sociedad que más altos impuestos tuvo que pagar, llegando hasta un máximo del 91% (detalles aquí).

A raíz de la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos y su famosa frase de que "En la presente crisis, el gobierno no es la solución a nuestro problema; el gobierno es el problema", comenzó el proceso inverso, se les fue disminuyendo los impuestos a los que más ingresos tenían a la par de que se fue reduciendo la cobertura de la red de asistencia social, durante unos años, esto produjo el efecto deseado y el boom económico resultado de la avaricia del nuevo empresariado que tiene su mejor expresión en Gordon Gekko, personaje de ficción de la película Wall Street, dio como resultado otra era dorada para el capitalismo estadounidense, pero ahora nadie llamaba a estos superempresarios oligarcas, por las connotaciones despectivas que tenía la palabra aunque en la práctica personajes como: Bill Gates, Steve Jobs, Sergey Brin, Larry Page y Mark Zuckerberg, sean todos ellos efectivamente oligarcas modernos.

No es sólo mi apreciación, el día de ayer en el Wall Street Journal, Tom Wu, catedrático de leyes en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia y autor del libro "El interruptor maestro: El ascenso y caída de los Imperios de la Información", escribió una columna que no tiene desperdicio y que titula "En las manos de los nuevos monopolistas". Es por ello que me he tomado la molestia de traducirla:

¿Qué tan difícil sería pasarnos una semana sin Google? O bien, para subir la apuesta, sin Facebook, Amazon, Skype, Twitter, Apple, eBay y Google. Nos sería imposible, pero incluso para un usuario moderado de Internet, sería un dolor real. Renunciar a Google y Amazon es un inconveniente; pero renunciar a Facebook o Twitter significaría renunciar a categorías enteras de actividad. Para la mayoría de nosotros, evitar las empresas dominantes de Internet sería mucho más difícil que evitar pasar por Starbucks, Wal-Mart o cualquier otra empresa que domine algún rincón de lo que alguna vez se llamó el mundo real.

El Internet ha sido presentado como un modelo de lo se supone es el libre mercado donde aparece la competencia en su estado puro. Entonces, ¿por qué se parece cada vez más a  un tablero de Monopolio? La mayoría de los sectores más importantes hoy en día están controlados por una empresa dominante o por un oligopolio. Google es el "dueño" de la búsqueda, Facebook, es el de las redes sociales, para las subastas está eBay, Apple domina la entrega de contenido en línea, Amazon, el mercado minorista, y así sucesivamente.

Hay Cachemiras digitales, territorios en disputa que quedan en la tierra de nadie, como es la edición digital. Sin embargo, los dominios de las grandes empresas han disfrutado de fronteras sorprendentemente seguras a través de los últimos cinco años, sus principales mercados están seguros. Bing de Microsoft, lanzado el año pasado por un gigante con $ 40 mil millones en efectivo en la mano, ha capturado un mero 3,25% del volumen de busquedas (Google se reserva el 83%). Sin embargo, nadie espera que Google Buzz vaya a invadir en serio el mercado de Facebook, o para el caso, Skype sea el relevo de Twitter. A pesar de las incursiones fronterizas son las empresas dominantes las que se mantienen a pie firme, en gran parte han fracasado en emprendimientos comerciales.

El aumento de la aplicación (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurar un lugar en la plataforma de un monopolista, aunque hayan financiado largamente estos emprendimientos comerciales.

El aumento de las aplicaciones o apps (un programa dedicado que se ejecuta en un dispositivo móvil o Facebook) puede parecer a impugnar la clasificación clara de funciones entre un puñado de empresas, pero incluso este desarrollo es parte de la tendencia más amplia. Para mantenerse con vida, todas las aplicaciones deben asegurarse un lugar en la plataforma de un monopolista, fortaleciendo así el dominio del monopolista en el mercado.

Las actuales fronteras en Internet probablemente cambiarán con el tiempo, especialmente con la aparición de nuevos mercados. Pero es difícil evitar la conclusión de que estamos viviendo en una época de grandes monopolios de la información. ¿Podría ser que el libre mercado en la Internet en realidad tiende a los monopolios? ¿Podría incluso ser que la demanda, de todas las cosas, esta en realidad representada en este libre mercado online -que los norteamericanos, tan diversos e individualista, en realidad aman a estos monopolios?

La historia de las Empresas de la Información en América sugiere que la respuesta a ambas preguntas es "sí". En el largo plazo, la libre competencia ha sido la excepción, el monopolio ha sido la regla. Aparte de breves períodos de apertura creada por los nuevos inventos o nuevas leyes antimonopolio, todos los medios, empezando por el telégrafo, han provado eventualmente ser un caso de estudio de monopolio. De hecho, muchas de estas empresas todavía están entre nosotros, aunque no tan poderosas como lo eran antes, como por ejemplo AT&T, Paramount y NBC.

El desarrollo de las industrias de Internet ha sido casi como el de cualquier otra industria que depende de una red: Una sola empresa puede dominar el mercado si el producto se vuelve más valioso para cada usuario conforme aumenta el número de usuarios. Estas redes tienen una tendencia natural a crecer, y que dicho crecimiento conduce a la dominación. Esa fue la clave para el monopolio de los telégrafos de Western Union en el siglo 19 y el monopolio telefónico de su sucesor, AT&T. Las líneas de Bell simplemente llegaron a más personas que cualquier otra empresa, por lo que cada vez más clientes llegaron a depender de ellos en un circuito de retroalimentación que permitió ampliar la cuota de mercado. A más clientes la empresa tenía, esta se volvía más invulnerable a la competencia.

Sin embargo, en una tierra donde por lo menos dos mega-colas y dos marcas de pañales pueden dominar indefinidamente, ¿por qué hay tantos mercados de la información donde sólo una empresa domina? La explicación parece residir en la  famosa preferencia de los americanos por la conveniencia. Con las redes, el tamaño aporta comodidad.

Tengan en cuentan que, a finales de la década de los 1990, habían muchos competidores en motores de búsqueda, como Lycos, Altavista y Bigfoot. En la década de los 2000, había muchos sitios de redes sociales, incluyendo Friendster. Fuimos nosotros, colectivamente, que hicimos a Google y Facebook dominantes. Los sitios más grandes eran más rápidos, mejores y más fáciles de usar que sus competidores, y los beneficios sólo crecian a medida que más usuarios se unian. Pero todas esas decisiones individuales racionales para iniciar sesión en los mismos lugares fue lo que arrojó un resultado que nadie desea, en principio, un mundo con menos opciones.

Cada vez que seguimos al líder por razones aparentemente buenas, la consecuencia es una reducción de nuestras elecciones. Este es un principio importante de la economía de la información: La posición dominante en el mercado rara vez es tomada a la fuerza ya es entregada, y esta rendición no nace de una decisión deliberada sino de seguir la corriente.

No deberíamos preocuparnos tanto de un monopolio si es que este viene con un plazo límite. Si el reinado de Facebook en las redes sociales se limitara de algún modo, digamos, a 10 años, o mejor aún que termine en el momento que la empresa pierde su superioridad técnica, la idea misma de monopolio podría parecer casi sana. El problema es que las empresas dominantes al igual que los miembros titulares del Congreso y los dictadores africanos: Rara vez renuncian incluso cuando está claro que su mejor tiempo ha pasado. Cuando enfrentan su declive, hacen todo lo posible para mantenerse en el poder. Y es entonces cuando el resto de nosotros sufrimos.

El dominio casi absoluto de AT&T sobre los teléfonos duró desde 1914 hasta su disolución en 1984, durante todo ese tiempo retrasó la introducción de precios más bajos y tecnologías innovadoras que eventualmente los nuevos operadores podrían traer. Los estudios de Hollywood tomaron el control efectivo del cine estadounidense en la década de 1930, e incluso ahora, unas debilitadas versiones de ellos permanecen a cargo. Los monopolios de la información pueden tener muy larga vida media.

La decadentes monopolios de la información a menudo encuentran una cuerda de salvamento en la forma del Tío Sam. El gobierno ha otorgado su bendición sobre los monopolios en las industrias de la información con una frecuencia inusual. A veces esta protección ha dado beneficios recíprocos, con los dueños de las redes de información que ofrecen al estado algo valioso, a cambio de por ejemplo escuchas telefónicas sin orden judicial.

La larga dominación de las cadenas de radiodifusión NBC, CBS y ABC fue protegida por el gobierno primero de las radios FM (las grandes cadenas estaban atrapadas en AM) y más tarde de la industria de la televisión por cable, que se suprimió durante décadas. En la actualidad, el dominio que tienen Verizon y AT&T del servicio de teléfonía celular puede ser acreditado en parte a la ayuda de facto de gobierno de los EE.UU., y por tanto su lugar es probablemente el más seguro en toda la industria. Los monopolios pueden ser un desarrollo natural, pero los más perdurables son generalmente patrocinada por el estado. Tanto más cuanto que nadie ha concebido una mejor manera de frenar competidores que hacerlos cumplir con la compleja reglamentación federal.

Los Info-monopolios tienden a ser de bueno a excelente en el corto plazo y de malo a terrible en el largo plazo. Durante un tiempo, las empresas ofrecen grandes comodidades, las eficiencias de gran alcance y las innovaciones deslumbrantes. Es por eso que el monopolio de los jóvenes es a menudo asociada a la edad de oro de un medio. Hoy en día, un motor de búsqueda ha hecho prácticamente la vida de todos más simple y más fácil, al igual que una red de telefonía sólo hace 100 años. Los monopolios también generan enormes beneficios que pueden ser reinvertidos en la expansión, la investigación e incluso proyectos públicos: AT&T cableo los Estados Unidos e inventó el transistor, Google está escaneando las bibliotecas del mundo.

El inconveniente se presenta más adelante, a medida que el monopolio y la voluntad de innovar sustituye por mera voluntad de poder. En la década de 1930, AT&T había adoptado la extraña medida ludita de suprimir su propia invención de la grabación magnética, por temor a que disuadiera el uso del teléfono. Los costos del monopolio están en su mayoría a cargo de los empresarios y los innovadores. A largo plazo, las consecuencias afectan a la población de manera más sutil, con el cambio de la que alguna vez fue una de las partes más dinámicas de la economía comienza a estancarse.

Es por estos efectos negativos por lo qué gente como Theodore Roosevelt, Louis Brandeis Thurman y Arnold consideraban a los monopolios como un mal a ser destruido por los tribunales federales. Tomaron una lectura más literal de la Ley Sherman, que establece: "Toda persona que monopolice … será considerado culpable de un delito grave". Pero hoy no tenemos el corazón para hacerle la eutanasia a una empresa sana como Facebook sólo porque es enorme y puede saber más sobre nosotros que el IRS.

El Internet es todavía relativamente joven, y seguimos en la edad de oro de estos monopolios. También podemos encontrar consuelo en el hecho de que la mayoría de los gigantes de Internet profesan una toma de conciencia de sus increíbles poderes y un cierto sentido del deber al público asistente. Tal vez, si estamos atentos, podemos prolongar la fase benigna de su gobierno. Pero no vamos a pretender que vivimos en otra cosa que una época de monopolios.

La guerra por el talento

En los últimos días lo que ha llenado los titulares es la batalla entre Google y Facebook por acaparar el más valioso de los recursos estratégicos en está era de la información, el elemento humano. Primero fue el rumor publicado por Business Insiders, que posteriormente fuera confirmado por la misma Google,  de un aumento general del 10% a todos sus empleados acompañado de un bono por fiestas de $1000, pero hoy me he encontrado por CNet que Google dará un aumento del 30% a sus ejecutivos seniors entre ellos Patrick Pichette, Nikesh Arora, Alan Eustace y Jonathan Rosenberg, que según la misma fuente veran incrementado su salario de $500,000 a $650,000 el próximo año.

La guerra para acaparar a los ingenieros ha llegado a tales niveles que TechCrunch reportó esta semana que un ingeniero del staff de Google que había renunciado para ir a Facebook, recibió una oferta de 3.5 millones de dólares en acciones de Google para volver a la compañía. Pero tiene sentido está puja entre las grandes empresas del sector tecnológico por conseguir el mayor número de "estrellas", que más se parecen a los fichajes de un equipo de fútbol, que la usual practica de contratación en las empresas del Valle del Silicio, entre las cuales Google tenía la reputación hasta no hace mucho de ser la más selectivas a la hora de contratar personal, sometiendolos a un estricto proceso de evaluación que involucraba muchas pruebas de inteligencia antes de firmar con alguno. ¿Qué está sucediendo ahora?

Antes de ensayar mi respuesta deseo compartir con Uds., este interesante gráfico que he encontrado en un artículo del Wall Street Journal, sobre la actual guerra de talento en la que se encuentra Google, en el cual podemos ver como a lo largo de todo el sector de empresas web las nuevas contrataciones han sido una constante, con Twitter doblando el número de empleados a lo largo de este 2010:

War for Talent

Mientras el desempleo es uno de los males endémicos de la economía estadounidense, como resultado de los despidos para controlar los costes en la mayoría de las empresas, sorprene lo agresivas que han sido estas empresas en sus contrataciones a lo largo del presente año.

Tal vez una de las razones para este frenesí, es la gran cantidad de dinero en efectivo que tienen los angeles inversores, inversionistas de riesgo y las mismas empresas involucradas en está guerra de talentos, como resultado de la política expansiva de la masa monetaria que está aplicando la FED (el Quantitative Easing) para reactivar la economía y que lo único que ha conseguido es reducir la rentabilidad del dinero a límites nunca antes vistos, forzando a los inversionistas a buscar rentabilidad tomando más riesgos de lo que el sentido común puede justificar.

Pero por qué este fenómeno no se dá en Japón o Europa, en parte por la cultura de esos países de un temor al fracaso, algo que ya comenté en un post anterior llamado El secreto del éxito de Silicon Valley, pero también se debe al hecho de que ambos bloque económicos están avocados en tratar de contener la crisis en base a políticas de austeridad, lo opuesto a lo que está haciendo Estados Unidos, sin embargo China que está siguiendo el camino americano y tiene una abundante liquidez, mucha de la cual se ha usado para inflar su burbuja inmobiliaria, pero también se está usando en parte para financiar empresas web al estilo americano y es responsable en parte de la escasez de talentos en Estados Unidos, ya que muchos estudiantes post-graduados de universidades americanas de origen asiático, están prefiriendo volver a sus países de origen para iniciar emprendimientoa alla, en lugar de parmanecer en Estados Unidos, algo sobre lo que el Dr. Vivek Wadhwa nos alertó hace poco más de un año en un post publicado en TechCrunch llamado "Cuidado la fuga de cerebros a la inversa hacia India y China".

Mi conclusión, estamos en una primera fase de una burbuja web 2.0, en donde estos elevados salarios y la lucha por talentos es sólo la primera alerta. Es una burbuja porque cumple la definición clásica de una burbuja, está financiada en base a crédito y el activo en el que se invierte no tiene una fuente de ingreso que permita el pago del principal y los intereses. Pero como toda burbuja reventará cuando tenga que reventar, no antes, no después, lo único cierto con toda burbuja es que revienta, lo incierto es saber cuando la hará, ya que por lo general las burbujas pueden permanecer creciendo por largos periodos de tiempo, especialmente cuando la FED está embarcada en un proceso de expansión de la base monetaria.

Otra de las razones por las cuales este gasto de miles de millones de dólares en salarios es insostenible, es porque reduce la productividad de las empresas. Más empleados ganando más y haciendo lo mismo que hacían antes, sólo significa un aumento de los costes, pero no un aumento de las ganancias, con lo que el efecto neto es una reducción de la productividad. Sabemos que en el mundo global en el que estamos, la empresa que no incrementa contínuamente su productividad termina por quebrar.

Mi recomendación, este es el momento de "vender", si es ingeniero en computer science o puede conseguir un puesto en este sector económico, aproveche la ola y viaje lo más lejos posible, manteniendo controlado sus gastos y acumulando la mayor cantidad de reservas posibles en activos que no pierdan valor, no crea que las acciones que le darán por unirse a una empresa son una inversión sólida. Si se siente atraído por estas historias del nuevo "dorado" y desea comenzar a estudiar para entrar en el sector, no sea tonto en ayudar a inflar la burbuja. Si invierte el poco dinero que tiene o toma créditos para pagar son sus futuros altos ingresos, lamento informarle que es muy tarde para entrar "comprando", la burbuja ya ha comenzado y es muy tarde para entrar.

El fin del olvido

Facebook ha llegado ayer a los 500 millones de usuarios registrados, aproximadamente el 22% de todos los usuarios de Internet, eso quiere decir que uno en cinco seres humanos que tienen acceso a Internet poseen una cuenta en Facebook. Que consecuencias tiene esto en nuestras vidas, según un artículo aparecido el día de ayer en el New York Post escrito por Jeffrey Rosen muchas, el argumento que desarrolla es basicamente que en nuestra sociedad digital en la cual en la web se registra casi todo lo que hacemos y nunca es borrado, casi siempre lo peor que hemos hecho en nuestras vidas es casi siempre lo primero que los demás sabrán de nosotros, con lo cual nuestras posibilidades de conseguir un trabajo o mantener uno se ven afectadas por algo que hicimos en un distante pasado. Usando una frase de Mayer-Schönberger recogida en el artículo del times "… sin una forma de olvido, perdonar llega a ser una difícil tarea".

Ciertamente recomiendo la lectura del artículo completo ya que analiza en detalle la problemática, desafios y posibilidades que los inicios de esta nueva era digital nos presenta, a la vez que ejemplifica como la web ha transformado completamente la forma como nuestra sociedad se estructura.

Pero quisiera tomar el caso de Stacy Snyder con el que inicia el artículo del Times, una profesora en entrenamiento de 25 años de edad a la cual la Facultad de Educación de la Universidad de Millersville le negó el título a pocas semanas de su graduación debido a una foto que ella tenía en su perfil de MySpace en la cual disfrazada de pirata y con un vaso de plastico  en la mano tenía la leyenda "Pirata Borracha", algo que para los directivos de la Facultad de Educación era un mal ejemplo y podría inducir a sus futuros alumnos al consumo de alcohol a temprana edad. Snyder reclamó su derecho de libertad de expresión en horas fuera de su trabajo, pero su apelación fue negada por un juez debido a que un servidor público está sujeto al escrutinio de su conducta incluso fuera de horas de trabajo.

Se sabe por una encuesta realizada por Microsoft a sus clientes, que el 75% de los encargados de reclutamiento de personal nuevo en los departamentos de recursos humanos de las empresas de los Estados Unidos, revisa detalladamente el historial web de los candidatos, esto incluye búsquedas en Google, Bing, etc., redes sociales, fotoblogs, videoblogs, blogs, microblogs (como Twitter) e incluso sitios web de juegos. Si esta tendencia se expande a todo el mundo, pronto desde la más tierna infancia todo el mundo deberá de estar muy atento no sólo a lo que dice, ya que posteriormente esto puede ser usado en su contra, sino que también debe estar preocupado por lo que otros dicen sobre él. Al parecer el mito de que está sociedad es más permisiva que las anteriores, terminará por caer, ya que en una sociedad en la cuál no hay olvido para los errores de juventud, el primer error es el último.

China y los clones.

En China la falsificación de productos de marcas conocidas es un negocio ilegal pero muy rentable y que da trabajo a buena parte de la población. Pero también China es famosa por clonar tecnologías que son exitosas en occidente, y tratar de venderlas bajo su propia marca para su consumo interno mayormente, es así por ejemplo que existen clones de iPhones como el i9 que puede ser comprado por tan poco como $60, lógicamente aunque han copiado la forma y ciertas funcionalidades carece del API y iStore, además de ser incompatible con las aplicaciones existentes para el iPhone, lo cual hace que dicho producto no sea una competencia real para el iPhone.

Pero esa no es la única tecnología que han copiado los chinos, también tienen su propio Google llamado Baidu, aunque es el líder en China, no ofrece los APIs que ofrece Google y no produce los mismos resultados que Google debido a la sensura del gobierno chino que es su principal accionista, todo esto conspira contra su éxito fuera del mercado que controla por ley.

La cosa no queda alli, han aparecido clones de Youtube como por ejemplo 56.com, tudou.com, youku.com, todos controlados por el gobierno chino que es su principal accionista y en donde no hay videos que cuestionen las políticas del estado, pero donde pueden aparecer películas completas de reciente estreno.

Las redes sociales no han sido la excepción, hay clones de Facebook como son por ejemplo renren.com, kaixin001.com o 51.com, al igual que pasa con los otros clones sólo algunas funcionalidades están disponibles. Incluso Twitter demuestra que es una tecnología exitosa debido a que acaba de ser copiado también, los clones chinos de Tweeter son taotao.com y zuosa.com.

Pero a que vienen todos estos datos, pues la reflexión es la siguiente. Se comenta en ciertos circulos que China pronto será la potencia hegemónica y dominante a nivel mundial desplazando a Estados Unidos, para ello se pone como evidencia su espectacular crecimiento económico. Sin embargo si comparamos el USA de principios del siglo XX con la China de principios del siglo XXI notaremos muchas grandes diferencias. Mientras en USA de principios del siglo XX se construía el primer tren subterráneo del planeta antes que las potencias dominantes de la época como Inglaterra y Francia, se inventaba la bombilla incandescente, el avion, la máquina de escribir, los tubos de vacío, etc. China por el contrario sólo copia todo aquello que ya es exitoso en otro lado y muchas veces mutilando las mejores partes para poder seguir manteniendo el control absoluto de todo por parte del omniprescente estado.

Finalmente, una de las razones principales por la que USA emergió como la superpotencia que acutalmente es, fue que políticamente hizo todo lo contrario a lo que está haciendo China hoy. Sirviendo como refugió de todo aquel que se sentía amenazado por estados todopoderosos que querían controlar absoluto. La inventiva no se planea o se dicta por decreto, es el resultado de la libertad, quien no es libre no puede crear y es justamente por eso que China está condenada a seguir viviendo la sucesión de dinastías que su historia muestra, en la cual el Partido Comunista Chino no es más que la última de las dinastías del milenario Déjà vu chino.